Patogénesis y prevención | 21 ABR 04

La infección de la herida quirúrgica

Tanto la planificación preoperatoria como la técnica intraoperatoria se han vuelto importantes en la prevención de las infecciones quirúrgicas.
Autor/a: Dres. Aasen AO, Barie PS, Faist E, Ford HR Surg Infect (Larchmt). 2002;3 Suppl 1:S99-102
Aumento de las defensas del huésped

La prevención de la IHQ se ha enfocado en estrategias para reducir el inóculo de contaminantes y estrategias para minimizar los efectos adversos dentro del microambiente de la herida. El mejoramiento del huésped, como una estrategia potencial para reducir la IHQ, es una visión que no ha sido realizada. Mientras que la administración de agentes inmuno-mejoradores ha sido intentada, estudios más recientes se han enfocado en 3 métodos "naturales" para aumentar la respuesta del huésped.

Aumento de la liberación de oxígeno: evidencia experimental ha favorecido el concepto de que aumentar la liberación de oxígeno tiene una influencia favorable en la prevención de la infección [52]. Un ensayo prospectivo, randomizado, de cirugía colónica electiva ha demostrado el valor clínico de la administración de oxígeno suplementario [53]. Los pacientes fueron randomizados para recibir oxígeno inspirado al 30% versus 80% durante el procedimiento y por 2 horas durante el postoperatorio en el área de recuperación. Todos los pacientes recibieron cuidados estandarizados, incluyendo preparación mecánica del colon y antibióticos sistémicos. Los pacientes del grupo con oxígeno inspirado al 30% tuvieron una tasa de IHQ del 11% en comparación don una tasa del 5% en los del grupo con oxígeno al 80% (p< 0.05). Se presume que el incremento de la disponibilidad de oxígeno es un factor positivo en el huésped, tal vez por vía del mejoramiento en la producción de agentes oxidantes que facilitan la erradicación fagocítica de los microbios.

Optimización de la temperatura corporal central: el mejor control de la temperatura del paciente intra y postoperatoriamente puede reducir el riego de IHQ [54]. Pacientes quirúrgicos electivos (n = 200) sometidos a resección colónica fueron randomizados para un estado térmico rutinario intraoperatorio (temperatura corporal central ³ 34.5º C) [Grupo hipotérmico] o calentamiento adicional (temperatura corporal central mantenido por encima de 36.5º C) [Grupo hipertérmico]. Otras variables de cuidados fueron estandarizadas entre ambos grupos. Los pacientes mantenidos a la mayor temperatura corporal [Grupo hipertérmico] tuvieron una tasa de IHQ del 6%, mientras que el grupo con más baja temperatura corporal central [grupo hipotérmico] tuvo una tasa de IHQ del 19% (p < 0.009). Además, los pacientes con mayor calentamiento tuvieron pocas transfusiones. Mientras que el valor de la fiebre en los pacientes ha sido debatido durante largo tiempo, la normalización de la temperatura corporal central, es decir, evitar la hipotermia durante e inmediatamente después de la operación parece mejorar la respuesta del huésped.

Control de la glucosa sanguínea: el mejor control de la glucemia parece tener valor en la reducción de la IHQ. Furnary y col. [55] demostraron una reducción de las tasas de infección de la herida esternal en pacientes diabéticos sometidos a cirugía a corazón abierto cuando el control de la glucemia se mantuvo en niveles por debajo de 200 mg/dL. La tasa de infección esternal en los pacientes diabéticos con control de la glucosa fue reducida a la misma de los pacientes no diabéticos, de 2.0% a 0.8%. Un estudio ulterior de control de glucosa en pacientes no diabéticos en la unidad de cuidados intensivos realizado por Van der Berghe y asociados [56] podría sugerir que el beneficio del control de la glucosa se aplica no solamente a los pacientes diabéticos sino también a los no diabéticos.

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024