"American Journal of Obstetrics and Gynecology"

Anticonceptivos hormonales y trombosis

Estudio en mujeres de raza negra.

Fuente: Medlineplus

NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio sobre mujeres afroamericanas demuestra que el uso de píldoras anticonceptivas y otras formas de anticoncepción hormonal, y quizás la existencia de siclemia, elevan el riesgo de sufrir tromboembolismo venoso (TEV).

La siclemia, que es una enfermedad hereditaria, afecta a personas con una sola copia del gen de las células falciformes, lo que significa que alguna proteína sanguínea transportadora del oxígeno es anormal, aunque las personas no desarrollen la anemia de células falciformes.

La siclemia y la anemia de células falciformes afectan más frecuentemente a los afroamericanos.

"Existen indicios" de que la siclemia elevaría el riesgo de TEV en las mujeres afroamericanas "más allá de lo que lo aumenta la anticoncepción en sí", dijo a Reuters Health el doctor Nigel S. Key, de la Escuela de Medicina de la University of North Carolina, en Chapel Hill.

"Pero hay que confirmar esos datos; si eso ocurre, el riesgo absoluto de trombosis sería muy pequeño", añadió.

En un grupo de 196 afroamericanas, el equipo halló que la anticoncepción hormonal estaba asociada con 2,8 veces más riesgo de TEV, lo que aumentó a 3,8 veces tras ajustar el ingreso familiar.

El riesgo de TEV ajustado por edad e ingresos era 3,4 veces mayor en las usuarias actuales de anticonceptivos orales que en las mujeres que no usaban contraceptivos hormonales, y el aumento del riesgo era más alto entre las mujeres con siclemia (6,7 veces) que en aquellas sin esa enfermedad (2,6 veces).

"El estudio proporciona evidencia bastante sólida de que el uso de anticonceptivos orales eleva el riesgo de TEV en las afroamericanas, como ocurre entre las blancas", concluyó el equipo en el artículo publicado en American Journal of Obstetrics & Gynecology.

"Estamos convencidos de que este es el único estudio que evalúa la relación anticoncepción hormonal/TEV en las afroamericanas", agregaron los autores.

"Se necesitan más estudios para comprender no sólo la epidemiología y la magnitud del riesgo, sino los mecanismos que explican este hallazgo", dijo Key a Reuters Health. 

FUENTE: American Journal of Obstetrics and Gynecology, junio del 2009