Neovascularización | 22 NOV 10

Comparación de terapia fotodinámica y bevacizumab intravítreo para el tratamiento de la neovascularización coroidal miope

Comparación de los resultados a largo plazo de la terapia fotodinámica y la inyección intravítreo de bevacizumab para tratar neovascularización coroidal miope.
Autor/a: Dres. Takayuki Baba, Mariko Kubota-Taniai, Masayasu Kitahashi, Kyoko Okada, Yoshinori Mitamura, Shuichi Yamamoto Br J Ophthalmol 2010 94: 864-870

La neovascularización coroidal miope (NVCm) es una de las principales causas de ceguera legal en los países desarrollados. Se ha estudiado su curso natural y en casi 95% de los pacientes, la visión disminuye a 0,1 en diez años. Aunque se han intentado una diversidad de tratamientos, todavía no hay uno satisfactorio. Por ejemplo, la fotocoagulación directa de la NVC puede detener la exudación, pero la fovea puede atrofiarse luego de algunos años. También se ha utilizado la translocación macular, pero tiene complicaciones como vitreorretinopatía proliferativa y ciclo desviaciones que han limitado su uso. La remoción quirúrgica de la NVC tiene altos índices de recurrencia y peores resultados que la translocación macular.

La inyección intravítreo de triamcinolona acetonido no ha tenido resultados totalmente satisfactorios. La terapia fotodinámica (TFD) con verteporfin, puede tapar la NVC. Ha logrado resultados relativamente buenos, pero también tiene algunas complicaciones que afectan la visión.

La inyección intravítreo con bevacizumab (IVB) ha sido probada recientemente y su efectividad para la NVCm se confirmó después de doce meses de seguimiento. Aunque tanto la TFD sola como la inyección IVB han sido efectivas, solo hubo un estudio con un año de seguimiento que comparó el resultado de TFD con IVB para NVCm.

La finalidad de este estudio fue comparar la eficacia de ambos tratamientos para tratar la NVCm durante 24 meses. También analizamos si alguno de estos tratamientos podría provocar una mayor atrofia coriorretiniana postoperatoria alrededor de la NVCm y la relación entre dicha atrofia y la función visual después del tratamiento.

Pacientes y métodos: se seleccionaron 24 ojos con NVCm y se dividieron en grupo A: doce ojos tratados con TFD y grupo B: 12 ojos tratados con IVB. Se determinó la agudeza visual mejor corregida, el tamaño de la atrofia coriorretiniana alrededor de la NVC, el espesor de la fovea central y de la NVC antes del tratamiento, a los 12 y 24 meses.

Fig. 1.- Ojo izquierdo de paciente japonés tratado con terapia fotodinámica con verteporfin. El error refractivo fue -11,5 D. A los dos meses del inicio, el paciente recibió el tratamiento. Se observó una neovascularización coroidal miope acompañada de hemorragia subretiniana y una atrofia coriorretiniana (línea azul). La agudeza visual mejor corregida fue de 0,2 (arriba izquierda). La angiografía fluoresceínica (AF) mostró filtraciones en la última fase (medio izquierda) y la tomografía de coherencia óptica mostró una neovascularización coroidal tipo 2 con edema retiniano (abajo izquierda). A los doce meses de tratamiento desapareció la hemorragia subretiniana y aumento la atrofia. La agudeza visual mejor corregida se mantuvo en 0,3 (arriba medio). Se puede observar hiperfluorescencia en el tejido en la angiografía (medio-medio) y disminuyó la NVC y el edema retiniano (abajo medio). A los 24 meses de tratamiento, se observó un área grisácea en el lugar donde estaba la NVC y una atrofia retiniana bien demarcada se desarrolló alrededor de la NVC (arriba derecha). La agudeza visual mejor corregida disminuyó a 0,1. La última fase de la angiografía muestra que no hay filtración dentro de la atrofia (medio derecha), y la NVC está plana (abajo derecha).

 

Fig. 2 Ojo derecho de paciente japonesa tratada con bevacizumab intravítreo. El error refractivo fue -8,5 D. Al mes del inicio, recibió IVB.  Se observó una neovascularización coroidal miope acompañada de hemorragia subretiniana, pero sin atrofia coriorretiniana (arriba izquierda). La agudeza visual mejor corregida fue de 0,4. La angiografía fluoresceínica (AF) mostró filtraciones en la última fase (medio izquierda) y la tomografía de coherencia óptica mostró una neovascularización coroidal altamente reflexiva con edema retiniano (abajo izquierda). A los doce meses de tratamiento desapareció la hemorragia subretiniana y la NVC estaba más pigmentada. La agudeza visual mejor corregida mejoró a 0,6 (arriba medio) y se desarrolló atrofia retiniana (línea azul, arriba medio).  Se puede observar hiperfluorescencia más débil sin filtración en la angiografía (medio-medio) y disminuyó la NVC y el edema retiniano (abajo medio). A los 24 meses de tratamiento, se desarrolló atrofia retiniana alrededor de la NVC y hemorragia subretiniana por recurrencia a los 21 meses  (arriba derecha). Se hizo un segundo intento con bevacizumab intravítreo para tratar la recurrencia. La agudeza visual mejor corregida se mantuvo en 0,6.  La última fase de la angiografía muestra nueva lesión con filtración, que no estaba al año  (medio derecha). Sin embargo  la NVC original está plana y no se observa edema retiniano (abajo derecha).

 

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