Informe de la OMS y de varios países

Crecen los casos de tuberculosis porque "falta información"

Un paciente sin tratamiento puede infectar a una persona sana por mes.

La Nación

Según expertos argentinos en la lucha contra la enfermedad.

La tuberculosis, enfermedad contagiosa que actualmente se puede prevenir y curar por completo, aún existe entre nosotros y representa un problema más de salud pública por su alto potencial infeccioso. De hecho, expertos en el tratamiento de la enfermedad afirman que un enfermo sin tratar puede infectar a una persona sana por mes al estornudar o, simplemente, al hablar.

"La tuberculosis en realidad va en aumento por la falta de información", afirmó, contundente, la doctora María Cristina Brian, coordinadora de los centros de salud del Programa de Control de la Tuberculosis de la Ciudad de Buenos Aires, que dirige el doctor Antonio Sancineto y funciona en el hospital Muñiz.

Esa "falta de información" incluye la poca cantidad de notificaciones o subregistro de la enfermedad -que sería de entre el 15 y 30% en el país, según fuentes consultadas-, pero también "la ausencia de diagnóstico adecuado, de campañas de información a la población y de capacitación médica en la enfermedad". Además, comentó Brian, muchas veces "no contamos con la colaboración de la asistencia privada para que nos envíe las notificaciones de los nuevos casos que se van detectando". Esto es, justamente, lo que ayuda a conocer la epidemiología de una enfermedad y, así, diseñar o corregir las estrategias o las políticas de salud para prevenirla, identificarla y tratarla.

Según cifras del Programa Nacional de Control de la Tuberculosis, cuyas últimos datos disponibles corresponden al año 2006, en 2005 se notificaron 11.242 nuevos pacientes en el país. En 2006, el registro indica la notificación de 11.068 nuevos casos. "Estimamos que hay un subregistro importante -dijo Brian-. Hasta que los médicos no piensen en la enfermedad, ésta va a seguir existiendo. Neumonología, una materia que se dicta en la carrera de medicina e incluye la tuberculosis, junto con el resto de la gran batería de enfermedades respiratorias, se dicta en diez días. Así, no hay enfermedad que se pueda controlar."

Una red débil

A esto podría sumarse una débil red de identificación del bacilo en la población. Es más: el doctor Alberto Echazarreta, ex director de Medicina Sanitaria de la provincia de Buenos Aires, insiste y va más allá: "No hay búsqueda de la enfermedad. El 70% de los laboratorios no hacen más de 20 baciloscopias por mes". Un análisis realizado por los Centros de Control y Prevención de las Enfermedades (CDC, según sus siglas en inglés) de los Estados Unidos mostró que por cada paciente con tuberculosis que no recibe tratamiento, el sistema de salud necesita invertir 250.000 dólares (750.000 pesos) para controlar las complicaciones que produce esta condición.

"Es la enfermedad que más muertos ha producido en la historia de la humanidad y, a pesar de contarse con un arsenal terapéutico eficaz, sigue siendo la patología infecciosa que más personas mata en el mundo contemporáneo", agregó Echazarreta.

Pero, detectada a tiempo, la tuberculosis se cura. "Para esto -afirma un trabajo de los comités nacionales de Infectología y Neumonología de la Sociedad Argentina de Pediatría, publicado en 2007-, es necesario reforzar las acciones y actividades destinadas a lograr que toda la población, particularmente la que está en situación de mayor vulnerabilidad para contraer tuberculosis, tenga acceso a las medidas básicas de prevención, detección precoz y tratamiento efectivo completo."

Los grupos de riesgo son los bebés, los adultos mayores y las personas con el sistema inmune debilitado, como las personas con VIH/sida, que reciben quimioterapia o que toman medicamentos que pudieran alterar las defensas del organismo. Y el riesgo de contraer el bacilo de Koch aumenta cuando se está en contacto frecuente con personas con tuberculosis, se vive en condiciones insalubres o hacinamiento, o se padece desnutrición.

Según Echazarreta, en nuestro país podría hablarse de un panorama de real emergencia sanitaria. Sobre todo, cuando se trata de la interacción de la tuberculosis con el VIH/sida, como lo demuestra el 12° informe mundial difundido ayer por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El documento Control global de la tuberculosis 2008 , que se conoce a una semana de la conmemoración del día mundial de la enfermedad, el próximo lunes, señala que disminuyeron los avances en el mundo para identificar a las personas con tuberculosis. "Entre 2001 y 2005, la tasa promedio de detección de nuevos casos aumentaba un 6% anual -indica el texto-; pero entre 2005 y 2006, esa tasa disminuyó a la mitad, el 3 por ciento."

De ahí la importancia de adiestrar a los médicos en su detección. Un curso gratuito de especialización en tuberculosis que dicta el programa porteño de control de la enfermedad intenta despertar más interés por la enfermedad en los profesionales de la salud. "Es teórico-práctico; se dicta todos los martes en el hospital Muñiz durante un año e incluye rotaciones centradas en el tratamiento de la tuberculosis; pero necesitamos que se inscriban", pidió la doctora Brian. (Informes: 4305-3062).

En tanto, la OMS halló más causas de la reducción de la detección de la enfermedad. Entre ellas, el documento precisa que "algunos programas nacionales que avanzaron rápido en los últimos cinco años no pudieron mantener ese ritmo en 2006 [y que] muchos pacientes reciben tratamiento de servicios de salud privados y de organizaciones no gubernamentales, confesionales y comunitarias, escapando así a la detección de los programas públicos".

Por Fabiola Czubaj
De la Redacción de LA NACION

Multirresistente 

El informe de la OMS sobre la situación de la tuberculosis en el mundo muestra preocupación de sus autoridades por el aumento de los casos de la forma multirresistente (sin respuesta a las drogas disponibles). "El mes pasado se registró el nivel más alto hasta ahora -indica la OMS-. Dada la capacidad limitada de laboratorios y tratamiento, los países informantes (202, entre los que está la Argentina) estiman que en 2008 podrán asistir sólo al 10% de las personas con tuberculosis multirresistente." En el país se registraron 59 casos en 2005 y 64 casos en 2006, según el Programa Nacional de Control de la Tuberculosis.



EL PAÍS 
La tuberculosis aumenta en las grandes ciudades

Sanidad prepara un plan nacional para frenarla, sobre todo entre inmigrantes

MÓNICA L. FERRADO  -  Barcelona  

La tuberculosis está aumentando en las ciudades españolas que más han crecido en la última década. Según datos de la UE, en 2006 se registraron en España 18 casos por cada 100.000 habitantes (8.000 personas). Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), podrían ser más enfermos: 27 por cada 100.000 habitantes (12.000 personas), ya que se estima que una tercera parte de los casos no se notifican, según representantes de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). Hasta 2000 la incidencia de la tuberculosis en España iba a la baja. Ahora, se ha estancado y, además, la distribución es heterogénea: está aumentando en algunas ciudades de Cataluña, Andalucía, Madrid y Valencia, sobre todo entre los más desfavorecidos, inmigrantes. Para frenar el avance de esta enfermedad infecciosa, el Ministerio de Sanidad y Consumo está elaborando un plan nacional. Se acaba de presentar un documento de consenso entre las comunidades autónomas, las sociedades científicas y otras asociaciones, que unifica criterios para un diagnóstico precoz, su tratamiento y la creación de una red de registro y vigilancia. "Debemos incrementar la sospecha diagnóstica en los grupos de riesgo", explicó Isabel Pachón, de la Subdirección General de Epidemiología del ministerio, durante la presentación del documento en Barcelona, en las jornadas sobre Tuberculosis en grandes ciudades y novedades epidemiológicas.

En Barcelona, la tasa de afectados en 2007 asciende a 30 personas por 100.000 habitantes (500 personas). El 48% son inmigrantes, mientras que hace una década la proporción era apenas el 6%, según datos de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB). Para el diagnóstico precoz se necesitan medidas para llegar a personas que se encuentran fuera del sistema, afirma Joan Caylà, jefe del servicio de Epidemiología de la ASPB. Muchos son sin papeles, pero también indigentes, personas con drogadicciones y enfermedades mentales.

Sobre el mapa de la ciudad, las zonas más afectadas son las más pobres. "Hay que tener en cuenta la dimensión social de la enfermedad; la tuberculosis actúa como marcador de las diferencias", apunta Julio Ancochea, presidente de Separ. Para llegar a ellos, el documento de consenso se fija en los agentes comunitarios y pretende editar material informativo en lenguas extranjeras.

Las cifras todavía están lejos de la Barcelona de la década de 1990, cuando "el sida y la heroína elevaron las tasas a 70 personas por cada 100.000, que bajaron hace cuatro años", según Caylà. Ahora, la tuberculosis vuelve a repuntar, pero ante otra realidad. 

Contra las resistencias 
 
  El futuro plan nacional sobre tuberculosis se enmarca en un esfuerzo internacional liderado por la OMS para frenar esta enfermedad infecciosa cada vez más resistente a los fármacos. Hoy, sólo Cataluña, Galicia y Valencia cuentan con programas específicos para su control. "La coordinación entre comunidades va a ser básica", afirma Pachón. Para evitar contagios y la aparición de cepas resistentes hay que asegurar que los enfermos cumplen todo el tratamiento, para lo que se propone crear un registro.

El año pasado, en Barcelona, la policía intervino para que cinco enfermos cumpliesen el tratamiento. "Son casos extremos", afirma Caylà. Uno de ellos, acudió al hospital acompañado por la Guardia Urbana, pero escapó y se encuentra en busca y captura. "Es uno, pero puede contagiar", afirma. Por eso, la ASPB estudia figuras legales para obligar a tratarse a los enfermos no cumplidores.

En España el porcentaje de tuberculosis ocasionada por bacterias resistentes es bajo, el 3,8%. Estas cepas se han detectado, sobre todo, en viajeros, cooperantes e inmigrantes de países del Este, Asia y América Latina, según la Separ.
 



El Mundo, España

La OMS denuncia la lentitud de los esfuerzos globales por combatir la tuberculosis

Según los últimos datos, hay un 39% de infecciones que no se han diagnosticado
En 2006, 500.000 casos fueron multirresistentes y 700.000 en pacientes con VIH

GINEBRA.- La falta de un diagnóstico adecuado, la estrecha relación entre tuberculosis y sida, y el crecimiento de las cepas multirresistentes, son elementos que preocupan a la Organización Mundial de la Salud (OMS), según recoge en el informe Control Mundial de la Tuberculosis 2008.

La incidencia de esta enfermedad, que mata cada año a 1,7 millones de personas, sigue preocupando a este organismo y los fallos en la detección y diagnóstico de los casos son clave para frenar su expansión. Si entre 2001 y 2005, la tasa media de detección de nuevos casos de TB aumentó un 6% anual, en 2006 -año al que se refiere el informe- ese crecimiento se redujo al 3%, ha señalado la directora general de la OMS, Margaret Chan, al hacer público el informe el rueda de prensa.

Ello no significa que haya menos casos, según destacaron Chan y otros expertos, sino que actualmente "hay un 39% de casos que no se han diagnosticado o detectado", lo cual no es un buen signo.

El informe señala que en 2006 hubo 9,2 millones de nuevos casos de tuberculosis, de los cuales 500.000 fueron multirresistentes, y 700.000 en pacientes infectados por el virus del sida (VIH).

En 2006 murieron 1,5 millones de personas por tuberculosis, además de otras 200.000 personas seropositivas que fallecieron de tuberculosis asociada al VIH.

De acuerdo a las nuevas directrices de la OMS, las muertes debidas a la coinfección por VIH y TB dejarán de clasificarse como muertes por tuberculosis.

"La situación es alarmante... la tuberculosis multirresistente puede contagiarse de persona a persona y es 100 veces más costosa de curar", ha señalado Chan, que centró una de las causas del aumento de casos no detectados en la falta de equipos de diagnóstico y profesionales en muchos países afectados, especialmente africanos.

Tanto el doctor Peter Piot, director ejecutivo de ONUSIDA, como el enviado especial del secretario general de la ONU para la lucha contra la tuberculosis, Jorge Sampaio, destacaron que la tuberculosis es "la principal causa de muerte entre los seropositivos".

"Se da una paradoja que supone un enorme desafío: una enfermedad como la TB, que si es diagnosticada y tratada es curable, es la principal causa de que mueran las personas seropositivas, a pesar de que con tratamientos antirretrovirales se puede vivir mucho tiempo con el VIH", afirma Sampaio.

"El hecho de que la OMS y los organismos involucrados en la lucha contra la tuberculosis destaquen la especial relación entre esta enfermedad y el sida constituye un hito relevante" para hacerle frente, ha subrayado.

El informe señala que la combinación letal de TB con el VIH está exacerbando la epidemia de tuberculosis en muchas partes del mundo, y especialmente en Africa, donde el 85% de los seropositivos tienen también TB.

Se precisan más fondos

Aunque se ha avanzado algo y en 2006 se realizaron pruebas de detección del VIH en casi 700.000 pacientes con tuberculosis, en comparación con 22.000 en 2002, el informe señala que esa cifra está lejos de la meta de 1,6 millones fijada.

Pese a que se están haciendo progresos, "es imprescindible mayor financiación", ha afirmado el doctor Peter Kazatchkine, director ejecutivo del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la TB y la malaria, entidad que ha proporcionado el 70% de la financiación mundial contra la tuberculosis.

Aunque se han invertido unos 400 millones de dólares anuales en la lucha contra la tuberculosis, se necesitaría invertir 2.000 millones cada año, ha dicho, por su parte, Sampaio.

"Debemos acelerar los esfuerzos. Los medios disponibles para la investigación, la vacunación y el diagnóstico no son suficientes", ha advertido.

Por regiones, mientras la situación es especialmente grave en África, y los casos se han estabilizado en Europa, en Latinoamérica se observa una tendencia al descenso en los últimos siete años, comentaron los expertos.

Algunos países, entre los que se citó a Brasil y Perú, "necesitan mayores esfuerzos" para bajar la tasa de tuberculosis, mientras que en Chile, Uruguay y Cuba "han sabido enfrentarse a la TB con mucha efectividad".