Un motivo de fallo terapéutico

¿Cómo minimizar los errores asociados a la reconstitución de los antibióticos?

Los padres y cuidadores juegan un papel esencial en el manejo de los medicamentos para los niños, pero las técnicas incorrectas al reconstituir suspensiones orales pueden llevar a subdosis o sobredosis.

¿Qué es el error de medicación?

Los errores de medicación se definen como cualquier evento evitable durante la prescripción, transcripción, dispensación, administración o monitorización, independientemente de la ocurrencia o la posibilidad de una lesión1Estos errores pueden ocurrir en cualquier etapa, incluyendo la prescripción, la preparación, la dispensación, la administración o el seguimiento2.

Las consecuencias de los errores de medicación pueden derivar en daño al paciente. Se estima que el efecto económico global de los errores de medicación es de 42 mil millones de dólares al año. La carga de mortalidad y morbilidad asociada con los errores de medicación es alta y la Organización Mundial de la Salud (OMS) se había comprometido con un plan de trabajo global para reducir a la mitad el daño causado por estos errores3.

En la población pediátrica, los pacientes están expuestos a 3 veces más errores de medicación que los adultos. Las diferencias que provienen de la edad, el peso, el área de superficie corporal y las variaciones individuales, junto con la inmadurez del metabolismo hepático, aumentan el riesgo de efectos adversos por errores de medicación. Además, la falta de ensayos clínicos pediátricos relevantes sobre antibióticos ha llevado a una escasez de conocimiento basado en la evidencia.

Los errores de medicación ocurren con mayor frecuencia durante las etapas de prescripción y administración. Sin embargo, también hay que considerar que existen errores de dispensación significativos, los cuales provienen del área farmacéutica4.

La reconstitución inadecuada de los antibióticos

Los niños reciben antibióticos con más frecuencia que cualquier otra clase de medicación. No obstante, la administración, que no pueden hacer por sí mismos, depende de cuidadores adultos (padres, abuelos, niñeras, profesionales de la salud).

Debido a la incapacidad de muchos niños para tragar tabletas o cápsulas, y la falta de disponibilidad de ciertas formas farmacéuticas, los antibióticos prescritos en pediatría son con frecuencia formulaciones líquidas orales, particularmente suspensiones. Estas formulaciones permiten ajustar la dosis según el peso del niño. Sin embargo, la administración de formulaciones líquidas orales es susceptible a errores de dosificación, principalmente asociados con el uso de los dispositivos de administración5.

Los errores de dosificación son el tipo más común de error de medicación en pediatría, y los antibióticos se encuentran entre las clases de medicamentos más asociadas con estos errores5.

El 43 % de los errores de medicación suelen estar relacionados con antimicrobianos y el 70,6 % son errores de dosificación.

Las suspensiones antibióticas orales extemporáneas (preparadas en el momento) se comercializan en forma de polvo liofilizado que requiere reconstitución. La reconstitución correcta por parte de los padres o cuidadores jugará un rol en el resultado general del tratamiento. Por ende, las técnicas de reconstitución incorrectas pueden llevar a la subdosificación o la sobredosificación6.

La necesidad de agitar antes de usar se detalla en las etiquetas. Sin embargo, no siempre se presta atención a las instrucciones de la etiqueta y los usuarios tienden a olvidar la importancia de este paso.

La reconstitución inadecuada puede involucrar el uso de un diluyente insuficiente, lo que produce una suspensión con una concentración más alta7. Por el contrario, una reconstitución incorrecta también puede llevar a una menor concentración si se usa demasiado diluyente o si la mezcla no es homogénea.

En general, los pasos mal realizados por los padres o cuidadores durante la reconstitución de suspensiones antibióticas orales pediátricas son los siguientes7:

  • Agitar el frasco (53,7 % lo hace incorrectamente o no lo hace o lo hace de forma incompleta).
  • Llenar inicialmente el frasco de la suspensión antibiótica por debajo de la línea marcada (59 %).
  • Rellenar hasta la línea marcada después de la mezcla inicial (58 %).

Aunque pasos generales, como lavarse las manos y cerrar bien la tapa, se realizan satisfactoriamente por la mayoría, los pasos críticos de la reconstitución presentan altas tasas de error.

Los errores vinculados con los dispositivos de administración

La medición de la dosis en las formulaciones líquidas orales se suele realizar con recipientes dosificadores o jeringas orales. La precisión que tenga el adulto responsable es un factor más a considerar.

En un estudio, los volúmenes medidos con una cuchara dosificadora doble opaca fueron significativamente diferentes y más bajos que la dosis de referencia, mientras que una jeringa oral dio valores significativamente más altos que la dosis de referencia5. Por lo tanto, vale pensar que el diseño del dispositivo de administración juega un papel importante en la precisión.

Por ejemplo, una cuchara opaca sin marca de volumen y sin asa puede generar inseguridad y mayor probabilidad de subdosificación, mientras que una cuchara transparente con marcas de volumen y asa puede generar más confianza, aunque aún puede llevar a la sobredosificación. Además, la inclusión de múltiples dispositivos en el mismo envase (por ejemplo, cuchara y jeringa oral) deja la elección al usuario y ello puede resultar en una mayor variabilidad en las dosis si diferentes cuidadores usan diferentes dispositivos.

El rol de los profesionales de la salud para reducir los errores de reconstitución

Las consecuencias de una reconstitución incorrecta son significativas. La subdosificación podría llevar a una infección no resuelta y contribuir a la resistencia antimicrobiana6. A su vez, la sobredosificación en niños conduce a resistencia y reacciones adversas.

La promoción del uso apropiado y seguro de antibióticos es una necesidad. Solo una intervención educativa adecuada, tanto para los padres como para los prescriptores, puede mejorar suficientemente el problema.

Algunas ideas para implementar

  • Proporcionar instrucciones individualizadas para aumentar el conocimiento sobre el uso de suspensiones antibióticas. Esto incluye educar a los padres y cuidadores sobre la reconstitución correcta, la medición, la administración, el almacenamiento y la importancia de agitar la suspensión antes de usar.
  • Los farmacéuticos tienen un papel importante, ya que tienen contacto cercano con los pacientes o con sus cuidadores. Deben enseñar también cómo usar correctamente los dispositivos de dosificación.
  • En los consultorios puede haber diagramas paso a paso, visibles en las paredes o en folletería para entregar, así como en formato digital para enviar a los teléfonos móviles. Es un refuerzo a las instrucciones que existen en los prospectos y las etiquetas. Se deben considerar los pictogramas, que superan la barrera del lenguaje.
  • No se debe subestimar el riesgo de reacciones adversas a los medicamentos, debido al tratamiento con antibióticos. Por eso sigue siendo prioritario indicar los antibióticos cuando lo amerita el caso clínico y de acuerdo a las recomendaciones de las guías.
  • La retroalimentación sobre la forma de reconstitución de los pacientes es una buena práctica. Se puede disponer de un espacio en la consulta para que los padres o cuidadores muestren cómo hacen al preparar los fármacos y se pueden proponer correcciones de la técnica en el momento.
Una necesidad que hay que abordar

Los errores de dispensación y, en particular, los errores en la reconstitución de las suspensiones antibióticas orales, son problemas que contribuyen a la dosificación incorrecta y a consecuencias negativas, como el fallo terapéutico, la resistencia antimicrobiana y las reacciones adversas.

Mejorar la seguridad del paciente requiere un esfuerzo conjunto. Médicos y farmacéuticos tienen que comprometerse a una educación clara y adaptada a los padres y cuidadores, enfatizando pasos críticos, como la agitación y el uso de dispositivos precisos.

 

 


Referencias bibliográficas

  1. D'Errico S, Zanon M, Radaelli D, Padovano M, Santurro A, Scopetti M, Frati P, Fineschi V. Medication Errors in Pediatrics: Proposals to Improve the Quality and Safety of Care Through Clinical Risk Management. Front Med (Lausanne). 2022 Jan 14;8:814100.
  2. Özdemir N, Kara E, Büyükçam A, Aykaç K, Çeliker A, Demirkan K, Kara A. Evaluation of medication errors in pediatric patients using antibiotics. Turk J Pediatr. 2021;63(6):970-977.
  3. Karataş, Yusuf & Khan, Zakir. (2021). Antibiotic Usage in the Pediatric Population: The Need for Effective Role of Parents and Prescribers. Guncel Pediatri. 19. 135-140. 10.4274/jcp.2021.0019.
  4. Tariq RA, Vashisht R, Sinha A, et al. Medication Dispensing Errors and Prevention. [Updated 2024 Feb 12]. En: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2025 Jan.
  5. Neves I, Auxtero MD. Dosing Accuracy of Oral Extemporaneous Suspensions of Antibiotics: Measuring Procedures and Administration Devices. Pharmaceutics. 2021 Apr 10;13(4):528. PMID: 33920192; PMCID: PMC8068927.
  6. Kumarasinghe, M., Weerasinghe, M.C. Reconstitution of oral antibiotic suspensions for paediatric use in households: a cross-sectional study among caregivers of 3–5-year-old children from a selected district, Sri Lanka. BMC Pediatr 24, 241 (2024).
  7. American Pharmacists Association (2024). Ensure medications are properly reconstituted to prevent dosing errors and patient harm. Institute for Safe Medication Practices, Horsham, PA.