Complicaciones | 10 ABR 02

Otomastoiditis aguda

Es el objetivo de este trabajo presentar una patología ótica que si bien no es actualmente muy importante por su frecuencia, sí lo es por su alta morbilidad.
Autor/a: Dra. Maria V. Globokar* 
Epidemiología



La incidencia de la otomastoiditis en la era preantibiótica era, por cierto,  importante: 25 al 50 % de los pacien-tes con OMA la desarrollaban y la mortalidad era muy alta debido princi-palmente al desarrollo posterior de complicaciones intracraneanas. De hecho, la primer cirugía mastoidea descripta data de 1790 cuando Petit, sin anestesia, removió la corteza mastoidea para evacuar pus.

Esquema de principios del siglo XX que muestra la región mastoidea y sus proximidades.

En un libro de medicina destinado al público general, escrito en 1911, la autora advierte sobre el "catarro agudo purulento de la caja del tímpano" como una enfermedad "...muy peligrosa, no sólo por sus consecuencias funestas para el órgano auditivo y porque puede producir la sordera, sino por el peligro de que la supuración se abra paso hacia el interior y origine también la supuración de la apófisis mastoides, alcanzando el contacto inmediato con el cerebro."

Hacia 1940,  el uso de sulfonamidas disminuyó su mortalidad a un 3%, pero no su prevalencia.
Esta comenzó a disminuir a partir del uso de las penicilinas, a las que, si bien habían sido descubiertas por Fleming en 1928, no se usó hasta mediados de la década del '40.  Hacia 1948, la frecuencia de mastoidectomía por mastoiditis se redujo a 2,8 %, lo cual es muy significativo si se compara con una frecuencia del 20% en 1938.
En Finlandia entre 1956 y 1971 solo se comunicaron 29 casos de otomastoiditis agu-da. 
  
Actualmente la prevalencia es baja. Se considera que a nivel mundial menos del 1% de la población con otitis media desarrolla una mastoiditis. Un estudio español afirma que se presenta actualmente en ese país en el 0.004% de las OMA. 
Algunos centros, sin embargo, han reportado un aumento en la prevalencia con res-pecto a años anteriores en países desarrollados,  principalmente europeos, donde exis-te tendencia a no realizar antibioticoterapia en pacientes con OMA debido a los nume-rosos estudios que demuestran que la mayoría de las mismas curan espontáneamente. Siempre hay que tener en cuenta que estos estudios se realizan sobre un número rela-tivamente pequeño de pacientes ya que esta patología sigue siendo muy poco frecuen-te.

No se halló estudios estadísticos serios realizados en países de América Latina sobre esta patología.

Factores predisponentes

El desarrollo de una otomastoiditis coalescente no tiene factores determinantes pero sí se han postulado algunos que favorecerían su aparición. Estos son:

1-la agresividad del agente infeccioso:
 
   Ha sido muy discutida. Estudios recientes parecen demostrar que las OMA debidas  al Neumococo y al Estreptococo B hemolitico del grupo A son las que tienen mayor ten-dencia al desarrollo de mastoiditis, frente a la baja presentación del Haemofilus como agente de la misma. Sin embargo, no existe en la bibliografía consultada una  explica-ción empírica para esto.

2-Inmunodeficiencia:

No existen estudios que demuestren mayor prevalencia de la afección en pacientes con SIDA o diabetes mellitus (DBT). Sí se ha visto una relación muy importante entre el desarrollo de la otomastoiditis coalescente y las alteraciones ponderales. Por supuesto, no debemos olvidar que tanto el SIDA como la DBT suelen acompañarse de importan-tes alteraciones en el índice de crecimiento. A su vez, la presentación de una otomas-toiditis en los niños, sobre todo en los recién nacidos, suele acompañarse de una de-tención en la curva ponderal, por lo que no sólo facilita sino que también acompaña el desarrollo del cuadro.
Existiría relación con la desnutrición no sólo por el déficit ponderal sino también por la mayor prevalencia que algunos informan existe en relación con la anemia de tipo ca-rencial .

 También se ha visto en algunos estudios coexistencia entre otomastoiditis y leuce-mia. Un estudio taiwanés sobre 21 pacientes estudiados entre l989 y l998, encontró que el 38,6% de ellos padecía de leucemia o de metaplasia mieloide .

3-Consulta médica:

   Puede intervenir de tres maneras:

La primera es la falta de acceso a la misma por parte de determinados grupos pobla-cionales -que generalmente son los mismos donde la desnutrición determina la falta de desarrollo ponderal-, por lo que el seguimiento de la otitis media no existe e incluso la acción médica sobre la mastoiditis puede tener lugar tiempo después de iniciado el cuadro.

Otro factor que se ha relacionado es la tendencia existente en determinados países como los nórdicos a no utilizar antibióticos en el tratamiento de la otitis media, basán-dose en que la mayoría de los casos tienden a remitir espontáneamente.  La incidencia de este factor esta aún en discusión.
Hay un estudio holandés donde comparan la incidencia de esta patología en una  po-blación no tratada con antibióticos (la de Holanda, Noruega y Dinamarca, donde sólo el 31% de las OMA recibió tratamiento antibiótico) con la de la que sí los recibió (USA, Canada y Australia, donde el 90% de las OMA se trataron con algun antibiótico), obser-vándose en la primer población una mayor prevalencia de otomastoiditis (3,8; 3,5 y 4,2/100.000 pacientes en la población nórdica  frente a  2.0 a 1.2/100.000 pacientes en América del Norte y Australia) .
Por otro lado, un estudio Suizo subraya que de 50 casos estudiados de otomastoidi-tis, el 48% de los pacientes habían recibido tratamiento antibiótico previo al cuadro y el 52%, no.  Ellos consideran que el tratamiento antibiótico indiscriminado de la OMA no es útil para prevenir esta complicación . 
Lo único cierto es que sigue siendo una patología de muy baja frecuencia de presen-tación y, si bien los estudios no dejan de ser serios, la población con la que se trabaja en ellos es relativamente escasa.

El tercer elemento asociado a la acción médica -y se puede agregar en nuestro país donde los antibióticos se venden libremente, a la acción farmacéutica-, es el uso ina-decuado de antibióticos, ya sea por una baja dosis, tratamientos incompletos o uso de bacterioestáticos.  En relación con esto, se describe una variedad de mastoiditis coa-lescente aguda llamada "masked mastoiditis" donde como su nombre lo indica, se en-mascaran los signos evolutivos de la enfermedad y la aparición de síntomas y el desa-rrollo de lesiones es más abrupto y,  generalmente,  aparecen luego de la suspensión del antibiótico.

4-Mala aireación de la mastoides:

Esto tiene mucha relación con la incidencia mayor de mastoiditis aguda en niños que en el adulto. El desarrollo incompleto de las celdillas aéreas, sería uno de los factores predisponentes para que los niños tiendan a padecer de otitis media con mayor fre-cuencia y por lo tanto mayor probabilidad de desarrollar esta patología.

La hipertrofia adenoidea, con obstrucción de la trompa de Eustaquio,  y su colabora-ción en los procesos inflamatorios del oído medio, también estaría relacionada y es lo que justifica la adenoidectomía como

 

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