27 JUN 13 |
Durante mucho tiempo, los escritores se han instalado en lugares de retiro de los bosques para aislarse del mundo exterior y concentrarse en la página en blanco, pero cada vez es más difícil mantenerse alejado del mundo conectado. Algunos de esos retiros permiten acceso inalámbrico a estudios de escritura, mientras que otros, como Yaddo y MacDowell, limitan la posibilidad de navegar por la Red a sus bibliotecas.