Desde una historia personal que comenzó con las guardias extenuantes de su pareja médica, Jean Marc Goguikian, MBA de Harvard Business School y con una licenciatura en Economía de Duke, decidió unir sus conocimientos de negocios con el mundo de la salud. Así nació Konko AI, una empresa de inteligencia artificial que busca liberar a los médicos de tareas operativas para que puedan enfocarse en lo que realmente importa: el cuidado de los pacientes.
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Jean relata cómo ayudó a su pareja a abrir su consultorio privado, demostrando que con apenas cinco o seis pacientes semanales se podía reemplazar el ingreso de guardias de 48 horas. Hoy, esa clínica cuenta con siete especialistas, decenas de miles de dólares en facturación mensual y una filosofía clara: una clínica de mujeres para mujeres, donde la empatía y la conexión emocional son tan importantes como la técnica.
Pero el punto de inflexión a sus vidas llegó cuando la coordinación de pacientes por WhatsApp se volvió insostenible. Jean y su socio, un físico de la UCLA que trabajó en Tesla, desarrollaron Konko: una solución basada en IA que automatiza tareas repetitivas, mejora la experiencia del paciente y libera tiempo del personal de salud.
Según sus metáforas, la inteligencia artificial no es un robot frío, sino un traje de Iron Man. Quiere decir que funciona como un potenciador para ser más eficientes.
Pero la incorporación de la IA, de chatbots o de cualquier tecnología, en el contexto de una empresa o un emprendimiento, necesita de un cambio en la cultura organizacional: el verdadero motor será la adopción tras una capacitación en la que todos puedan ver el valor y el potencial. Por eso, para Jean Marc, la clave del éxito no está solo en la tecnología, sino en la cultura. La historia que cada persona tiene en su mente sobre cómo es su trabajo, es lo que define cómo se comporta.
Entonces, crear una cultura positiva en la que la tecnología se visualiza en todos sus efectos beneficiosos, trae modificaciones importantes para su implementación. Ahora bien, esto demanda comunicar la misión con emoción, contratar y sostener a las personas alineadas con esa visión y premiar comportamientos que lo refuercen.
El médico que entiende cómo liderar desde la empatía y la narrativa tiene una ventaja competitiva. Podrá implementar tecnología útil para su trabajo y para los pacientes, desde una historia emocional que motive a su equipo y que motive a las personas a cuidar su salud en colaboración con las herramientas y los equipos sanitarios.
Jean Marc comparte algunos principios para quienes quieran transformar su práctica médica desde una perspectiva que una la tecnología con la cultura organizacional y el cuidado de los pacientes:
- Tener mentalidad de crecimiento, para poder ver los desafíos como oportunidades de aprendizaje.
- Identificar lo que no se sabe, con el fin de reconocer las propias limitaciones para poder superarlas.
- Aprender sobre inteligencia artificial, ya que dominar esta herramienta será clave para el futuro de la medicina.