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Cambios en varias indicaciones para pacientes cardiovasculares tras el ESC 2025

Distinguir lo relevante en la avalancha de noticias científicas es difícil. En IntraMed, destacamos algunos avances de las últimas semanas que podrían tener impacto futuro en la práctica clínica.

Noticias médicas

/ Publicado el 5 de septiembre de 2025

Autor/a: Leonardo Biolatto

Fuente: IntraMed

Sabemos que el tiempo es valioso y que estar al día con los desarrollos más relevantes en salud puede ser un desafío. Por ello, esta selección es una guía curada de noticas que, en el futuro próximo, pueden convertirse en realidad para el ejercicio de los profesionales de la salud.

Elevar el potasio a rangos altos reduce el riesgo de arritmias ventriculares

Fuente: Jons C. POTCAST – a randomized controlled trial of arrhythmia prevention using targeted plasma potassium levels in ICD patients. ESC Congress 2025, 29 August-1 September, 2025.

El estudio POTCAST reclutó a 1200 participantes de alto riesgo, todos con niveles basales de potasio plasmático ≤4,3 mmol/L, en múltiples centros de Dinamarca. Los pacientes fueron aleatorizados en una proporción 1:1 a dos grupos: uno recibió un esquema de tratamiento dirigido a elevar el potasio a 4,5–5 mmol/L (mediante suplementación, antagonistas de los receptores de mineralocorticoides o ambas estrategias, junto con orientación dietética y atención estándar), mientras que el otro grupo continuó con la atención estándar sin intervención específica sobre el potasio.

El punto final primario compuesto incluyó la presencia de taquicardia ventricular sostenida documentada o terapia apropiada del CDI, hospitalización no planificada por arritmia o insuficiencia cardíaca, o muerte por cualquier causa, evaluado mediante un análisis de tiempo hasta el primer evento.

Tras una mediana de seguimiento de 39,6 meses, el punto final primario se registró en 136 participantes (22,7 %; 7,3 eventos por 100 personas-año) en el grupo de potasio alto-normal, en comparación con 175 participantes (29,2 %; 9,6 eventos por 100 personas-año) en el grupo de atención estándar. Esto se tradujo en una reducción relativa del riesgo del 24 % (HR: 0,76; IC 95 %: 0,61–0,95; p=0,01). Además, las tasas de hospitalización por hiperpotasemia o hipopotasemia fueron similares en ambos grupos, lo que sugiere que la intervención fue segura y bien tolerada.

Los hallazgos del POTCAST respaldan la optimización del potasio como una estrategia práctica y adjunta en la prevención de arritmias en pacientes con CDI y alto riesgo cardiovascular. La intervención no solo redujo la incidencia de eventos arrítmicos graves, sino que también disminuyó la necesidad de hospitalizaciones no planificadas, lo que podría tener un impacto significativo en la calidad de vida y la carga asistencial.

Aficamten supera a metoprolol

Fuente: Garcia-Pavia P. MAPLE-HCM: aficamten vs metoprolol in oHCM. ESC Congress 2025, 29 August-1 September, 2025.

En pacientes con miocardiopatía hipertrófica obstructiva (MHO) sintomática, el estudio MAPLE-HCM mostró que el aficamten mejora significativamente la capacidad de ejercicio y la sintomatología. Fue un ensayo clínico de fase III, aleatorizado y doble ciego, que evaluó la eficacia y seguridad del fármaco frente a un betabloqueante en monoterapia.

La MHO es una enfermedad caracterizada por hipercontractilidad ventricular izquierda y obstrucción del tracto de salida, lo que limita la capacidad funcional y la calidad de vida. Aunque los betabloqueantes, como el metoprolol, son el tratamiento estándar, su eficacia es limitada y no abordan la fisiopatología subyacente.

El ensayo MAPLE-HCM reclutó a 175 pacientes adultos con MHO obstructiva sintomática (clase funcional NYHA II–III), capacidad de ejercicio reducida (consumo pico de oxígeno <100 % del predicho para edad y sexo) y calidad de vida deteriorada (puntuación en el KCCQ-CSS ≤90).

Los pacientes fueron aleatorizados 1:1 para recibir aficamten (5–20 mg con titulación) o metoprolol (50–200 mg con titulación) durante 24 semanas. El punto final primario fue el cambio en el consumo pico de oxígeno, evaluado mediante prueba de esfuerzo cardiopulmonar.

Los resultados más destacados fueron:

  • Aficamten aumentó el consumo pico de oxígeno en 1,1 mL/kg/min, mientras que metoprolol lo redujo en 1,2 mL/kg/min, con una diferencia media ajustada de 2,3 mL/kg/min (IC 95 %: 1.5–3.1; p<0,001).
  • El 51,1 % de los pacientes tratados con aficamten logró una mejoría de al menos 1 clase funcional NYHA, frente al 26.4% con metoprolol.
  • La puntuación en el KCCQ-CSS mejoró en 15,8 puntos con aficamten, comparado con 8,7 puntos en el grupo de metoprolol.
  • Se observaron reducciones significativas en el gradiente del tracto de salida del ventrículo izquierdo, el volumen auricular izquierdo y los niveles de NT-proBNP en el grupo de aficamten.
  • La incidencia de eventos adversos graves fue similar en ambos grupos (8 % con aficamten vs. 6,9 % con metoprolol).

Iniciar inhibidores de SGLT2 durante la hospitalización reduce la mortalidad en la insuficiencia cardíaca

Fuente: Berg D. DAPA ACT HF-TIMI 68: Dapagliflozin in patients hospitalised for acute heart failure. ESC Congress 2025, 29 August-1 September, 2025.

El ensayo DAPA ACT HF-TIMI 68 evaluó la eficacia y seguridad de dapagliflozina 10 mg diarios versus placebo en 2401 adultos hospitalizados por IC con péptidos natriuréticos elevados, reclutados en 210 centros de EE.UU., Canadá, Polonia, Hungría y República Checa.

Los participantes fueron aleatorizados para recibir el fármaco o placebo dentro de las primeras 24 horas a 14 días tras la admisión, una vez estabilizados. El punto final primario fue un compuesto de muerte cardiovascular o empeoramiento de la IC a los dos meses.

El punto final primario ocurrió en el 10,9 % del grupo de dapagliflozina frente al 12,7 % con placebo (HR: 0.86; IC 95 %: 0,68–1,08; p=0,20). La muerte cardiovascular ocurrió en 2,5 % con dapagliflozina vs. 3,1 % con placebo (HR: 0,78; IC 95 %: 0,48–1,27).

El empeoramiento de la IC fue de 9,4 % vs. 10,3 % (HR: 0,91; IC 95 %: 0,71–1,18) y la mortalidad por todas las causas de 3 % vs. 4,5 % (HR: 0,66; IC 95 %: 0,43–1,00).

Aunque los resultados individuales no alcanzaron significación estadística, un metanálisis preespecificado que incluyó este estudio y otros dos con empagliflozina y sotagliflozina (total: 3527 pacientes) mostró una reducción significativa en el riesgo de muerte cardiovascular o empeoramiento de la IC (HR: 0,71; IC 95 %: 0,54–0,93; p=0,012) y en la mortalidad por todas las causas (HR: 0,57; IC 95 %: 0,41–0,80; p=0,001).

La incidencia de hipotensión sintomática y deterioro de la función renal fue similar en ambos grupos, lo que refuerza el perfil de seguridad del inicio intrahospitalario de SGLT2i. Por ende, los datos respaldan que el inicio de SGLT2i durante la hospitalización por IC es seguro y potencialmente beneficioso, consolidando su papel como parte de la terapia dirigida por guías en este contexto.