El director ejecutivo del Fondo Global de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, Michel Kazatchkine, asegura que la tuberculosis multirresistente (MDR-TB, por sus siglas en inglés), podría afectar a cerca de 500.000 personas en el mundo, pero que la mayoría estarían sin diagnosticar y sin recibir tratamiento.
"El Fondo Global cubre a entre 25.000 y 30.000 pacientes, pero el número total de casos estimados asciende a 500.000", apuntó Kazatchkine en una conferencia sobre VIH/Sida celebrada en Bali.
En este sentido, advirtió de que aún "estamos muy lejos" de acabar esta "una epidemia peligrosa, que se está extendiendo" y afectando sobre todo a la región de Asia-Pacífico, donde sólo un 1% de los casos tiene un diagnóstico y tratamiento.
"Si podemos hacerlo con la gripe A/H1N1, podemos hacerlo con la tuberculosis. Estas epidemias llevan por encima del nivel 6 (de alerta pandémico) durante muchos años", destacó.
Prevención y cumplimiento de los tratamientos
Kazatchkine recordó que el tratamiento para la tuberculosis multirresistente cuesta 7.000 dólares al año, unas 100 veces más que tratar la tuberculosis normal, por lo que apuesta por prevenirla.
"La mejor manera de prevenir la tuberculosis resistente es conseguir que los pacientes sigan los tratamientos normales contra la enfermedad", señaló, insistiendo en que es urgente conseguir más dinero para tratar a las personas con tuberculosis resistente.
Este tipo de tuberculosis surge cuando se hace un uso indebido de antibióticos a la hora de tratar la tuberculosis normal, como cuando no se llega a completar el tratamiento que, en la mayoría de los casos, dura entre seis y ocho meses. La MDR-TB es resistente a dos de los componentes más potentes para el tratamiento de la tuberculosis: la isoniazida y la rifampicina.
El aumento de la tuberculosis multirresistente supone una amenaza para la sanidad pública, especialmente en los países con una alta tasa de personas con VIH, ya que son pacientes especialmente vulnerables ante la tuberculosis por tener débil su sistema inmune. De hecho, cerca de un tercio de los afectados por VIH también tienen tuberculosis, siendo la principal causa de mortalidad del colectivo