Según una encuesta de Unicef
Miles de bebes prematuros mueren sin los padres a su lado.
Por Nora Bär | LA NACION
Aunque en los últimos veinte años la mortalidad infantil descendió considerablemente, hay un núcleo duro que se resiste: es la que se da en recién nacidos prematuros hasta el mes de vida. Y lo más doloroso es que miles de esas muertes se dan en soledad, según muestra una encuesta que acaba de dar a conocer Unicef.
"Los prematuros son los bebes que nacen antes de las 37 semanas de gestación o con menos de 2,500 kg. Pero la gran diferencia en mortalidad se produce por debajo de los 1,500 kg -dice Zulma Ortiz, especialista en salud de la organización internacional-. Y cuando se analizan las razones de esta situación en un país como la Argentina, donde la gran mayoría (alrededor del 90%) de los partos se producen en instituciones, se advierte que esas muertes neonatales no se deben a la falta de tecnología o de equipamiento médico, sino a deficiencias organizativas de las instituciones, a la falta de conocimiento y al contexto socioeconómico y cultural de los padres."
Si bien en un país desarrollado un chico de 1,500 kg tiene una chance de sobrevivir del 90%, en la Argentina esa probabilidad sólo alcanza al 63%.
Este déficit puede atribuirse a la gran inequidad que existe entre regiones, entre el sistema público y el privado, e incluso entre distintas instituciones del sistema público. Pero especialmente, según indica la encuesta realizada en 153 servicios de neonatología de todo el país, a la falta de participación de la familia en la recuperación del prematuro, un factor considerado decisivo en la recuperación de los bebes. Sólo el 39% permite el ingreso irrestricto de los padres.
En la Argentina fallecen anualmente 10.000 chicos menores de cinco años. De ellos, 9000 decesos ocurren en el primer año, y de éstos, el 60% (5400), durante el primer mes. A su vez, alrededor de 3500 se dan en la primera semana de vida. "Esto significa que el 33% de la mortalidad infantil se da en el 1% de los nacimientos, que son precisamente los que corresponden a chiquitos de menos de 1500 gramos", detalla Ortiz.
El trabajo, que se presentó durante el lanzamiento de la "Segunda semana del prematuro", que se cumplirá entre mañana y el 7 de este mes, muestra que en cuatro de cada diez servicios neonatales los padres son considerados una "visita", se los admite en horarios o días preestablecidos, y se colocan timbres e intercomunicadores.
"Las maternidades no fueron planeadas con la idea de incorporar a los padres -dice Ortiz-. Por un lado, en lugar de concentrar los partos para garantizar las condiciones obstétricas y la atención de personal altamente especializado, frecuentemente se disgregan en varias instituciones pequeñas que no pueden cumplir con estos preceptos. Por otro, existen barreras físicas, socioeconómicas y culturales por parte del equipo médico y de las familias."
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