Por Amy Norton
NUEVA YORK (Reuters Health) - Como si envejecer no fuera lo suficientemente duro, un nuevo estudio demostró que las mujeres de mediana edad o adultas mayores que tienen dificultades para dormir o mantener el sueño podrían engordar más que aquellas que descansan bien.
Varios estudios detectaron que los niños y adultos que no duermen bien son más propensos a tener sobrepeso que aquellos que duermen toda una noche entera.
Pero muchas de esas investigaciones evaluaron a las personas en un momento del tiempo, por lo cual es complicado saber qué comenzó primero: los problemas para dormir o el exceso de peso.
Unos pocos estudios siguieron a los participantes en el tiempo, pero no han coincidido en que la mala calidad del sueño esté asociada con el aumento de peso.
Los nuevos resultados, reportados en el International Journal of Obesity, refuerzan las evidencias de que los problemas del sueño están relacionados con los kilos de más.
En este caso, el diseño del estudio permitió a los investigadores demostrar que la dificultad para dormir se produjo antes de un sustancial aumento de peso en algunos participantes.
Un equipo finlandés que siguió a más de 7.300 adultos de 40 a 60 años durante siete años halló que las mujeres que reportaban significativos problemas para conciliar el sueño al comienzo generalmente aumentaban más de peso en el tiempo.
Casi un tercio de las participantes con dificultades frecuentes para dormir subieron al menos 5 kilos, en comparación con un quinto de las mujeres sin problemas.
Entre los hombres no se registró el mismo efecto. Sus dificultades para dormir no estuvieron relacionadas con el aumento de peso.
La asociación en las mujeres se mantuvo incluso cuando los investigadores consideraron un número de factores que pueden afectar tanto a la calidad del sueño como al incremento del peso, como su peso al comienzo del estudio, sus hábitos de ejercicio y su salud física y mental.
Si bien los resultados no confirman una relación causa-efecto, aumentan la probabilidad de que mejorar la calidad del sueño ayude a prevenir el aumento de peso, dijo Peppi Lyytikainen, de la Universidad de Helsinki, a Reuters Health.
Los 7.332 hombres y mujeres del estudio fueron los primeros sondeados entre el 2000 y el 2002. Aquellos que dijeron que habían tenido dificultades para dormir o mantenerse dormidos durante al menos 14 noches el mes previo fueron clasificados como participantes con problemas "frecuentes".
Los pacientes también reportaron su peso y altura durante la primera evaluación y volvieron a dar la misma información de cinco a siete años después.
Al comienzo del estudio, el 20 por ciento de las mujeres tenía problemas frecuentes del sueño. En general, eran también más propensas a reportar un "gran" aumento de peso, de 5 kilos o más, hacia el final del estudio, en comparación con aquellas que habían dormido bien.
Pero el 17 por ciento de los hombres que reportó dificultades para dormir no tenían más probabilidad que el grupo sin problemas a subir de peso.
La razón de esta disparidad entre hombres y mujeres es incierta, de acuerdo al equipo de Lyytikainen. Podría deberse a que el estudio incluyó a un número menor de hombres que de mujeres (1.300 versus más de 5.700), lo que podría haber dificultado la identificación de algún efecto.
FUENTE: http://link.reuters.com/nub45m International Journal of Obesity, online 8 junio del 2010.
¿Tiene cosas que hacer mañana? Dormir podría ayudarle a recordar
Una buena noche de sueño ayuda a fijar la 'memoria prospectiva', según un estudio
Robert Preidt
Dormir ayuda a recordar algo que se desea hacer el próximo día o en algún otro momento en el futuro, según un estudio reciente.
Una serie de pruebas con 24 estudiantes universitarios encontró que los que dormían tras procesar y guardar la idea de una tarea planificada eran más propensos a cumplir sus intenciones que los que trataban atacar el plan antes de irse a dormir.
También encontraron que la capacidad de cumplir con una acción planificada no depende tanto de qué tan firmemente está la intención fijada en la memoria. En realidad es un lugar, situación o circunstancia que se encuentra al día siguiente lo que provoca que una persona recuerde la acción intencionada.
Esta habilidad, conocida como memoria prospectiva, incluye cosas como recordar tomar medicamentos, comprar una tarjeta para felicitar a alguien en su aniversario, o llevar helado a casa para un cumpleaños, explicaron los investigadores en un comunicado de prensa de la Universidad de Washington en St. Louis.
Creen que el proceso de la memoria prospectiva ocurre durante el sueño de ondas lentas (un patrón al inicio del ciclo de sueño) y tiene que ver con la comunicación entre el hipocampo del cerebro, que desempeña un papel crítico en la formación de memorias, y sus regiones corticales, que son esenciales para almacenar la memoria.
"Creemos que durante el sueño de ondas lentas el hipocampo reactiva estas memorias recién aprendidas, las toma y las coloca en las regiones de almacenaje a largo plazo del cerebro. La fisiología del sueño de ondas lentas parece facilitar mucho este tipo de fortalecimiento de las memorias", apuntó en un comunicado de prensa de la universidad Michael Sculling, candidato doctoral de psicología.
El estudio aparece en línea en la revista Psychological Science.