El IMSS y el bienestar emocional en México | 07 AGO 23

Campaña “Vive SALUDableMENTE”

La institución creó un decálogo para informar a la población sobre las principales acciones y herramientas en el cuidado de la salud mental y la prevención de adicciones.

En pleno siglo XXI, hablar de bienestar no puede reducirse únicamente a la salud física, sino también a la emocional. La salud mental es también una cuestión médica y psicológica. A nivel mundial, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que una de cada ocho personas padece un trastorno mental, es decir, alteraciones considerables del pensamiento, la regulación de las emociones o el comportamiento. 

La depresión, que se caracteriza por una tristeza persistente y una falta de interés o placer en actividades que previamente eran gratificantes y placenteras, se estima que afecta al 3,8% de la población mundial, incluido el 5% de los adultos (4% entre los hombres y el 6% entre las mujeres) y el 5,7% de los adultos mayores de 60 años. 

Si bien no es el único trastorno de salud mental, es uno de los más comunes. En México 3,6 millones de personas adultas padecen depresión, de una población total de 127,7 millones de mexicanos. Es decir que el 2,8% padece este trastorno. 

Atendiendo a esta situación, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) creó y promueve un decálogo para fomentar la prevención y el autocuidado en la salud mental de la población. La propuesta surge en el marco de la campaña sectorial “Vive SALUDableMENTE”, que busca informar a la población sobre las principales acciones y herramientas en el cuidado de la salud mental y la prevención de adicciones. 

10 puntos para cuidar la salud mental  

Alejandra Díaz Moguel, psicóloga adscrita al Área de Gestión de Proyectos en Salud, detalló las recomendaciones que integran el decálogo:  

  1. Aprender a reconocer y expresar nuestras emociones de manera saludable, sin ignorarlas. 
     
  2. Reconocer que emociones como la tristeza o el miedo son naturales y cumplen una función determinada; sin embargo, si no podemos controlarlas y nos impiden llevar a cabo actividades cotidianas, debemos buscar ayuda profesional.  
     
  3. Tomar pequeñas pausas durante las actividades diarias para realizar ejercicios de relajación y activar el cuerpo.  
     
  4. Mantener una red de apoyo a través de la familia y amigos.  
     
  5. Evitar preocuparse por cosas que aún no han sucedido, y enfocarse en aquellas en las que podemos trabajar en el momento presente.  
     
  6. Realizar actividades en el tiempo libre, que nos gusten y disfrutemos, como leer, pintar o jugar con una mascota.  
     
  7. Realizar 30 minutos de ejercicio al día, eligiendo la actividad que más nos guste: como jugar futbol, hacer yoga, caminar, correr, etc.
     
  8. Mantener una dieta equilibrada, evitando comer en exceso o por debajo de lo recomendado.  
     
  9. Procurar dormir ocho horas diarias, sin interrupciones, para brindar descanso al cuerpo y la mente. 
     
  10. No automedicarse, ni consumir sustancias o remedios sin prescripción médica. 

“Los cinco minutos de agradecimiento”

 

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