El cambio climático y el calentamiento global, unidos a factores de conducta que dan lugar al incremento o aparición de agentes microbianos de alto poder deletéreo para el hombre y su comunidad ocasionan epidemias o pandemias con millones de muertos e ingentes pérdidas económicas para los pueblos involucrados.
La temperatura, la humedad relativa ambiental y las lluvias, que modifican su régimen debido a los impactos ambientales, ocasionan importantes consecuencias sanitarias, particularmente generando multiplicación de vectores de enfermedades endemoepidémicas, la emergencia o aparición de nuevas entidades mórbidas, además de otras patologías como las ocasionadas por estrés. A lo que debe añadirse la problemática nutricional que afecta prioritariamente a grupos vulnerables de la población.
En el último siglo las temperaturas promedio mundiales treparon en más de 0,5 °C, y la década del 90 resultó ser una de las más tórridas registradas hasta el momento.
Las elevadas temperaturas podrían ampliar el rango de acción de los distintos vectores de enfermedades transmisibles, entre ellos roedores, mosquitos y garrapatas. Algunos géneros de mosquitos vectores se multiplican exponencialmente y aparecen en altitudes mayores, extendiéndose geográficamente con el riesgo consiguiente.
En las presentes circunstancias nos encontramos comprometidos por una contingencia epidemiológica de magnitud, clasificada como pandémica por la Organización Mundial de la Salud, debida al Coronavirus (SARS-CoV-2) agente responsable de causar la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19). Al 10/10/2021 el mundo ha denunciado 219 millones de infectados con 4.55 millones de muertos. Y Argentina aporta una cifra de infectados de 5.215.859 y 115.473 muertos.
Estudios que lleváramos a cabo en el nordeste de Argentina, afirmaron el concepto que todas las transformaciones producidas sobre el medio ambiente y sus formas de vida producen crisis en los organismos que no pueden adecuarse a los cambios a que se encuentran expuestos. Por eso, además de las modificaciones de carácter global que se están produciendo en el globo terráqueo, los cambios introducidos por el hombre en el medio físico aumentan los problemas de salud, con la aparición y diseminación de enfermedades como consecuencia del impacto ambiental. Agregando a ello falencias educativas, culturales y socioeconómicas.
Las patologías de implicancia sanitaria que afectan al Continente, incluida Argentina, y que se incrementaron significativamente son mayoritariamente zoonosis, entre otras, el Dengue, Fiebre amarilla, Zika, Chikungunya, Leishmaniasis, Paludismo; Hantavirus, y recientemente el SARS CoV-2.
Por todo ello, es imprescindible llevar a cabo una serie de medidas de cambio de conducta, entre otras, transparencia en las acciones sanitarias preventivas y de control epidemiológico, a saber: Regular las migraciones y asentamientos humanos en condiciones sanitarias adecuadas. Establecer un programa permanente de educación para la salud. Implementar una política sanitaria donde la prevención con vacunas y otros biológicos aprobados por la entidad sanitaria nacional; vigilancia epidemiológica y el saneamiento ambiental sean prioritarios, destacando la calidad del agua de bebida, correcta eliminación de excretas y control bromatológico de los alimentos.
Desarrollar un sistema de información geográfica que permita determinar la dinámica espacial de patologías transmitidas por vectores. Llevar a cabo una política internacional de prevención para la protección del medio ambiente y la salud, incluida la educación comunitaria. Reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases contaminantes. Propender a un mayor desarrollo de la investigación científica.
Considero una necesidad reiterar conceptos ya vertidos en nuestro último libro: Salud y Cambio Climático (ISBN 978-787-86-2910-0), entendiendo esta publicación, complementaria y extensión de la anterior, donde hemos señalado el panorama que ofrece la problemática sanitaria actual, que tiene su raíz en las patologías prevalentes y su relación con el cambio ambiental, con la esperanza que la lucha para el control y eventual erradicación de las zoonosis, como a así la educación, le permitan al hombre y su descendencia gozar de la vida.
El nuevo libro “LAS ZOONOSIS Y SU MAGNITUD EPIDEMIOLOGICA. PROBLEMÁTICA DEL CAMBIO CLIMATICO de Jorge O. Gorodner y coautores, puede consultarse en el link: https://med.unne.edu.ar/index.php/3d-flip-book/las-zoonosis-y-su-magnitud-epidemiologica-problematica-del-cambio-climatico/