El chalazión es una inflamación crónica de la glándula de Meibonio (tipo profundo) o de la glándula sebácea (tipo superficial) que se presenta como un nódulo firme e indoloro sobre el párpado. Puede estar acompañado de edema de párpado y eritema. Generalmente se desarrolla en pacientes con blefaritis y rosácea.
El tratamiento del chalazión dependerá del tipo de lesión. Es una patología que se resuelve espontáneamente en 25 a 50% de los casos o puede curarse mediante tratamiento medicinal en un plazo de hasta tres meses. El tratamiento tradicional consiste en higiene del párpado, compresas calientes, esteroides tópicos y antibióticos. La inyección de esteroides en la lesión es exitosa en 89% de los casos.
La toxina botulínica se ha convertido en un importante recurso terapéutico para una serie de patologías. En oftalmología se utiliza para tratar estrabismo, nistagmo, dolores de cabeza, retracción de párpado, entropión espástico y neuropatías ópticas por compresión. Las complicaciones que pueden producirse son consecuencia de denervación química del grupo muscular adyacente, de la técnica con que se aplica la inyección y de mecanismos inmunes.
Existen estudios que indican que las glándulas de meibomio son parcialmente inervadas y están controladas por vías colinérgicas parasimpáticas, lo que podría constituir un mecanismo para la disminución de secreción glandular y por lo tanto para la resolución del chalazión. La finalidad del presente estudio fue investigar la eficacia y seguridad de la aplicación de inyecciones de toxina botulínica A para tratar pacientes con chalazión primario y recurrente y comparar los resultados con los de pacientes tratados con placebo.
Pacientes y métodos
Participaron sesenta y tres pacientes divididos en dos grupos: el grupo 1 formado por 32 pacientes con chalazión y tratados con inyecciones de toxina botulínica (2-5 unidades internacionales (UI) de toxina botulínica en 0,2-0,5 ml de solución salina) y el grupo 2 por 32 pacientes que recibieron placebo. Los datos registrados fueron la localización y duración de la patología, tamaño del chalazión antes y después del tratamiento, resolución, tiempo de resolución y complicaciones del tratamiento.
Entendemos que no existen estudios publicados sobre el tema. Se inició este estudio debido a que la toxina botulínica fue aprobada recientemente para el tratamiento del síndrome de hiperhidrosis, fundamentado en la supresión colinérgica de las glándulas sudoríparas exocrinas. Si se la utiliza adecuadamente, la toxina botulínica puede reducir la fuerza de la contracción muscular o inhibir la secreción glandular.
En el presente estudio el grupo tratado con toxina botulínica obtuvo mayor regresión de la patología que el tratado con placebo. El tamaño de la lesión fue de 5,34±1,38 mm antes y 1,27 ± 1,63 mm después del tratamiento. Una sola inyección fue suficiente en 81,25% de los pacientes del grupo 1, con un tiempo de resolución entre 18 y 12 días. Seis pacientes requirieron una segunda inyección y cuatro (12,50%) necesitaron otro tipo de tratamiento.
Según el análisis estadístico la duración prolongada del chalazión (más de un mes) o su recurrencia no inciden en el efecto del tratamiento botulínico. Asimismo no existieron diferencias en cuanto al tiempo de resolución y tamaño de la lesión luego del tratamiento, entre pacientes que presentaban la patología por primera , segunda o tercera vez.
Las complicaciones fueron leves y transitorias. Se presentaron hematomas localizados como consecuencia de la aplicación de la inyección. Un paciente presentó ptosis leve (2mm), durante varias semanas y se resolvió espontáneamente.
Estudios anteriores sobre el tratamiento del chalazión indican buenos resultados con otros tratamientos como inyección de esteroides o quirúrgico. Sin embargo, en el caso de inyecciones de traimcinolona, pueden existir complicaciones como trombosis vascular coroidal y retiniana o hemorragias. En cuanto a los tratamientos quirúrgicos, pueden surgir problemas en el caso de pacientes pequeños, relacionados con el no cumplimiento de las pautas del tratamiento, lo que puede resultar en cicatrices en el párpado, hematomas y otras complicaciones, además de la dificultar de mantener el ojo vendado en estos pacientes.
Las complicaciones de la inyección de toxina botulínica tales como hematoma, ptosis, etc. son los efectos colaterales más comunes y desaparecen cuando termina la acción de la toxina botulínica.
Hacen falta nuevas opciones terapéuticas para pacientes con patologías combinadas como blefaritis y chalazión, en especial para los casos de recurrencia en los que no se obtuvo un buen resultado con el tratamiento empleado. El 87,5 % de los pacientes tratados en este estudio respondieron favorablemente a la inyección/es de toxina botulínica. De no obtenerse resultados luego de la segunda inyección el paso siguiente sería la cirugía.
El presente estudio demostró que el tratamiento con toxina botulínica para chalazión primario y recurrente es efectivo y seguro, con baja probabilidad de complicaciones, sin embargo consideramos que deben realizarse otros estudios para confirmar el potencial de este nuevo tratamiento en oftalmología.
Fig. 1 a) Antes de la inyección botulínica. b) dos semanas después del tratamiento.
Fig. 2 a) Antes del tratamiento b) Dos semanas después del tratamiento.
Fig. 3. a) Antes del tratamiento. b) Dos semanas después del tratamiento.
Conclusiones
La inyección de toxina botulínica A es efectiva y segura para el tratamiento de chalazión primario y recurrente. En caso de lesión que no responde a la segunda inyección, ésta debería ser tratada mediante escisión quirúrgica o tratamiento con antibióticos sistémicos.
♦ Síntesis y traducción: Dr. Martín Mocorrea, editor responsable de Intramed en la especialidad de oftalmología.
Bibliografía
1. Dhaliwal U, Arora VK, Singh N, Bhatia A (2004) Cytopathology of chalazia. Diagn Cytopathol 31(2):118–122. doi:10.1002/dc.20092
2. Lempert SL, Jenkins MS, Brown SI (1979) Chalazia and rosacea.Arch Ophthalmol 97(9):1652–1653 Sep
3. Dua HS, Nilawar DV (1982) Nonsurgical therapy of chalazion. Am J Ophthalmol 94:424–425
4. Perry HD, Serniuk RA (1980) Conservative treatment of chalazia
Ophthalmology 87:18–21
5. Pizzarello LD, Jakobiec FA, Hofeldt AJ et al (1978) Intralesional corticosteroid therapy of chalazia. Am J Ophthalmol 85:818
6. Watson AP, Austin DJ (1984) Treatment of chalazion with injection of a steroid suspension.