México

Aumenta la frecuencia de cáncer de piel

Fundamental el diagnóstico temprano y tratamiento oportuno del melanoma; se ha triplicado en las últimas décadas.

Autor/a: Laura Romero

El melanoma maligno, uno de los tipos de cáncer de piel, avanza de manera alarmante pues su frecuencia se ha triplicado en los últimos 40 años. Por ello, es fundamental su diagnóstico temprano y tratamiento oportuno, afirmó en la UNAM Francisco Javier Quintana Ramírez, jefe del Departamento de Dictaminación en Medicina del Trabajo del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.

El dermatólogo explicó que ese padecimiento se genera de las células productoras de melanina, que sólo se encuentran en la piel (90 por ciento de los casos), sino también en los ojos (9 por ciento) y las mucosas (1 por ciento).

Se origina por una neoformación pigmentada, la cual progresa rápidamente y puede producir metástasis, abundó durante el Seminario Permanente de Salud en el Trabajo, realizado en el Auditorio Fernando Ocaranza, de la Facultad de Medicina de esta universidad.

El Investigador agregó que en cuanto a la localización anatómica, en las mujeres es común en extremidades inferiores y en los hombres se presenta en el tronco y en las extremidades superiores.

Los riesgos de padecerlo pueden ser de carácter endógeno (por predisposición genética) y exógeno, referente a condiciones ambientales que aumentan, entre cinco y 10 por ciento, la posibilidad en personas con antecedentes familiares.

Su aparición está regulada por factores genéticos correlacionados con marcadores fonotípicos y promovidos, sobre todo, por la exposición solar; no obstante un estado inmunológico adecuado previene el incremento de los melanomas, sostuvo el experto.

El riesgo comienza desde el nacimiento y en menores en etapa escolar; por ello, en estas fases de la vida debe iniciarse la prevención. El bronceado es una defensa de la piel, pues el color oscuro impide la penetración de la radiación; sin embargo, una estimulación excesiva ocasiona daño en el ADN de las células y en el proceso de reparación, destacó.

El efecto de la carcinogénesis por radiación ultravioleta influye en tres nivels: daño celular directo, que produce hiperpigmentación; fallos en la reparación del ADN, y depresión inmunológica.

Para evitarlos deben identificarse los tipos de piel (las blancas son más sensibles), pues podrían presentar desde pigmentaciones y lesiones, hasta quemaduras intensas. Los filtros solares, aseguró, son una buena protección.

Se reconoce, además del melanoma, otros dos tipos de cáncer: el epidermoide y el basocelular. El primero es una neoplasia maligna originada de las células epidérmicaso sus anexos, como un foliculo polisebáceo o una glándula sudorípara. Se caracteriza porque las lesiones tiene un aspecto verrugoso o ulcerado y predominan sobre todo en la cabeza o en las extremidades; son de creciemiento rápido y pueden causar metástasis en ganglios.

En tanto, el carcinoma basocelular es un tumor epitelial considerado de malignidad local; se forma de células basales, y aunque sus lesiones pueden ser polimorfas, están delimitadas y se les reconoce por el borde acordonado o perlado, muchas veces pigmentado, de crecimiento lento; casi nunca causa metástasis.

En relación con el céncer ocupacional, expuso que hay padecimientos que se derivan de cancerígenos industriales de origen físico, químico, orgánico o inorgánico, entre otros. Son consecuencia de una irritación local crónica, debido a traumatismos mínimos, aunque repetitivos.

Hasta ahora se han encontrado 368agentes químicos con efectos cancerígenos potenciales, así como 26 procesos industriales asociados con el mal; uno de ellos es el uso indiscriminado de fertilizantes que producen una contaminación no sólo por contacto directo, sino también por vía respiratoria y digestiva, finalizó Quintana Ramírez.