La organización profesional más grande de los pediatras de EE. UU. está adoptando una postura estricta en contra de los padres, cuidadores y otros adultos que usan azotes, golpes o bofetadas para disciplinar a los niños.
La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) publicó recientemente una declaración de política actualizada sobre el castigo corporal, la primera revisión importante desde 1998, basada en la evidencia acumulada de que los castigos físicos no funcionan a largo plazo e incluso podrían causar daños no intencionados.
La declaración también recomienda contra la disciplina verbal que causa vergüenza o humillación.
Resumen
Los pediatras son una fuente de consejos para los padres y tutores sobre el manejo del comportamiento infantil, incluidas las estrategias de disciplina que se utilizan para enseñar el comportamiento adecuado y proteger a sus hijos y otras personas de los efectos adversos del comportamiento desafiante.
|
En esta Declaración de política, la Academia Estadounidense de Pediatría brinda orientación a los pediatras y otros proveedores de atención médica infantil sobre cómo educar a los padres acerca de las estrategias de disciplina de crianza positivas y efectivas para los niños en cada etapa del desarrollo, así como referencias a materiales educativos.
Esta declaración apoya la necesidad de que los adultos eviten el castigo físico y el abuso verbal de los niños.
Esta declaración de política incorpora una nueva investigación y actualiza el informe clínico de 1998 de la AAP titulado "Guía para una disciplina efectiva", que sugiere: "Se debe alentar y ayudar a los padres a desarrollar métodos distintos al azote en respuesta a comportamientos no deseados".
La disciplina efectiva apoya el desarrollo normal del niño
El desarrollo óptimo del niño requiere la participación activa de adultos que, entre otras funciones, enseñan a los niños sobre el comportamiento aceptable. La palabra "disciplina" se deriva de la palabra latina "disciplinare", que significa enseñar o entrenar, como en discípulo (un seguidor o alumno de un maestro, líder o filósofo).
Las estrategias disciplinarias efectivas, apropiadas para la edad y el desarrollo de un niño, enseñan al niño a regular su propio comportamiento; guárdalo de cualquier daño; mejorar sus habilidades cognitivas, socioemocionales y de funcionamiento ejecutivo; y reforzar los patrones de comportamiento enseñados por los padres y cuidadores del niño.
Hay una serie de enfoques de disciplina que los pediatras pueden discutir con los padres durante las visitas de niño sano y las visitas que están diseñadas para abordar los problemas de disciplina.
El castigo corporal
Uso del castigo corporal
Hay evidencia de que el apoyo al castigo corporal entre los padres está disminuyendo en los Estados Unidos. según una encuesta de 2004, aproximadamente dos tercios de los padres de niños pequeños reportaron haber usado algún tipo de castigo físico.
Estos padres informaron que para el quinto grado, el 80% de los niños habían sido castigados físicamente, y el 85% de los adolescentes reportaron estar expuestos al castigo físico, y el 51% había sido golpeado con un cinturón u objeto similar.
Estos hallazgos sugieren que, en 2004, muchos padres consideraban que las nalgadas eran una forma socialmente aceptable de disciplina. En contraste, una encuesta nacional más reciente de adultos muestra un apoyo decreciente para las nalgadas (o golpes), especialmente entre los padres jóvenes.
Una encuesta de 2013 realizada por Harris Interactive encontró que el apoyo a la afirmación "a veces es necesario dar palmadas buenas y duras para disciplinar a un niño" del 84% en 1986 al 70% en 2012. Los padres menores de 36 años a menudo creían que las nalgadas eran nunca apropiado, y solo la mitad informó haber azotado a sus propios hijos.
Un análisis de una encuesta nacional de 2016 realizada por yougov.com reveló que los encuestados con niños pequeños en el hogar, independientemente de su raza y etnia, no apoyaban el castigo corporal, "sugiriendo la posibilidad de que un cambio generacional en las normas sociales [sobre el castigo corporal] puede estar teniendo lugar".
Conclusiones
Los padres recurren a los proveedores pediátricos para obtener orientación sobre una variedad de problemas relacionados con la crianza de los hijos, incluida la disciplina. Teniendo en cuenta que la evidencia de que el castigo corporal es inefectivo a largo plazo y está asociada con problemas cognitivos y de salud mental puede guiar estas discusiones.
Cuando los padres desean orientación sobre el uso de azotes, los pediatras pueden explorar los sentimientos de los padres, ayudarlos a definir mejor los objetivos de disciplina y ofrecer estrategias específicas para el manejo de la conducta. Además de brindar educación adecuada a las familias, los proveedores pueden referirlos a recursos de la comunidad, incluidos grupos de padres, clases y servicios de salud mental.94
La AAP recomienda que los adultos que cuidan a los niños usen formas saludables de disciplina, como el refuerzo positivo de conductas apropiadas, el establecimiento de límites, la reorientación y el establecimiento de expectativas futuras. La AAP recomienda que los padres no usen azotes, golpes, bofetadas, amenazas, insultos, humillantes o vergonzosos.