Glaucoma

Consecuencias del glaucoma primario agudo de ángulo cerrado

Se evaluan los cambios de la capa retiniana de fibras nerviosas durante las primeras 16 semanas de producido un glaucoma primario de agudo ángulo cerrado.

Autor/a: Dres. Aung T, Husain R, Gazzard G, Chan YH,

Fuente: Ophthalmology. 2004 Aug;111(8):1475-9.

Indice
1. Desarrollo
2. Bibliografía

El glaucoma primario agudo de ángulo cerrado (GPAAC) es una afección que puede provocar ceguera. La incidencia de GPAAC es especialmente elevada en Asia, donde estos episodios suelen ser severos. El grado de pérdida de campo visual a causa de un GPAAC es variable. Aunque muchos casos de GPAAC han demostrado no dejar secuelas del ataque agudo, el GPAAC también puede conducir al desarrollo de una neuropatía óptica glaucomatosa y a un glaucoma crónico.

El proceso de la enfermedad no ha sido determinado, en especial, se desconoce su mecanismo, tipo y daño neuronal luego del GPAAC. Se cree que cualquier daño neuronal provocado por el GPAAC se produce inmediatamente debido al ataque agudo y a la presión intraocular (PIO) extremadamente elevada. El efecto del GPAAC sobre el disco óptico y la capa de fibras nerviosas de la retina (CRFN) no se ha investigado con anterioridad.  Es posible que el daño producido por el episodio agudo pueda provocar daños estructurales en el disco óptico y en la CRFN, sobre todo en pacientes que experimentan un ataque severo o prolongado.

El objetivo del presente estudio es investigar prospectivamente los cambios de la CRFN en los primeros cuatro meses, utilizando polarimetría láser. Los cambios en el grosor de la CRFN de ojos que sufrieron GPAAC se compararon con el grosor de la de los ojos pares no afectados.

Pacientes y métodos:

En todos los casos, el GPAAC se resolvió mediante tratamiento y el estudio se realizó durante el período de seguimiento después del episodio agudo. Se evaluó la CRFN en ambos ojos utilizando GDx Nerve Fiber Analyzer (Analizador de fibra nerviosa GDx). El estudio se realizó a las dos semanas del GPAAC y a las 16 semanas. Se compararon los resultados de la 2ª semana y 16ª semana en el ojo afectado y en el ojo par no afectado. Se realizó un análisis de regresión logística múltiple para analizar los factores que podrían influir en los resultados de la CRFN.

Previamente, ya se ha demostrado que la polarimetría láser puede detectar el adelgazamiento progresivo de la CRFN en el glaucoma primario de ángulo abierto. Entre la 2ª semana y la semana 16ª, el grosor promedio tanto superior como inferior de la CRFN disminuyó significativamente, con mayor cambio en el grosor inferior (hasta un 5%). Estos cambios en el grosor de la CRFN no serían el resultado de variabilidad en la medición, dado que no se observó ningún cambio en los parámetros de la PL en el ojo par.  Creemos que la reducción en el grosor de la CRFN en las regiones superior e inferior es indicativa de cambios estructurales progresivos en la misma luego del GPAAC.

En todos los casos el GPAAC cedió luego del tratamiento médico y no hubo evidencia de PIO elevada o de inflamación en la consulta de la segunda semana. Es importante observar que aunque no hubo diferencia en las mediciones entre el ojo afectado y el ojo par en la semana 2, el adelgazamiento progresivo de la CRFN superior e inferior se produjo entre las dos visitas.

La detección de cambios progresivos en la CRFN después de un GPAAC proporciona cierto esclarecimiento con respecto a la patogénesis del daño causado por la PIO elevada. Los presentes resultados sugieren que la pérdida de CRFN después del GPAAC es más localizada que difusa.

El adelgazamiento progresivo que se observó semanas después del ataque inicial también puede implicar una degeneración secundaria en la propagación del daño después del GPAAC. Estudios anteriores han mostrado que los cambios de la CRFN en el glaucoma primario de ángulo abierto preceden la pérdida funcional, a veces años antes. Sería importante determinar si ocurre lo mismo en el caso de GPAAC. 

Varias características relacionadas con el episodio de GPAAC pueden tener incidencia en la patogénesis del adelgazamiento de la CRFN. Los ojos asiáticos suelen sufrir ataques severos de GPAAC debido a que los pacientes recurren tarde al tratamiento o porque en muchos casos, no responden al mismo. Los ojos con ataques severos de GPAAC son los que corren mayor riesgo de sufrir daño de la CRFN. No hubo asociación con un aumento de la PIO durante el período de seguimiento que haya requerido medicación. Dicho aumento de la PIO, en general, significa el desarrollo de un glaucoma crónico de ángulo cerrado y sería un factor de riesgo de daño de la CRFN.

Los resultados del presente estudio sugieren que el grosor de la CRFN medido con PL puede ser útil para estudiar la neuroprotección después de un GPAAC.

Conclusiones:

Se demostró que, después de un episodio de GPAAC, el grosor superior e inferior promedio de la CRFN disminuye significativamente entre la semana 2 y 16.