Inmunización | 26 MAR 03

Poliomielitis: ¿qué tipo de vacunas debemos utilizar?

El profesional debe rejerarquizar la inmunización optimizando los beneficios que éstas otorgan a los pacientes.
Autor/a: Dr. José Marcó del Pont * Arch.argent.pediatr 2002; 100(1)
Desarrollo

Esquema: Tanto para la OPV como para la IPV, si correspondiere, se aplicarán cinco dosis: las tres primeras con un intervalo de 6 a 8 semanas comenzando a partir de los 2 meses de vida; la cuarta dosis o el primer refuerzo al año de la tercera (esquema básico). Se aplicará a los 6 años (o ingreso escolar a primer grado) un segundo refuerzo (esquema completo). Cuando se interrumpe el esquema de vacunación deben completarse las dosis faltantes con iguales intervalos que los indicados para el esquema regular, sin interesar el tiempo transcurrido desde la última dosis.

Si el niño vomita o regurgita la OPV, durante los 20 minutos siguientes a la vacunación, se debe repetir la dosis. No se debe ofrecer nada por boca durante ese lapso. Inmunidad y eficacia.
La inmunogenicidad de la OPV, medida por anticuerpos específicos, es mayor del 90% y la eficacia estimada oscila entre el 95 al 98% para los tres serotipos, después de la tercera dosis.

La duración de la inmunidad conferida por la vacuna se estima igual o mayor a 15 años después de completado el esquema básico de inmunización, dependiendo de las condiciones del huésped.

Algunas consideraciones que debemos conocer respecto a la repuesta inmunitaria de la OPV:

. Se ha observado una disminución de la seroconversión cuando se vacuna a niños que viven en áreas tropicales o subtropicales; sólo el 50-60% de ellos desarrolla una respuesta inmunitaria adecuada, mientras que en otras áreas lo hacen el 98-100% de los niños vacunados. La interferencia de otros enterovirus sería la causa que impide la replicación del antígeno vaccinal a nivel local. Esto se podría contrarrestar con dosis múltiples.

. Los anticuerpos maternos contra el poliovirus pasan por la placenta al feto in utero.
Estos anticuerpos pueden causar interferencia en la inmunización de lactantes con OPV, inhibiendo la respuesta serológica a la vacuna; sin embargo, el antígeno vaccinal induce una buena inmunidad local en el tracto intestinal. Por otra parte, este efecto inhibitorio de los anticuerpos maternos transmitidos por la placenta es poco importante en los lactantes de más de 2 meses.

. El calostro contiene anticuerpos antipoliovirus que pueden causar interferencia con la vacuna en las dos primeras semanas de vida. Como la vacunación con OPV comienza más tardíamente, esta consideración no debe ser tenida en cuenta. La vacunación en el primer mes de vida suele inducir altas tasas de anticuerpos locales (80-90%) pero provoca respuestas relativamente más bajas de los anticuerpos séricos (alrededor de un 40%). Es probable que esto se deba a que los anticuerpos maternos circulantes impiden el paso del antígeno vaccinal a la corriente sanguínea y, en consecuencia, la respuesta primaria de anticuerpos humorales. No s

 

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