Ciencia e innovación en medicina cardiovascular | 08 ABR 24

Sesiones Científicas del American College of Cardiology (ACC) 2024

Los trabajos destacados de un encuentro de relevancia mundial
INDICE:  1. Colegio Americano de Cardiología | 2. Sueño e HTA | 3. Estimulantes TDAH | 4. Genes, estrés, coronarias | 5. Huevos y colesterol | 6. DEA extrahospitalario | 7. Salud mental y cardíaca | 8. Menopausia | 9. Alcohol | 10. Vecindario, espacios verdes | 11. Sodio | 12. Cigarrillos electrónicos | 13. Amiloidosis | 14. SGLT2 en cardiopatías congénitas | 15. REDUCE-IT: icosapento etílico | 16. Insuficiencia mitral de funcional | 17. PARAGON-HF | 18. Troponina y sexo | 19. Dapagliflozina | 20. DBT, función renal e inhibición de P2Y12 | 21. IC tratamiento | 22. TAVR e IAM | 23. Triglicéridos | 24. RELIEVE-HF: derivación interauricular | 25. EMPACT-MI: empagliflozina | 26. Apolipoproteína A1 | 27. Enf. vascular periférica | 28. Semaglutida en IC | 29.  Inclisiran | 30. Telemedicina | 31. Página 31 | 32. SAOS e HTA | 33. Triglicéridos: Olezarsen | 34. HTA: zilebesirán | 35. Colesterol: lerodalcibep | 36. Actividad física, incentivos | 37. Triglicéridos, pancreatitis, plozasiran | 38. Antiplaquetarios P2Y | 39. TAVR | 40. Shock: soporte circulatorio Impella | 41. Beta bloqueantes en IAM | 42. Quilomicronemia familiar | 43. Quelación | 44. Antiplaquetarios post PCI | 45. Isquemia miocárdica y transfusión | 46. Anestesia cardíaca: delirium | 47. HTA y espiritualidad | 48. ECV en ex-deportistas | 49. Terapia descongestiva | 50. Vacuna antigripal | 51. Estatinas auto-prescriptas | 52. Ácido tranexámico tópico | 53. Miocardiopatía diabética | 54. Miocardiopatía hipertrófica | 55. IECA y antracilinas | 56. Denervación renal | 57. Angioplastia preventiva | 58. IVUS en enfermedad arterial periférica | 59. Reductor del seno coronario
Estimulantes TDAH

Los cpueden aumentar el riesgo de daño cardíaco en adultos jóvenes

Si bien la probabilidad de miocardiopatía aumenta con el tiempo, el riesgo general sigue siendo bajo

Los adultos jóvenes a los que se les recetaron medicamentos estimulantes para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) tenían significativamente más probabilidades de desarrollar miocardiopatía en comparación con aquellos a los que no se les recetaron estimulantes, en un estudio presentado en la Conferencia Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología.

El estudio encontró que las personas a las que se les recetaron estimulantes tenían un 17% más de probabilidades de tener miocardiopatía al año y un 57% más de probabilidades de tener miocardiopatía a los ocho años en comparación con aquellos que no tomaban estos medicamentos. La miocardiopatía implica cambios estructurales en el músculo cardíaco que debilitan su capacidad de bombeo.

Sin embargo, los investigadores dijeron que el riesgo general de miocardiopatía se mantuvo relativamente bajo incluso cuando se usaron estimulantes a largo plazo. Dijeron que los hallazgos no necesariamente apuntan a la necesidad de que los médicos cambien su enfoque para evaluar a los pacientes o recetar estimulantes.

"Cuanto más tiempo se deje a los pacientes tomando estos medicamentos, más probabilidades tendrán de desarrollar miocardiopatía, pero el riesgo de que esto ocurra es muy bajo", dijo Pauline Gerard, estudiante de medicina de segundo año en la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado en Aurora. Colorado y el autor principal del estudio. “No creo que ésta sea una razón para dejar de recetar estos medicamentos. Hay muy poco aumento de riesgo con estos medicamentos a largo plazo; Es un riesgo real, pero pequeño”.

El TDAH es uno de los trastornos del desarrollo neurológico más comunes en los niños, afecta aproximadamente a 1 de cada 10 niños estadounidenses de 3 a 17 años y puede continuar hasta la edad adulta. Por lo general, inicialmente se trata con terapia conductual, que puede combinarse con medicamentos estimulantes o no estimulantes para ayudar a controlar las conductas que interfieren con la vida diaria y las relaciones. Los medicamentos estimulantes pueden elevar la presión arterial al hacer que el corazón lata más rápido y con mayor fuerza.

La mayoría de los estudios anteriores que evaluaron la seguridad de los medicamentos estimulantes se centraron en el primer o segundo año de uso y no encontraron evidencia de daño al corazón. Dado que a muchos pacientes se les recetan estos medicamentos en la primera infancia y continúan tomándolos hasta la edad adulta, este nuevo estudio fue diseñado para evaluar su potencial de causar daño durante un período de tiempo más largo, dijo Gerard.

 

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