(Reuters) - Los fármacos antipsicóticos más nuevos suelen prescribirse para tratar condiciones para las que no están aprobados, con cuestionables beneficios, según un estudio.
Estos medicamentos, conocidos como antipsicóticos atípicos, incluyen a la risperidona, comercializada en Estados Unidos como Risperdal, el aripiprazol (Abilify), la olanzapina (Zyprexa) y la quetiapina (Seroquel).
Si bien esas medicinas han sido aprobadas en Estados Unidos para tratar algunas condiciones psiquiátricas, como la esquizofrenia y el trastorno bipolar, los médicos también las recetan "fuera de indicación" a otros pacientes.
Entre esos tratamientos no autorizados se encuentran los de personas con trastornos de alimentación y por abuso de sustancias, generalmente cuando los pacientes no responden a las terapias más estandarizadas.
"Hay varias condiciones en psiquiatría que son bastante difíciles de tratar", dijo Alicia Ruelaz Maher, de RAND Health en Santa Mónica, California, autora del estudio.
"Generalmente, en psiquiatría pensamos que si algo funciona para una condición, posiblemente podría ser efectivo para otra", añadió.
Las personas con ansiedad o trastorno obsesivo-compulsivo, por ejemplo, suelen ser tratadas con antidepresivos llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que no siempre funcionan.
Cada vez más, los médicos están recetando antipsicóticos atípicos "fuera de indicación", señalan los expertos.
Con todo, dijo Maher, hay una falta general de evidencia sobre si los antipsicóticos atípicos pueden ayudar a los pacientes que no padecen ni esquizofrenia ni bipolaridad.
La autora y sus colegas observaron la literatura científica y combinaron datos de 162 estudios que comparaban un antipsicótico atípico con una píldora placebo para condiciones que quedan fuera de los usos aprobados.
El equipo halló otros 231 estudios que evaluaban los efectos colaterales relacionados con los fármacos. Casi todas las investigaciones estaban financiadas por laboratorios.
En conjunto, los estudios mostraron que los antipsicóticos atípicos no tienen efecto sobre los pacientes con trastornos de alimentación o relacionados con el abuso de drogas y alcohol, y no quedó claro si ayudaban a las personas con trastornos de la personalidad o por estrés postraumático.
No obstante, los fármacos presentaron un pequeño pero importante beneficio para los pacientes con demencia con síntomas psicóticos.
Pero según los resultados, publicados en Journal of the American Medical Association, estas medicinas tienen efectos colaterales.
Por ejemplo, una de cada 10 personas ancianas tratadas con Zyprexa desarrollados temblores y una de cada 53 que tomaban Risperdal sufrieron un ACV. Las personas más jóvenes que tomaban los fármacos experimentaban aumento de peso, fatiga y otros efectos adversos.
Maher consideró que la decisión de usar uno de estos medicamentos para una condición no aprobada debería basarse en un debate entre los pacientes y sus médicos, especialmente porque algunas personas serían más susceptibles que otras a sus efectos secundarios.