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La comparación entre las dosis máximas de atorvastatina y de rosuvastatina sobre el LDLc

La administración de las dosis máximas de atorvastatina y de rosuvastatina se asocia con cambios significativos en el perfil lipídico, si bien la segunda es más eficaz para provocar el descenso del LDLc total, calculado o medido, y de la subfracción de partículas densas y pequeñas de esta lipoproteína

Autor/a: Dres. Ai M, Otokozawa S, Schaefer E y colaboradores

Fuente: American Journal of Cardiology 101(3):315-318, Feb 2008

Introducción

En el estudio Statin Therapies for Elevated Lipid Levels Compared Across Doses to Rosuvastatin (STELLAR) se comparó, durante 6 semanas, el efecto de la rosuvastatina con el de otras estatinas, como la atorvastatina, la simvastatina y la pravastatina. No sólo la rosuvastatina fue el más eficaz de estos fármacos para el descenso del colesterol asociado a lipoproteínas de baja densidad (LDLc) calculado, sino que también la administración de 40 mg diarios de dicho fármaco se relacionó con un incremento del 9.6% en los niveles de colesterol asociado a lipoproteínas de alta densidad (HDLc). Asimismo, los autores señalan que, en una subpoblación del estudio STELLAR, se demostró que la rosuvastatina era al menos dos veces más eficaz que la atorvastatina para incrementar la concentración de las partículas grandes de alfa1-HDLc.

En este ensayo, los autores se propusieron comparar los efectos de las dosis elevadas de ambos hipolipemiantes sobre el LDLc total y sobre la subfracción de partículas densas y pequeñas (small-dense LDLc [sd-LDLc]).

Métodos

Se efectuó un subanálisis del estudio STELLAR, que consistió en un trabajo abierto, aleatorizado y de grupos paralelos realizado en 182 centros de salud de los EE.UU. El objetivo principal del estudio original fue la comparación de la eficacia de la rosuvastatina respecto de otras estatinas en el descenso del LDLc. Los objetivos secundarios incluyeron la evaluación de otros parámetros como el HDLc y las apolipoproteínas A-I y B.

Se seleccionaron pacientes que cumplían con la dieta hipolipemiante con niveles de LDLc calculado comprendidos entre 160 y 250 mg/dl y de triglicéridos plasmáticos por debajo de 400 mg/dl. Estos individuos fueron distribuidos de manera aleatoria para recibir las diferentes estatinas. En todos ellos se determinaron los niveles iniciales de los lípidos plasmáticos, con controles después de 4 y de 6 semanas. Se efectuó la determinación directa de la concentración de LDLc y de sd-LDLc en las muestras congeladas de los participantes del estudio STELLAR que habían recibido 40 mg de rosuvastatina u 80 mg de atorvastatina.

Se realizó el análisis estadístico y se consideró significativo un valor de p < 0.05.

Resultados

Los dos grupos de pacientes tenían características demográficas similares. Hubo mayor prevalencia de diabetes entre los que recibieron rosuvastatina (p < 0.01). En relación con el perfil lipídico, en el subgrupo tratado con esta droga se observó un nivel inicial más elevado de LDLc, tanto calculado como medido, así como de la subfracción sd-LDLc (p = 0.01, p = 0.03 y p = 0.02, respectivamente).

La administración de los dos fármacos en estudio provocó modificaciones en los lípidos, pero sólo la rosuvastatina incrementó de manera significativa la concentración de HDLc (p < 0.001). Por otra parte, esta droga se asoció con mayor descenso (p < 0.01) del LDLc tanto calculado como medido, del sd-LDLc tanto absoluto como proporcional al LDLc total, del colesterol no HDL y de la relación entre el colesterol total y el HDLc. El grado de significación no se modificó con la exclusión de los pacientes diabéticos mediante ajuste estadístico.

Los investigadores aseguran que se observó una elevada correlación entre los valores calculados y los valores medidos del LDLc (r = 0.95, p < 0.001), por lo cual afirman que la determinación de este parámetro por la fórmula de Friedewald es suficiente cuando el nivel de triglicéridos es menor de 400 mg/dl y el paciente está en ayunas.

Por otra parte, la concentración inicial de sd-LDLc se correlacionó de manera significativa con los demás lípidos, en especial con el colesterol no HDL y con las cifras de LDLc tanto calculado como medido (p < 0.001 en todos los casos). Los cambios en la subfracción sd-LDLc inducidos por el tratamiento también guardaron una relación similar con los demás componentes del perfil lipídico (p < 0.001).

Discusión

Las estatinas se caracterizan por su elevada eficacia para obtener el descenso de los niveles séricos de colesterol total, de LDLc, de colesterol no HDL y del cociente entre el colesterol total y el HDLc. Entre sus acciones se mencionan la inhibición de la síntesis celular de colesterol, el incremento de la actividad de los receptores de LDLc y una mayor depuración de las lipoproteínas que contienen apolipoproteína B.

Los autores señalan que los pacientes con enfermedad coronaria tienen valores más elevados de la subfracción sd-LDLc y cifras más bajas de partículas grandes de alfa1-HDLc que la población general. Asimismo, de acuerdo con un metanálisis de estudios prospectivos y aleatorizados, publicado en 2005, por cada 38.5 mg/dl de descenso de los niveles de LDLc, la mortalidad general se redujo en un 12% y la prevalencia de infarto de miocardio en un 23% en un período de 5 años. En este trabajo, las concentraciones de LDLc, tanto calculado como medido, descendieron 99 mg/dl y 100 mg/dl, respectivamente, con la administración de 80 mg de atorvastatina, con una disminución paralela de 110 mg/dl y de 108 mg/dl con el uso de 40 mg de rosuvastatina. Si estos efectos se mantienen durante 5 años, sobre la base de la extrapolación de los resultados del citado metanálisis, las dosis máximas de atorvastatina y de rosuvastatina se pueden asociar con un descenso de los criterios de valoración combinados del 54% y del 60%, respectivamente. De todos modos, en esta evaluación no se consideran los efectos sobre el HDLc.

Según los autores, la atorvastatina y la rosuvastatina son más eficaces que las demás drogas del mismo grupo, ya que se relacionan con un descenso más importante de la subfracción sd-LDLc y de las lipoproteínas ricas en triglicéridos. Además, la rosuvastatina se destaca por inducir un mayor incremento de las partículas grandes de alfa1-HDLc, por lo cual disminuye el riesgo cardíaco y puede enlentecer la progresión o incluso provocar la regresión de la ateromatosis coronaria en los pacientes tratados con la asociación de niacina y simvastatina.

Por otra parte, en lugar de los métodos habituales de los laboratorios especializados (gradiente de densidad por ultracentrifugación, electroforesis sobre gel, resonancia magnética), los investigadores utilizaron un sistema automatizado para la determinación de los niveles de LDLc y de sd-LDLc. De acuerdo con los resultados obtenidos por esta técnica, afirman que el tratamiento intensivo con dosis elevadas de rosuvastatina o de atorvastatina redujo tanto las cifras de LDLc calculado o de LDLc medido como los valores de sd-LDLc, aunque la rosuvastatina fue estadísticamente más eficaz.

Conclusiones

Los autores sostienen que la administración de dosis altas de ambas estatinas se asocia con efectos favorables sobre las lipoproteínas plasmáticas y sus fracciones, si bien la rosuvastatina tiene mayor efecto sobre el descenso del LDLc medido y de la subfracción de sd-LDLc.