Manejo endoscópico del colangiocarcinoma

Existe una miríada de modalidades diagnósticas por imágenes para asistir en el diagnóstico del CC. El estudio por imágenes inicial más comúnmente obtenido por médicos de cuidados primarios al evaluar pacientes con evidencia de una ictericia obstructiva es una ecografía transabdominal o una TC convencional. La ecografía usualmente muestra los conductos biliares intrahepáticos dilatados con conductos extrahepáticos normales o dilatados, dependiendo de la localización de la obstrucción. La TC convencional, puede ayudar a detectar el tumor primario; sin embargo, en la mayoría de los casos, la TC convencional no muestra una masa discreta.

Un aspecto importante de la TC  es la evaluación cuidadosa de la cabeza pancreática para excluir una malignidad del páncreas. Si los estudios preliminares no han sido reveladores al identificar la causa de la ictericia obstructiva, una TCH con cortes finos o una RMN/CPRM debería ser realizada. Estas técnicas por imágenes tienen la ventaja de detectar pequeños tumores y localizar el sitio de la obstrucción. La RMN/CPRM también tiene la ventaja de una reconstrucción computarizada tridimensional de la imagen, lo que agrega importante información, especialmente en CC perihiliares, en los cuales el tipo de Bismuth es importante para establecer la resecabilidad, planificar la resección quirúrgica y planificar la colocación endoscópica de stents paliativos.

Estas modalidades por imágenes superiores también son ideales para estadificar el CC por (1) la identificación de la enfermedad metastásica hepática y extrahepática, y (2) la detección del compromiso vascular, lo cual puede impedir la resección quirúrgica. Si la evaluación de la estadificación no demuestra evidencia de una enfermedad localmente avanzada o metastásica y el paciente no tiene otras comorbilidades que impidan