Según el estudio “Monitor de Servicios de Salud de Ipsos 2024”, la salud mental es percibida como el principal problema sanitario en Chile por el 69% de los encuestados. Este porcentaje no solo implica un aumento significativo desde el 26% registrado en 2018, sino que lo sitúa en el primer lugar a nivel mundial, y supera ampliamente el promedio global del 45%.
El estudio fue llevado a cabo por Ipsos, una multinacional francesa de investigación de mercados y consultoría con presencia en más de 90 países, que analizó las percepciones y las opiniones de la población respecto de los principales desafíos en materia de salud, además de la calidad de los servicios sanitarios. En esta, su sexta versión del estudio, fueron consultadas más de 23 mil personas en 31 países. “Por tercer año consecutivo, la salud mental es observada como el principal problema de salud a nivel mundial, siendo elegida por el 45% de las personas de los 31 países”.
En el informe queda claro que es un problema bastante generalizado, pero lo cierto es que Chile se subió tristemente a la cima del podio. “Este resultado implica un aumento de 3 puntos porcentuales desde la medición del año pasado (66%) y de 43 puntos porcentuales desde la primera edición (26%), publicada hace seis años, en 2018”, señala sobre los resultados chilenos el texto. “El deterioro de la salud mental es la gran herencia que nos dejó la pandemia”, explicó Alejandra Ojeda, directora de Estudios Públicos de Ipsos Chile, y respecto de la diferencia con 2018, agregó: “Este resultado, que ha aumentado año tras año, es una alerta importante para el sistema de salud respecto de la necesidad de intervenciones integrales desde temprana edad, así como de la necesidad de una mayor cobertura de atenciones “, añadió.
Por su parte, la edición 2025 del Termómetro de Salud Mental Achs-UC (estudio longitudinal que mide la prevalencia de síntomas de depresión y ansiedad en la población urbana chilena mayor de 18 años) da un poco más de detalles sobre los padecimientos de los adultos chilenos: “El 13,7% de los encuestados presenta síntomas moderados o severos de depresión, un alza estadísticamente significativa de 3,3 puntos porcentuales respecto de lo encontrado en la ronda anterior, de abril de 2024. Las mujeres tuvieron una prevalencia de 17,4%, casi el doble de los hombres (9,8%)”. También observaron que la prevalencia en las personas de entre 18 y 24 fue del 28,9%, lo que supera ampliamente la del resto de los rangos etarios.
Esta medición la llevan a cabo anualmente, desde 2020, la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Y si bien que una persona sufra es grave, el porcentaje ha crecido, pero no es excesivamente alto.
Los niños, también |
Sí lo es, en cambio, lo que viven niños y adolescentes. Un estudio publicado en octubre de 2024 llevado a cabo por Jonathan Martínez-Líbano y María-Mercedes Yeomans-Cabrera, investigadores de la Universidad Andrés Bello, reveló una alta prevalencia de depresión, ansiedad y estrés (60,2%, 63,6% y 50,2%, respectivamente). Se trata de un estudio transversal, que incluyó a 1.174 niños, niñas y adolescentes de cinco regiones chilenas, y se enfocó en determinar la prevalencia de depresión, ansiedad y estrés, así como en identificar factores de riesgo asociados.
La cifra es considerablemente más alta que el 15% que relevó la OMS a nivel mundial. El trabajo estableció también que los factores de riesgo no son siempre los mismos, pero coinciden con frecuencia:
· • Depresión: ser mujer, tener padres separados, estar en secundaria, tener un teléfono celular, dificultad para dormir, pensamientos rumiantes y baja autoestima.
· • Ansiedad: ser mujer, tener 12 años, tener un teléfono celular, tener problemas de sueño, tener rumiaciones, tener baja autoestima y ser ateo.
· • Estrés: los factores identificados fueron ser mujer, tener un teléfono celular, problemas de sueño, rumiaciones, baja autoestima, ser ateo, así como el uso extensivo de redes sociales.
Por su parte, el Diagnóstico 2025 de la Defensoría de la Niñez, organismo público creado por ley en 2018, profundizó en algunas áreas, y da también cuenta de que la situación es alarmante. La noticia que publicó al respecto la institución en abril destaca que, durante 2024, fueron 57 los menores de hasta 17 años que fallecieron por lesiones autoinfligidas, y que se observa una tendencia al alza en el promedio mensual de atenciones de salud mental e intervenciones por consumo de alcohol y otras sustancias, que alcanzaron en 2024 el nivel más alto registrado hasta la fecha. Advierte también sobre “preocupantes cifras que revelan la influencia de entornos cada vez más violentos para niños, niñas y adolescentes, en diferentes contextos” y sobre “el aumento de situaciones de discriminación, que ellas y ellos mismos identifican como temas relevantes”.