Congreso Europeo de Cardiología 2019

Los síntomas de depresión en los cuidadores pueden predecir problemas de salud futuros

París, Francia

Los cuidadores de sobrevivientes de accidente cerebrovascular que muestran signos de depresión pueden tener un mayor riesgo de sufrir sus propios desafíos de salud en el futuro, según una investigación presentada en el Congreso ESC 2019 junto con el Congreso Mundial de Cardiología.

Los hallazgos resaltan la importancia de atender la salud mental de los cuidadores y recuerdan la metáfora de la seguridad de la aerolínea: "Asegure su propia máscara de oxígeno antes de ayudar a otra persona".

"El cuidado es cada vez más común y exigente", dice el primer autor del estudio, el profesor Misook L. Chung, del Colegio de Enfermería de la Universidad de Kentucky en los Estados Unidos. “Se debe prestar más atención, especialmente desde el principio, al manejo de los síntomas depresivos en los cuidadores. Deben darse cuenta de que el cuidado personal no es egoísta ".

El accidente cerebrovascular es una de las principales causas de discapacidad a largo plazo en todo el mundo y, a menudo, tiene un alto costo en aquellos en una posición de apoyo. Brindar asistencia a los pacientes, incluso ayudar al sobreviviente a comer, vestirse, ir al baño y ducharse, sin mencionar el cuidado de las comidas, organizar un hogar y supervisar la atención médica, puede convertirse en un trabajo de tiempo completo, con un profundo componente emocional. .

El proyecto actual es el primer estudio longitudinal que aborda el tema de los síntomas depresivos persistentes y su efecto sobre la salud física, así como los cambios en la salud durante el primer año de cuidado del accidente cerebrovascular.

El equipo de investigación inscribió a 102 cuidadores con una edad media de 58 años. Dos tercios eran mujeres y alrededor del 70% eran cónyuges. El resto estaba formado por otros miembros de la familia, aunque dos o tres eran amigos de la familia, dice la autora principal del estudio Rosemarie King, profesora de investigación jubilada en la Facultad de Medicina de la Universidad Northwestern en Chicago, Illinois, EE. UU.

Los participantes respondieron cuestionarios en dos momentos: seis a diez semanas después de que el paciente fue dado de alta del hospital y nuevamente un año después.

La proporción general de personas que informaron síntomas de depresión, como falta de apetito o problemas para concentrarse, disminuyó ligeramente en el transcurso del estudio: 32.4% versus 30.4.