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Efectos adversos cardiovasculares de los suplementos con calcio en las mujeres

Las mujeres posmenopáusicas que recibieron suplementos con calcio tuvieron un riesgo significativamente más alto de enfermedad cardiovascular, especialmente de infarto agudo de miocardio.

Autor/a: Dres. Jones G, Winzenberg T

Fuente: BMJ 336(7638):226-227, Feb 2008

Introducción

El calcio es un componente importante del hueso y es necesaria una ingesta adecuada de este mineral para el mantenimiento de la homeostasis ósea. En ensayos previos se demostró que los suplementos con calcio y vitamina D redujeron el riesgo de fracturas en las mujeres ancianas con deficiencia de estos micronutrientes. Sin embargo, destacan los autores, los datos sobre el riesgo de efectos adversos cardiovasculares por la ingesta de calcio no son concluyentes.

En esta editorial se analizaron los datos de un ensayo controlado y aleatorizado (Bolland y col.) acerca de los efectos de la administración de suplementos con calcio sobre el riesgo de enfermedad cardiovascular como infarto agudo de miocardio, accidente cerebrovascular y muerte súbita en 1 471 mujeres posmenopáusicas.

Comentario editorial

Los datos del estudio, obtenidos de las historias clínicas y mediante la búsqueda en una base de datos nacional sobre las admisiones hospitalarias, indicaron que las mujeres posmenopáusicas que recibieron suplementos con calcio tuvieron un riesgo significativamente mayor de enfermedad cardiovascular (riesgo relativo [RR] 2.12, intervalo de confianza del 95% [IC] 1.01 a 4.47, p = 0.047), en especial de infarto agudo de miocardio (RR 1.49, IC 0.86 a 2.57, p = 0.16), mientras que los riesgos equivalentes para accidente cerebrovascular fueron de 1.42 (IC 0.83 a 2.43, p = 0.21) y 1.37 (IC 0.83 a 2.28, p = 0.23), respectivamente. Se observó una divergencia en las curvas de supervivencia después de aproximadamente 2 años, lo cual indica un lento inicio del efecto.

Señalan los expertos que si se asume que la incidencia promedio de fracturas en las mujeres de entre 80 y 84 años es del 4% por año, el número necesario de pacientes a tratar (NNT) por 5 años para evitar una fractura es de 42. Cuando se utilizaron directamente las tasas comparables de incidencia de infarto agudo de miocardio y accidente cerebrovascular en las mujeres de 80 a 84 años, el número necesario para estas complicaciones vasculares por 5 años fue 10-17 y 26-28, respectivamente. Estas cifras son sustancialmente inferiores al NNT, lo cual indica que el riesgo supera marcadamente los beneficios en los pacientes ancianos.

Los efectos adversos observados en el ensayo de Bolland y col. deben comprobarse en otros trabajos, mediante el análisis de las bases de datos de grandes estudios cuyos criterios de valoración fuesen los cardiovasculares, especialmente en pacientes con buena adhesión a largo plazo a los suplementos con calcio. Hasta su realización, el uso de suplementos con calcio como monoterapia en los ancianos no se justifica, excepto posiblemente en las mujeres con ingestas muy bajas del mineral, puntualizan los autores. Los datos indican que puede ser más seguro utilizar los suplementos con calcio para evitar la osteoporosis en las mujeres posmenopáusicas más jóvenes. No obstante, es necesario tener cautela, dado el requerimiento del uso a largo plazo para mantener los beneficios sobre el hueso y la probabilidad de que exista un lapso entre el tratamiento con calcio y la aparición de eventos adversos cardiovasculares.

Por último, concluyen los investigadores, la importancia del calcio como terapia complementaria de otros tratamientos para la osteoporosis, como los bisfosfonatos, es menos clara. Ninguno de estos agentes demostró ser eficaz sin la administración concomitante de calcio y vitamina D. En estudios previos en pacientes en diálisis se estableció que los bisfosfonatos pueden evitar la calcificación arterial y compensar los probables efectos perjudiciales del calcio. Al respecto, en ensayos con animales se encontró que, bajo ciertos estímulos, las células del músculo liso vascular pueden experimentar un cambio fenotípico a células de características óseas y que la presencia de cantidades elevadas de calcio puede ser capaz de producir calcificaciones de las paredes vasculares. No obstante, estos pacientes tienen un riesgo de fracturas mucho mayor y el NNT puede ser más bajo, por lo que parece razonable mantener la suplementación con calcio en los pacientes que reciben bisfosfonatos.