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/ Publicado el 29 de septiembre de 2025

La prohibición es de hace 9 meses

Perú: el vapeo es ilegal para menores de 18 años, pero el acceso es casi irrestricto

Uno de cada 10 estudiantes de secundaria usa cigarrillos electrónicos.

Fuente: IntraMed

El 12 de noviembre de 2024 el Gobierno de Perú anunció la promulgación de la Ley 32159, que deja explícitamente prohibida la venta de vapeadores a menores de 18 años. Según el texto de la norma, busca “reducir el consumo y exposición de manera continua y sustancial de los cigarrillos electrónicos, sus derivados y accesorios” y “regular la comercialización de manera responsable, dirigida exclusivamente a mayores de edad, estableciendo las prohibiciones y sanciones”.

La ley, que también establece restricciones a uso en espacios públicos y de publicidad, está pronta a cumplir 10 meses, pero –como señala una investigación de Salud con Lupa- “el acceso es abierto, incluso para menores de edad”. “Las tiendas minoristas, bodegas y negocios de barrio son hoy los principales puntos de acceso a cigarrillos electrónicos para escolares de secundaria, de entre 12 y 16 años”, destaca también el informe, y señala que además de interferencias de la industria y de asociaciones de vapeadores, hay un bache legal: la reglamentación de la norma, que debía –entre otras directivas– precisar sanciones y plazos, sigue pendiente.

Y las cifras son preocupantes: según el “Estudio Nacional sobre Consumo de Drogas 2024”, de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA), uno de cada diez estudiantes de secundaria peruanos usa cigarrillos electrónicos, y solo el último año 133 mil se iniciaron en su consumo. “Se observa que los estudiantes de colegios públicos mencionaron en mayor proporción el acceso en tiendas de barrio, mientras que en colegios privados se reportó un mayor acceso mediante delivery. Por otro lado, el entorno doméstico también representó una vía de acceso relevante, ya sea a través de la casa de amigos, familiares o incluso la propia vivienda. Este hallazgo sugiere que la disponibilidad de cigarrillos electrónicos no se restringe únicamente a establecimientos comerciales, sino que también se encuentra en espacios cotidianos cercanos a los adolescentes, lo que podría facilitar su acceso e incrementar la exposición al consumo”, señala el informe.

El documento resalta también que el 50 % de los estudiantes reportó el uso de dispositivos con sabor y nicotina, y otro 45 % solo con sabor, “lo que resalta el papel que juegan los sabores en el atractivo de estos productos. Esta preferencia podría vincularse tanto a la amplia disponibilidad de opciones saborizadas como a una menor percepción del riesgo en comparación con los cigarrillos de tabaco”, agrega y destaca que el principal motivo para usar cigarrillos electrónicos fue el sabor, seguido por la curiosidad y por la idea de que ayudan a manejar el estrés o la ansiedad. También se mencionaron la facilidad de uso, la percepción de menor daño y, en menor medida, la influencia social o la aceptación frente al cigarrillo tradicional.

Y todo esto no es casualidad. “Está diseñado para una generación que creció sabiendo los peligros del cigarrillo y que cree que el vapeador no le hará daño o, al menos, no tanto. Ese atractivo sostiene un mercado donde la industria tabacalera se reinventa…”, señala el informe de Salud con Lupa. Y señala además que el proceso de reglamentación de la ley “enfrenta, además, un riesgo de interferencia: una disposición del Ministerio de Salud, la Resolución Ministerial N.° 307-2025 permite recibir ‘aportes’ de empresas y de otros actores privados durante la elaboración del reglamento”, lo que –destaca- “contraviene el artículo 5.3 del Convenio Marco para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud, que exige blindar las políticas públicas frente a la influencia de la industria tabacalera”.

A todo ello se suma la enorme influencia de un elemento clave entre los adolescentes: sitios como TikTok. Sucede que la ley prevé restricciones a la publicidad, pero –como ha pasado con los sucedáneos de la leche materna– no incluye las redes sociales, donde entre videos de musica, de tendencias de moda o de recetas de cocina –entre muchas otras posibilidades– el uso del cilgarrillo electrónico se cuela en imágenes. Ni siquiera hace falta hablar de él…