Cada año en Estados Unidos, la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency, EPA) prohíbe diversos químicos para proteger la salud o la calidad medioambiental, mientras que, al mismo tiempo, se introducen miles de nuevos químicos al comercio internacional.
Hoy, como lo demuestran diversos estudios, casi 500 químicos sintéticos, la mayoría creados desde la II Guerra Mundial, son perceptibles en los tejidos humanos. A pesar de la implementación de algunos avances en las últimas décadas para reducir la exposición de los niños a los riesgos de químicos en países desarrollados, como la extracción del plomo de la nafta y de las pinturas, la prohibición de algunos propelentes para proteger la capa de ozono y la prohibición del algunos pesticidas como el DDT, la carga química actual en el ambiente, está creciendo aceleradamente.
Esta tendencia está propulsada por una población creciente, las economías en desarrollo, la guerra, el terrorismo, el crecimiento del comercio internacional, el creciente uso de energía, de químicos sintéticos, de los niveles del consumo humano y la decisión política de los gobiernos de privilegiar la actividad económica por encima de la salud humana y ambiental.
Miles de substancias peligrosas continúan siendo liberadas al aire, agua y tierra cada año, ya sea en forma intencional, o por ser ingredientes de diversos productos del consumidor como pesticidas, combustibles, pinturas y solventes. Muchos de estos hacen su impacto en las vidas de niños y mujeres embarazadas. (22, 23) Los niños están rutinariamente expuestos a mezclas de carcinógenos, neurotoxinas ,e irritantes respiratorios. La mezcla de químicos es tan compleja y variable que normalmente no es posible identificar un modelo consistente. En general la inferencia causal epidemiológica para relacionar etiológicamente un contaminante con un efecto sobre la salud es multicausal, por eso es tan complejo de precisar.
Los pesticidas son deliberadamente substancias tóxicas, y muchos se clasifican como carcinógenos o neurotóxicos o amenazan la salud en otras maneras. El suministro de la comida está cada vez más globalizado; el intercambio de alimentos entre naciones crece día a día. Estas tendencias aumentan la necesidad de una vigilancia contra la contaminación de la comida e introduce una diversidad de químicos nuevos en los ambientes de los niños.
Agua
Casi 70% del cuerpo humano esta compuesto
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