Secuelas cerebelosas | 24 OCT 11

Los esteroides administrados a prematuros podrían dañar el SNC

Los fármacos ayudan en la respiración pero deben ser usados con la máxima precaución, señalan investigadores.

Dar a los bebés prematuros esteroides incluso en dosis bajas tras el nacimiento interfiere con el desarrollo del cerebelo en el cerebro, que es importante para las habilidades motrices, el aprendizaje y la conducta, halla una investigación reciente.
 
Para el estudio, los investigadores analizaron IRM de 172 bebés nacidos muy prematuramente (menos de 32 semanas de gestación) en dos centros médicos, uno de la Universidad de Columbia Británica y el otro de la Universidad de California, en San Francisco. Se considera un embarazo a término a las 40 semanas de gestación.
 
Los bebés prematuros a veces reciben esteroides conocidos como glucocorticoides tras nacer para mejorar la función pulmonar y estabilizar la presión arterial baja, ambos problemas comunes.
 
El estudio halló que los bebés prematuros que recibieron hidrocortisona o dexametasona tenían un cerebelo 10 por ciento más pequeño, en promedio, que los bebés prematuros que no recibieron el fármaco. La mayoría de los bebés recibieron escáneres cerebrales poco después de nacer y otra vez más o menos en el momento en que hubieran alcanzado el término completo.
 
"Sus cerebelos creían más lentamente", comentó la autora líder del estudio, la Dra. Emily Tam, profesora asistente de neurología y pediatría de la Universidad de California, en San Francisco. "Y sabemos por otros estudios que un cerebelo más pequeño en los bebés prematuros está asociado con peores resultados".
 
Las futuras madres que están en riesgo de parto prematuro con frecuencia también reciben esteroides (por lo usual betametasona) antes del nacimiento del bebé, para acelerar el desarrollo de los pulmones. Los investigadores no observaron ninguna conexión entre los esteroides antes del nacimiento y unos cerebelos más pequeños. Su uso en bebés tras el nacimiento conlleva una mayor controversia.
 
El estudio aparece en la edición del 19 de octubre de la revista Science Translational Medicine.
 
Alrededor del 13 por ciento de los bebés nacen prematuramente cada año en EE. UU., según el estudio. Los bebés prematuros pueden tener todo tipo de dificultades. Entre el cinco y el diez por ciento de los bebés prematuros sufren de parálisis cerebral, y hasta la mitad tiene trastornos de la conducta o discapacidades del aprendizaje.
 
Investigaciones anteriores han hallado que los esteroides en alta dosis podrían interferir con el crecimiento del cerebelo, apuntó Tam. Las investigaciones anteriores también han hallado que los niños que reciben esteroides justo después de nacer son más propensos a problemas de aprendizaje y conducta, apuntó el Dr. Pierre Gressens, profesor de neurología perinatal del Centro para el Cerebro en Desarrollo del Colegio Imperial de Londres y jefe de laboratorio del INSERM, en París.
 
La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP) recomienda evitar la dexametasona en altas dosis en los bebés tras el nacimiento, según la información de respaldo del estudio.
 
En la práctica, algunos hospitales nunca usan esteroides en los bebés prematuros, mientras que otros los administran rutinariamente, apuntó Gressens. En el estudio, alrededor del 20 por ciento de los 172 bebés habían recibido esteroides tras nacer, dijo Tam.
 
La nueva investigación sugiere que los esteroides se deben administrar tras el nacimiento solo con la máxima precaución, equilibrando cuidadosamente los riesgos y beneficios potenciales, enfatizó Gressens.
 
"Hay situaciones en que los esteroides son útiles durante un periodo corto para los pulmones, pero los médicos deben recordar que conllevan una toxicidad particular", dijo Gressens.
 
Tam concurrió en que los médicos deben tener mucho cuidado al administrar esteroides a los bebés prematuros.
 
"Incluso una dosis baja de dexametasona o hidrocortisona se asocia con un menor desarrollo cerebral, lo que nos obliga a tener mucho cuidado al usar estos fármacos", apuntó.
 
"Son medicamentos muy eficaces", continuó. "No desearíamos desaconsejar su uso del todo, porque no tenemos alternativas muy buenas. Pero cuando piense en las opciones, no recurra al esteroide de inmediato. Siempre hay que pensar en el equilibrio entre riesgo y beneficio. Ahora hay que tomar en cuenta más riesgos cuando se piensa en usar este medicamento".
 
Tam y colegas planifican dar seguimiento a los niños mientras crecen para ver si unos cerebelos más pequeños resultan en problemas motrices, de aprendizaje o conductuales.
 
En un segundo estudio, también liderado por investigadores de la UCSF y que aparece en la misma edición de la revista, los investigadores mostraron que un fármaco de molécula pequeña bloqueaba los efectos negativos de los esteroides en los cerebros de ratones.
 
El fármaco funcionaba al estimular una vía que tiene que ver con el crecimiento de las neuronas y que los esteroides parecen afectar, comentó Gressens.
 
"Si se administra una molécula pequeña que estimula la vía, de forma que se revierta la toxicidad del esteroide, y si se revierte el efecto sobre el crecimiento, el cerebelo vuelve al tamaño normal", dijo. "Hay una aplicación potencial en humanos, pero falta mucho tiempo antes de las aplicaciones clínicas, quizás de cinco a diez años".
 
FUENTES: Emily Tam, M.D., assistant professor, neurology and pediatrics, University of California, San Francisco; Pierre Gressens, professor, perinatal neurology, Centre for the Developing Brain, Imperial College, London, and lab chief, INSERM, Paris; Oct. 19, 2011, Science Translational Medicine.

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024