Las lesiones en los riñones que pueden surgir después de pasar por ciertas pruebas médicas de imagen aumenta el riesgo del paciente de sufrir un ictus o un ataque cardiaco en los siguientes 12-24 meses, según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Vermont (Estados Unidos) y publicado en el último número de la revista Clinical Journal of the American Society Nephrology.
Concretamente, las evidencias indican que lo que parecían daños menores y reversibles sobre los riñones derivados de estas pruebas médicas son en realidad una grave amenaza para la salud de los pacientes.
Las pruebas de imagen médicas a menudo utilizan agentes de contraste, sustancias como el bario que aumentan el contraste de estructuras o fluidos en el organismo. Así, los agentes de contraste pueden emplearse durante una angiografía cardiaca y procedimientos de tomografía computarizada (TAC) para visualizar vasos sanguíneos y cambios en los tejidos. La exposición a los agentes de contraste puede lesionar los riñones, pero a menudo se señala a los pacientes que es sólo un efecto secundario temporal.
Los investigadores estudiaron a 294 pacientes con enfermedad renal que fueron expuestos a agentes de contraste durante una angiografía cardiaca. Los pacientes del ensayo CARE fueron divididos para recibir uno de dos agentes de contraste: iopamidol o iodixanol.
Después de seguir a los pacientes durante al menos un año, los investigadores descubrieron que el 31% sufrió efectos secundarios perjudiciales para su salud. El 13% padeció un episodio importante como mortalidad, ictus, ataque cardiaco o enfermedad renal en fase final. Los individuos que desarrollaron lesiones renales inducidas por el contraste tuvieron el doble de efectos secundarios negativos a largo plazo en comparación con los que no sufrieron estos daños en los riñones.
En ausencia de lesiones renales inducidas por el contraste, no había diferencias en la incidencia a largo plazo de efectos negativos entre los pacientes a los que se les administró iopamidol o iodixanol. Sin embargo, los investigadores descubrieron que los pacientes que tomaron iopamidol tenían menores incidencias tanto de daño renal como de efectos secundarios a largo plazo. Estas menores incidencias paralelas apoyan la teoría de que las lesiones renales inducidas por el contraste tienen efectos negativos a largo plazo.
Clinical Journal of the American Society Nephrology
Más lesiones renales derivadas de pruebas de imagen
Las lesiones por uso de contrastes, hasta ahora consideradas inocuas, aumentan el riesgo de mortalidad, infarto e ictus.