Prevención de la infección de la herida quirúrgica
El número de variables que puede influenciar las tasas de infección de la herida quirúrgica (IHQ) es grande. La planificación preoperatoria y la técnica intraoperatoria se han vuelto importantes en la prevención de la IHQ. Además, el uso apropiado de antibióticos preventivos es muy importante. Finalmente, nuevas estrategias que parecen aumentar la respuesta del huésped deben ser consideradas.
Planificación preoperatoria
El sitio de la incisión quirúrgica debe ser manejado previamente a la llegada del paciente a la sala de operaciones. Aunque esta práctica no ha sido sujeta a una rigurosa evaluación científica, muchos cirujanos instruyen a sus pacientes para que laven y frieguen el sitio quirúrgico con jabón antiséptico la noche previa al procedimiento. Esta estrategia sencilla y de bajo costo reduce la contaminación superficial y compromete al enfermo en el proceso del control de la infección.
No obstante, el sitio planificado para la incisión no debe ser rasurado o recortado la noche anterior a la operación. Cortes y raspaduras provenientes de ello resultarán en colonización con microbios y pueden ocasionar una tasa aumentada de IHQ [12,13]. Los agentes depiladores han sido recomendados por algunos, pero ocasionalmente provocarán una reacción de hipersensibilidad que, por sí misma, puede afectar adversamente las tasas de IHQ. En general el rasurado o recorte del sitio quirúrgico debería ser reservado para el quirófano, inmediatamente antes de realizar la incisión en la piel.
Ciertas circunstancias pueden requerir que la operación sea dife
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