NUEVA YORK (Reuters Health) - Más de uno de cada cinco pacientes cardíacos no recibe fármacos que les podrían salvar la vida, llamados estatinas, como lo indican las guías.
Un equipo estudió a casi 39.000 personas que habían tenido un infarto o estaban operados del corazón y halló que a 8.600 no se les habían recetados los populares fármacos para bajar el colesterol.
Aunque aún se debate el uso de las estatinas para prevenir los infartos, existen evidencias claras de que ayudan a quienes tuvieron un ataque cardíaco o un accidente cerebral.
"Es positivo que un 80 por ciento las esté utilizando, pero nos falta un 20 por ciento", dijo el doctor David Frid, cardiólogo de la Clínica Cleveland, en Ohio, y que no participó del estudio publicado en la revista Circulation.
El equipo de Frid analizó un registro nacional de atención ambulatoria diseñado para evaluar la calidad del servicio brindado a pacientes cardíacos.
El 5 por ciento estaba tomando otros fármacos para bajar el colesterol y un 17 por ciento estaba sin tratamiento. Ninguno tenía contraindicaciones conocidas de las estatinas, cuyo uso recomienda la Asociación Estadounidense del Corazón.
Las estatinas reducen el colesterol LDL o "malo" y mejoran la supervivencia después de un infarto.
"Nuestro estudio demuestra que la mitad de los pacientes sin tratamiento tenían el colesterol LDL bajo. Esto respalda la idea de que algunos médicos no consideran que los pacientes con niveles bajos de LDL necesitan medicamentos para reducir los lípidos", dijo la coautora, doctora Suzanne Arnold, del Saint Luke's Mid America Heart Institute, en Kansas.
Arnold explicó que estos fármacos "van más allá de bajar el colesterol. También tienen un papel clave en la reducción de la placa y la inflamación arteriales. Eso ayuda a los pacientes, sin importar el nivel de colesterol".
Los resultados coinciden con información publicada en el 2010 de que uno de cada seis pacientes con un infarto cerebral deja el hospital sin la indicación de tomar estatinas.
Los motivos, según dijo Frid, son varios. "A veces, no reciben el tratamiento porque tuvieron problemas con el medicamento o por su alto costo", explicitó.
En el 2010, Consumer Reports reveló que el tratamiento con Atorvastatina durante un mes cuesta unos 165 dólares sin cobertura. El costo de Rosuvastatina es similar.
En algunos pacientes, las estatinas producen dolor muscular y problemas estomacales, como náuseas, gases, diarrea o constipación. Se desconoce qué efecto muscular tiene su uso prolongado.
Aun así, Frid indicó que la cantidad de pacientes cardíacos bajo el tratamiento es desalentadora: "Debería ser el 100 por ciento, salvo que el paciente no lo tolere".