Manejo clínico y quirúrgico | 29 MAY 02

Hiperparatiroidismo

En este artículo, los autores analizan exhaustivamente el manejo médico y quirúrgico del hiperparatiroidismo, junto con su etiología, cuadro clínico y tratamiento, incluyendo las nuevas técnicas mínimamente invasivas.
Autor/a: Dres. Kearns AE y Thompson GB Mayo Clin Proc 2002 Jan;77(1):87-91
Introducción

Según los autores, el tratamiento de la hipercalcemia depende del grado y la presencia o ausencia de síntomas clínicos. Los pacientes con hipercalcemia leve son en general asintomáticos, y no necesitan hipocalcemiantes mientras se hacen los estudios. La hipercalcemia moderada se acompaña de síntomas y es probable que se beneficie con agentes hipocalcemiantes. Los casos de hipercalcemia grave requieren hospitalización y tratamiento. La combinación de alteración mental, anorexia, náuseas y defectos en la concentración urinaria traen deshidratación. Por lo tanto, dicen, el tratamiento inicial de la hipercalcemia grave es la infusión de líquidos intravenosos hasta que se restablezca la volemia. El tratamiento diurético (furosemina, 20 mg) no debe instituirse hasta que no esté restablecida la volemia. La corrección sola del déficit de líquido, acotan los autores, puede disminuir la calcemia pero raramente restaura la normocalcemia cuando la hipercalcemia es grave. De los agentes hipocalcémicos, la calcitonina (4-8 UI/kg intramuscular o subcutánea cada 6-8 h) es la que tiene un comienzo de acción más rápido. Sin embargo, aclaran, al cabo de 24 a 48 horas se desarrolla resistencia  lo que limita su uso. La calcitonina sola raramente normaliza los niveles séricos del calcio pero es útil junto con bifosfonatos. Los bifosfonatos intravenosos como el pamidronato (60-90 mg) se usa habitualmente luego del diagnóstico de laboratorio. El comienzo de acción es a las 24 a 48 horas de la infusión, con un nadir de calcio de alrededor de 7 días. La duración del efecto del tratamiento varía de semanas a meses. Otros hipocalcémicos como la plicamicina, el nitrato de galio y el etidronato usados en el pasado para tratar la hipercalcemia grave, hoy en día casi no se usan. A veces hay que recurrir a la hemodiálisis, destacan los investigadores, en especial en las hipercalcemias graves con disfunción renal. Los glucocorticoides son útiles para la hipercalcemia por linfoma o enfermedades granulomatosas pero no para la secundaria a hiperparatiroidismo. Es necesario tratar la causa primaria de la  hipercalcemia.

 Los autores afirman que no existe tratamiento eficaz para el hiperparatiroidismo primario y aclaran que los calcimiméticos han sido estudiado solo en pocos casos, que el tratamiento de reemplazo estrogénico en las mujeres posmenopaúsicas puede atenuar la resorción ósea por hiperparatiroidismo primario pero con poca reducción del calcio sérico. Los nuevos bifosfonatos orales no están del todo bien estudiados y los anteriores no reducen el calcio en forma sostenida.

 Según manifiestan los autores, la cirugía es la única terapia curativa del hiperparatiroidismo primario y debe ser considerada en cada paciente. Sin embargo, acotan, sigue habiendo controversia en su aplicación en pacientes con hiperparatiroidismo primario leve asintomático, principalmente por que no se sabe si tales pacientes desarrollarán complicaciones de la enfermedad, sobre todo porque no hay pruebas de laboratorio o índices clínicos que puedan predecirlo. Los autores mencionan una guía útil (Consensus Development Conference) para tratar quirúrgicamente a pacientes seleccionados con hiperparatiroidismo primario asintom

 

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