Diagnóstico de enfermedad biliar | 26 DIC 03

Colangiopancreatografía por resonancia magnética

La colangiopancreatografía por resonancia magnética es un método por imágenes no invasivo con excelente sensibilidad y especificidad total.
Autor/a: Dres. Romagnuolo J, Bardou M, Rahme E, Joseph L Ann Intern Med. 2003 Oct 7;139(7):547-57
Discusión
La CPRM ha estado disponible como una alternativa no invasiva de la CPER por una década y una vasta cantidad de literatura publicada se ha enfocado en su desempeño en el establecimiento de una obstrucción biliar sospechada. Esos estudios examinaron varios escenarios clínicos sobre años de evolución tecnológica. Dichos factores, además de la irregular calidad de los estudios, contribuyeron a la variabilidad entre los mismos y a la heterogeneidad de los desempeños reportados. La simple reunión de esos datos podría no ser apropiada y podría mejorar falsamente los estimados crudos al incrementar el tamaño aparente de la muestra; esto se debe a que el amplio IC resultante es inversamente proporcional a la raíz cuadrada del tamaño de la muestra reunida [75]. Más aún, sin algún nivel de agregación de esos estudios, la cuantificación del desempeño de la prueba, de acuerdo con los subgrupos de pacientes, así como el análisis de la habilidad para detectar enfermedad litiásica y la habilidad para diferenciar entre causas benignas y malignas de obstrucción biliar, no serían posibles debido al tamaño limitado de la muestra y al escaso poder estadístico. El meta-análisis realizado por los autores confirma la alta exactitud de la CPRM para la detección de la obstrucción en el árbol biliar en general, pero trae la cuestión de su desempeño en la diferenciación entre causas malignas y benignas.
El contexto clínico en el que fueron realizados los estudios sobre CPRM también afecta la sensibilidad y especificidad. En promedio, el desempeño fue mejor en los estudios que involucraron un amplio espectro de pacientes comparado con la categoría de estudios referenciales sospechando coledocolitiasis. La razón para esto no está del todo clara, pero los radiólogos pueden tener sus mentes más abiertas y atentas en la interpretación de los resultados de la CPRM y su evaluación de la presencia de obstrucción biliar cuando son varias las causas posibles. Además, las anomalías vistas en la RMN-T1 del hígado o del páncreas o la presencia de otras anomalías observadas en condiciones de malignidad (por ejemplo, ganglios linfáticos) pueden conducir al radiólogo a un alto índice de sospecha de obstrucción biliar. El modelo empleado en este trabajo específicamente no incluyó el uso de secuencias mejoradas con contraste.

La CPRM fue menos confiable para la diferenciación entre causas malignas o benignas de obstrucción biliar que lo que fue para la detección de la presencia de obstrucción biliar en general. La precisión de esos estimados en menor para los objetivos debido a que la obstrucción biliar maligna es menos común que la benigna. En el presente meta-análisis la exactitud más baja observada en la CPRM para identificar la causa maligna en comparación con la detección de la obstrucción biliar en general puede ser en parte debida a su resolución espacial más baja y al inadecuado dibujo del contorno de las estricturas (esto es, suave vs irregular, ahusado vs abrupto) en comparación con la colangiografía directa [91]. Además, las lesiones ampulares pueden ser erróneamente diagnosticadas a causa del pobre desempeño de la CPRM en o cerca de la pared duodenal como resultado de la interferencia del gas intraluminal [94]. Las contracciones de la pared duodenal, los divertículos yuxta-ampulares y el movimiento lento de los fluidos en el duodeno pueden también contribuir a esas equivocaciones [94]. La ecografía endoscópica, otra prueba biliar indirecta por imágenes, parece tener un gran potencial en términos de resolución del conducto biliar común distal [95,96].

La sensibilidad en la detección de la coledocolitiasis (91% [IC, 73% a 97%]) implica que la verdadera sensibilidad para la detección por CPRM de los cálculos puede estar en un rango más bajo del que es habitualmente reportado [97]. Además, aunque el número de estudios y pacientes comprometidos fueron insuficientes para incluir el tamaño del cálculo como una variable en el meta-análisis (porque casi todos los estudios carecían de ese dato estratificado), la certeza para la detección de la coledocolitiasis en estudios individuales parece declinar con el descenso en el diámetro del lito. En un estudio [21] la sensibilidad disminuyó del 100% al 64% cuando se compararon cálculos mayores y menore
 

Comentarios

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