Por Amy Norton
NUEVA YORK (Reuters Health) - En personas con alto riesgo genético de desarrollar cáncer de páncreas, la pesquisa de la enfermedad valdría la pena, en especial cuando se trata de adultos mayores.
Pero, por otro lado, investigadores afirman que es demasiado pronto como para recomendar el control preventivo de la enfermedad en grupos familiares de alto riesgo. Es que sólo tres de cada 100 pacientes con cáncer pancreático desarrollan la "forma familiar".
Aun así, los resultados en ese grupo son motivo para estar "cautelosamente esperanzados" de que se podría detectar antes este cáncer, que a menudo es fatal, indicó la autora principal de un nuevo estudio, Emmy Ludwig, del Centro del Cáncer Memorial Sloan-Kettering, en Nueva York.
El estudio, publicado en American Journal of Gastroenterology, incluyó personas con cáncer pancreático familiar (dos o más familiares de primer grado afectados).
El cáncer pancreático, ya sea o no por un gen heredado, tiene mal pronóstico. Sólo cinco de cada 100 pacientes siguen vivos a los cinco años del diagnóstico, principalmente porque rara vez se puede detectar a tiempo.
Los síntomas incluyen la pérdida de peso y los problemas hepáticos que producen un color amarillento en la piel, pero no suelen aparecer hasta que el cáncer se diseminó por el organismo.
El equipo de Ludwig les ofreció la pesquisa de la enfermedad a 309 parientes de personas con cáncer pancreático familiar. Algunos tenían por lo menos un familiar en primer grado que había desarrollado el cáncer antes de los 50 años, mientras que otros tenían familiares (no necesariamente de primer grado) que habían desarrollado el problema a cualquier edad.
Ciertos participantes eran portadores de mutaciones genéticas asociadas con el cáncer pancreático hereditario y además tenían antecedentes familiares de la enfermedad.
En siete años, a 109 participantes se les realizó por lo menos una pesquisa con imágenes por resonancia magnética del páncreas. Ante algún hallazgo sospechoso, se realizaba una endoscopía pancreática por ultrasonido.
La resonancia magnética identificó signos sospechosos en 18 participantes. Nueve de todo el grupo (el 8 por ciento) tenían anormalidades que podían transformarse en cáncer. A seis se les extrajeron quirúrgicamente esas formaciones, mientras que el resto rechazó la cirugía y optó por continuar con pesquisas.
Seis de los nueve participantes con lesiones anormales eran mayores de 65 años, lo que para los autores significa que la pesquisa a partir de esa edad podría ser más efectiva. Pero se necesitan más estudios para probarlo.
"Ningún grupo de investigación logró hasta ahora demostrar que la pesquisa tiene algún beneficio:, dijo Ludwig a Reuters Health.
"Creemos que nuestros resultados se suman a la creciente literatura que sugiere que la pesquisa valdría la pena. Pero ninguno de nosotros ha podido probarlo", agregó.
El experto sostuvo que se necesitan estudios más grandes, de largo plazo y multicéntricos para conocer cómo, cuándo y con qué frecuencia hay que evaluar a los integrantes de familias de alto riesgo y determinar si la pesquisa realmente salva vidas.
FUENTE: American Journal of Gastroenterology, online 5 de abril del 2011