La influenza A (H1 N1) en la Argentina

Máxima alerta por la pandemia
La gripe A comienza a expandirse por el interior
Hay contagios en 17 provincias; se confirmaron otras 3 muertes

Franco Varise

El comportamiento impredecible del virus hace muy difícil contener el avance de la gripe A, que está traspasando los límites del área metropolitana: ya hay casos en 17 provincias. De hecho, en el Ministerio de Salud admitieron que, tarde o temprano, los contagios van a ser masivos en todo el país.

Las autoridades sanitarias confirmaron anoche otras tres muertes, una en la Capital y dos en el conurbano bonaerense, con lo cual ascienden a diez las personas fallecidas en el país por el virus A (H1N1). La cantidad de infectados alcanza a 1213 pacientes, al haberse notificado 95 casos nuevos.

Aunque el área metropolitana es la más afectada, con 1122 casos, las autoridades sanitarias son conscientes de que durante el invierno habrá una diseminación masiva de la enfermedad por todo el país. La idea del Ministerio de Salud es dilatar lo más posible la circulación "comunitaria" de la gripe por medio de controles y el refuerzo de la atención primaria. Pero no parece sencillo.

"El virus de la influenza tiene un modo de transmisión aéreo que hace imposible evitar los contagios; lo que se puede hacer es obstaculizar la diseminación", dijo anoche a LA NACION el secretario de Política, Regulación del Ministerio de Salud, Carlos Soratti. Y agregó: "Estamos «comprando» tiempo para readecuar los servicios médicos en las provincias, pero la historia de este tipo de virus nos enseña que se va a generalizar".

Soratti dijo que se registraron contagios en provincias por personas que provenían de Buenos Aires; es decir que ya no es necesario que alguien haya viajado a México o a los Estados Unidos para transmitir la influenza A. Más de 90 personas contrajeron el virus en el interior del país.

"Hay que hacer contención y retrasar lo más posible los contagios; el genio epidemiológico del virus es suficiente para que aparezca en cualquier lado", dijo ayer el director de Epidemiología bonaerense, Mario Masana Wilson. En la mayor provincia del país, el brote de gripe A está localizado, ahora, en el oeste del conurbano, según dijo el funcionario.

Cada provincia deberá aplicar sus propias políticas y, en algunos casos, hay deficiencias estructurales en los sistemas de salud. Así lo manifestaron, por ejemplo, las autoridades sanitarias de Neuquén, en una comunicación enviada hace dos semanas al Ministerio de Salud, en la que advirtieron sobre "falencias en los sistemas de atención" para absorber una eventual explosión en la demanda. Neuquén limita con Chile, donde hay 4315 casos, a la altura de la región de Los Lagos, precisamente, la más afectada en el país trasandino. Y, como es sabido, los virus no respetan las fronteras.

"A una gripe no la podés bloquear, podés retardar su diseminación", admitió a LA NACION, la ministra de Salud, Graciela Ocaña.

Inquietud en las provincias
La inquietud por la influenza A comienza a instalarse en el interior. El gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, admitió ayer que "la preocupación es grande", porque ya había 23 personas contagiadas.

La viceministra de Salud de esa provincia, Débora Ferrandini, dijo que "los casos sospechosos se han incrementado mucho este fin de semana" y deslizó que sería de un brote con "circulación comunitaria".

Las autoridades santafecinas no descartan en las próximas horas cambiar la estrategia de "contención" -basada en el aislamiento social para evitar el contagio- por la de "mitigación", que consiste en el tratamiento casi masivo con oseltamivir (Tamiflu) de los pacientes sospechosos que pertenezcan a grupos de riesgo o que requieran internación. La misma política comenzó a aplicarse en Buenos Aires, donde todas las personas con 38° o más de fiebre y síntomas que pueden ir de gripe a neumonía ya son sospechosas de haber contraído la gripe A.

En San Luis, confirmaron ayer los dos primeros pacientes con influenza A. Se trata de dos mujeres que habían estado de viaje en la Capital. En esa provincia hay otros 10 casos sospechosos y siete en observación. El coordinador del área de Salud de la provincia, Julio Quevedo, admitió que la diseminación del virus es "inevitable, porque no existe ningún escudamiento efectivo para evitar el ingreso".

El director general de Salud de La Pampa, Raúl Alvarez, en tanto, confirmó también ayer los primeros tres casos de influenza A (H1N1).