Por Will Boggs
NUEVA YORK (Reuters Health) - El diagnóstico genético preimplantacional (DGP) está asociado con una mejoría de la tasa de nacimiento en las mujeres mayores, aunque un estudio sugiere que los beneficios no son tan impresionantes cuando existe una falla reiterada de implantación embrionaria.
La coautora, doctora Carmen Rubio Lluesa, de la Universidad de Valencia y IVIOMICS, en España, dijo que con su equipo recomienda el uso del DGP en las parejas con más de dos fallas de implantación embrionaria en las que se descartaron otras causas conocidas y en las mujeres de más de 40 años con por lo menos cinco embriones obtenidos en uno o dos ciclos de estimulación.
Así surge de los resultados obtenidos por hibridización in situ con fluorescencia (FISH, por su nombre en inglés) de nueve cromosomas en dos ensayos clínicos, ambos publicados en la revista Fertility and Sterility.
En uno de esos ensayos, las 91 mujeres participantes tenían menos de 40 años, falla implantacional reiterada o FIR, es decir tres o más intentos previos de fertilización in vitro e inyección intracitoplasmática de espermatozoide y transferencia de embriones de buena calidad.
No hubo una diferencia significativa con o sin DGP en los porcentajes de embriones de tres días en etapa de blastocisto (un 61,7 versus un 64,1 por ciento, respectivamente), de las pacientes que llegaron a la transferencia de embriones (un 89,6 versus un 83,7 por ciento) o la tasa de partos vivos (un 47,9 versus un 27,9 por ciento).
En el segundo ensayo, las 183 mujeres tenían una edad avanzada para la maternidad (entre 41 y 44 años) y los resultados fueron algo distintos a los de la cohorte con FIR.
Aun así, no hubo diferencia con o sin DGP en los porcentajes de embriones de tres días que llegaron a la etapa de blastocisto o de las pacientes que llegaron a la transferencia embrionaria, pero el grupo tratado con DGP registró una tasa de partos vivos significativamente más alta por paciente (el 32,3 versus el 15,5 por ciento) y lo mismo ocurrió con la tasa de partos vivos por ciclo iniciado (un 23,6 versus un 10 por ciento).
"De todos modos, ambos estudios carecieron de fuerza por la baja cantidad final de pacientes reunidas. Por lo tanto, los resultados deberían interpretarse con precaución", escriben los autores.
"Nuestro mensaje debería ser que los médicos tienen que estudiar muy bien a las pacientes y que el DGP debería recomendarse recién cuando se descarten otras causas", dijo Rubio.
"El método del DGP es clave, desde la selección de la paciente, la biopsia y el cultivo embrionario, hasta las pruebas genéticas y la interpretación de los resultados del análisis del embrión", explicó Rubio.
"El DGP es un tratamiento multidisciplinario en el que todas las áreas participantes deberían estar realmente comprometidas con la excelencia del programa", finalizó.
Cinco autores son empleados de IVIOMICS, un laboratorio de diagnóstico y análisis genético.
FUENTE: Fertility and Sterility, online 26 de diciembre del 2012