Escherichia coli
E. coli es una de las bacterias normales más abundantes del intestino humano; sólo algunas cepas específicas del tipo ECTS son las causantes del SUH descrito. Además, y con severidad diversa, E. coli puede producir otras infecciones más comunes en intestinos (enteritis, diarrea, que puede ser sanguinolenta), vías urinarias (cistitis), sistema nervioso, etc.
La diarrea es una patología importante, particularmente en los niños. En el mundo, se registran 1.500 millones de casos anualmente, de los cuales casi 3 millones van seguidos de muerte y el 70 % es provocado por alimentos contaminados.
Las cepas patógenas de E. coli vienen describiéndose desde la década de 1940. Existe un grupo clásico causante de enteritis comunes y otro invasor, que actúa en forma similar a las Shigellas, productoras de disentería bacilar.
Desde los ´60 se conocen otros tipos de E. coli que actúan por liberación de toxinas ya sea termoestables o termolábiles, son poco frecuentes en nuestro medio y producen diarrea en las personas que viajan a países exóticos.
En los ´80 se descubrió un 4º grupo que actúa a través de la toxina Shiga o verotoxina, produce el SUH y que debido a su alta virulencia los organismos internacionales relacionados con la salud recomiendan extremar la vigilancia.
Al ser un bacilo Gram negativo, después de la tinción de sus preparados, E. coli se puede visualizar a través del microscopio óptico como bastones de color lila.
Las infecciones por E. coli se pueden tratar con distintos antibióticos, según los casos. Sin embargo, estos medicamentos suelen dejar de ser eficaces por distintas causas, entre ellas el mayor desarrollo de bacterias resistentes. En este contexto, se hace necesaria la búsqueda de nuevos medicamentos alternativos. Algunas bacterias del género Bacillus aisladas de productos naturales sudamericanos producen potenciales antibióticos útiles contra E. coli.
En 2007, se registraron en la provincia de Córdoba 3 muertes dentro de los 54 casos de síndrome urémico hemolítico (SUH). Esta enfermedad infecciosa es desencadenada principalmente por un tipo de la bacteria Escherichia coli, productor de la toxina Shiga (ECTS). Un subtipo de éste, denominado ECTS O157-H7, está asociado con la mayoría de los casos de síndrome urémico hemolítico y es el más difundido en la Argentina y Nueva Zelandia.
A pesar de su amplia distribución, las cepas de ECTS O157-H7 halladas en Argentina tienen una constitución genética diferente a la de otros países como Nueva Zelandia y más aún, a las de Australia. Tales datos fueron publicados en 2008 por Gerardo Leotta y colaboradores en la prestigiosa revista BMC Microbiology.
El artículo da cuenta de un estudio desarrollado por investigadores argentinos del Instituto Doctor Carlos Malbrán (Buenos Aires) y el CONICET, en conjunción con australianos del Hospital Pediátrico Royal y la Universidad de Melbourne.
Los científicos, liderados por la Dra. Marta Rivas, del I. Malbrán, analizaron 73 cepas de ECTS O157-H7 aisladas entre 1993 y 1996 a partir de seres humanos con SUH, diarreas, algunas de ellas sanguinolentas, u otras condiciones no especificadas. Los pacientes eran habitantes de Argentina, Australia o Nueva Zelandia.
Mediante distintas técnicas genéticas, los científicos dilucidaron las características de los genotipos y fenotipos bacterianos. Las cepas de los tres países comparten el gen eae, pero difieren entre sí en el genotipo stx y fenotipo.
En efecto, los genotipos stx más frecuentes fueron: stx2/ stx2c (vh-a), (presente en el 91 % de los aislamientos argentinos); stx2 (89 % en Nueva Zelandia) y stx1/ stx2 (30 % en Australia). Ningún stx1 fue detectado en Argentina ni Nueva Zelandia.
Debido a que stx2 y stx2c (vh-a) son genotipos muy virulentos, su gran difusión en Argentina y Nueva Zelandia daría cuenta de la mayor frecuencia de enfermedades severas observadas en estos países con respecto a Australia, que tiene menor proporción de estos genotipos. Cabe destacar que en este sentido las cepas australianas son parecidas a las de Estados Unidos, Japón y Chile, en tanto las argentinas lo son las de Europa Occidental.
Dado que en estos países existen cadenas internacionales de comidas ligeras, particularmente hamburguesas, no sería improbable la diseminación de cepas patógenas a través de traslados entre distintas sucursales del mundo. Hasta 1996, según infieren los autores, no había existido prácticamente intercambio de cepas entre los países estudiados.
El trabajo reviste particular importancia ya que responde a la necesidad de detectar y monitorear en el ámbito internacional los clones de microorganismos potencialmente hipervirulentos, con el propósito de prevenir y tratar sus infecciones.
En la Argentina existe otro centro de investigación acerca del SUH, alojado en el Laboratorio de Fisiopatogenia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y perteneciente al CONICET.
SUH en el mundo
Argentina tiene la mayor incidencia de SUH del mundo. Según la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), cada año se agregan de 300 a 350 casos y 3 de cada 100 niños afectados mueren por su causa.
En 2005, se detectaron en el país 14 casos cada 100.000 niños menores de 5 años. Esta proporción es 10 veces mayor que la de otros países industrializados, como Australia y Nueva Zelandia, de acuerdo a un trabajo del Instituto Malbrán publicado en Medicina en 2006. Sin embargo, los subtipos de E. coli TS inciden de manera distinta. Esto es, O157 está involucrado en la mitad de los casos de Nueva Zelandia y sólo en 20 % de Australia, donde O111 fue mayoritario. En este contexto, los datos epidemiológicos de Nueva Zelandia son similares a los de Argentina.
El SUH parece tener una distribución universal, aunque irregular, pero su prevalencia es más conocida en países como Argentina, Estados Unidos, Canadá y Europa occidental. Además de E. coli, responsable del 90 % de los casos, el SUH puede ser provocado por otras especies bacterianas del intestino como Shigella y Salmonella.
En los últimos tiempos, la incidencia del SUH ha aumentado en forma considerable, principalmente en verano; anteriormente era muy poco frecuente. Es más común en niños, particularmente entre los 5 y 30 meses, si bien se ha registrado también en niños mayores, y constituye la causa principal de insuficiencia renal y transplantes en pediatría. En 2007 varios niños y adolescentes de entre 12 y 13 años murieron en la ciudad de Buenos Aires tras intoxicarse en escuelas con alimentos contaminados.
En adultos suele presentarse en pacientes de riesgo como los que han recibido quimioterapia con 5-fluoracilo (5-FU) como agente antitumoral. Sin embargo, también se han informado casos presuntos de SUH en personas sanas.
Vías de contagio
Entre 1992 y 1993 se produjeron varios brotes endémicos de SUH. Estos brotes son frecuentes en Estados Unidos, Gran Bretaña, Argentina, Australia y Japón, entre otros países y suelen atribuirse a la ingestión de alimentos (fundamentalmente hamburguesas) que contienen carne contaminada con E. coli TS.
De hecho, la principal fuente de contagio es la carne vacuna insuficientemente cocida. A raíz de esto, se confeccionaron guías de temperaturas necesarias para la cocción de hamburguesas en cadenas de comidas rápidas y restaurantes.
Los bovinos son los principales reservorios de ECTS O157:H7, particularmente los terneros y vaquillonas. Aparentemente, la cepa no es patógena para los animales, si bien puede estar asociada a diarrea en ellos. Algunos trabajos consignan que entre el 7 y 30 % de los animales estudiados son portadores sanos. Otros reservorios naturales son los animales domésticos (perros, gatos), ovinos, cabras, ciervos y gansos, según consigna Marta Rivas en un portal del Instituto Malbrán.
También se ha documentado la infección vehiculizada por otros alimentos listos para el consumo, como carne de pavo, salames, mayonesas, jugos de frutas y lácteos no pasteurizados, vegetales crudos y agua contaminados con materia fecal patógena.
Las autoridades sanitarias responsables del control de alimentos en Argentina son el Instituto nacional de alimentos y medicamentos (INAME) y el Servicio nacional de sanidad y calidad agroalimentaria (SENASA). El primero pertenece a la Administración nacional de alimentos, medicamentos y tecnología médica (ANMAT), organismo similar a la Food and drug administration (FDA, Estados Unidos), la cual es un referente internacional.
Las funciones de estas instituciones son fiscalizar el cumplimiento de las normas legales vigentes relacionadas con la calidad, higiene e inocuidad, además de asesorar, en estos aspectos, a los participantes de la cadena agroalimentaria, desde productores primarios hasta transportistas, comerciantes y consumidores.
Por otra parte, el SUH se puede transmitir entre personas y/o animales por vía feco-oral debido a malos hábitos de higiene.
Características del SUH
Es una enfermedad que se caracteriza por anemia hemolítica, trombocitopenia, deficiencia de la coagulación sanguínea, insuficiencia renal y signos neurológicos variables.
Generalmente comienza con vómitos y diarrea, la cual puede ser sanguinolenta. Posteriormente, el paciente se debilita, se torna irritable, aletargado y pálido. Se produce anemia, debido que sus glóbulos rojos se están destruyendo (efecto hemolítico al que alude su nombre). También hay disminución del número de plaquetas, lo que provoca deficiencias en la coagulación, con el consiguiente aumento del riesgo de hemorragias. Además, los riñones se deterioran y disminuyen total o parcialmente su funcionamiento. Hay disminución de la cantidad de orina durante la diarrea; esto puede ocurrir por deshidratación, como consecuencia de la misma, o por afectación de los riñones debido a la enfermedad.
Paralelamente, hay acumulación sanguínea de productos de desecho nitrogenados en el organismo (uremia, de donde deriva la denominación SUH), lo que produce color amarillento en la piel.
Según la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), se debe realizar una consulta con médicos ante la aparición de síntomas sugestivos de la enfermedad. El diagnóstico se realiza a través de la observación de síntomas, algunos de los cuales se mencionaron anteriormente. Se puede complementar con análisis de laboratorio rutinarios, ya sea de sangre(recuento de glóbulos rojos y de plaquetas, pruebas de coagulación), orina o materia fecal (presencia de sangre o de E. coli).
El tratamiento consiste en transfusiones y en ciertos casos, se recurre a la diálisis. Aproximadamente el 60 % de los pacientes se recupera y se obtienen mejores resultados en los niños.
En cuanto a prevención, la SAP recomienda respetar distintas normas de higiene, recreación y cocción de alimentos. En virtud de que la bacteria se destruye a 70 º C, sugiere, por ejemplo, asegurar la correcta cocción de las carnes y evitar el contacto de carnes crudas con otros alimentos.
Iniciativas educativas y solidarias
Un estudio retrospectivo del periodo 1987-2003 estimó en 1.500 dólares el costo directo de un paciente en el periodo agudo del SUH. En tanto, los costos totales anuales de los pacientes del Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan ascendieron a 2.170.000 en 2005, según informe del Servicio de Nefrología de dicha institución publicado en Medicina en 2006.
Los cuantiosos gastos médicos y sociales ameritarían una planificación meticulosa del cuidado de la salud en el ámbito estatal, con fijación de prioridades y énfasis en la prevención.
En este contexto, y desde el punto de vista educativo, en una escuela primaria porteña se desarrolló una actividad de difusión científica perteneciente a la serie De la universidad a la escuela. Su objetivo general fue acercar nociones sobre el SUH y otras infecciones producidas por E. coli, sus manifestaciones, diagnóstico, prevención, tratamiento, etc. La información brindada acerca del cuidado de la salud se propagaría al resto de la comunidad educativa y haría varias contribuciones, entre ellas la prevención de la enfermedad, según consigna un artículo publicado en el portal Educ.ar.
En Huanquelen, pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires que se observa en películas de Carlos Sorin, un colegio secundario ha montado artesanalmente una planta pasteurizadota de leche que satisface la demanda de seguridad a bajos costos de este alimento y contribuye también a la prevención del SUH y otras infecciones frecuentes en las zonas rurales de escasos recursos.
La Asociación civil de lucha contra el SUH fue creada en la Argentina y a través de su portal digital fomenta la información, investigación y colaboración dirigidas a disminuir la incidencia de la enfermedad.
Curriculum de la Autora
Dra. Cristina Pérez.
Cristina Pérez es Bioquímica y Licenciada en Química Farmacéutica por la Universidad de Córdoba (Argentina). Se graduó como doctora en Ciencias Químicas en la Universidad Complutense de Madrid (España). Su actuación profesional ha concernido fundamentalmente a la docencia, investigación y extensión universitarias.
Como docente, se inició siendo alumna y se desempeñó en distintas materias de las carreras de Ciencias Químicas, en actividades de grado, post-grado, formación de docentes e ingreso universitario. Desde 1986 se desempeña como Profesora Adjunta de Farmacología, con dedicación exclusiva en la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires, habiendo obtenido y renovado el cargo en sucesivos concursos y sido coordinadora general de docencia. Además, es miembro de la CONEAU y evaluadora de profesores en universidades nacionales.
Como investigadora, su labor se inició en el Consejo de Investigaciones Científicas de España, donde realizó su doctorado, como becaria del Instituto Español de Emigración, Además, recibió becas del European Trainning Programme para trabajar en la Universidad de Sussex (Inglaterra) y del National Institute of Health para estudios post- doctorales en la Universidad de Texas (EE.UU.). También fue investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de Argentina.
Actualmente trabaja en la búsqueda de medicamentos antimicrobianos a partir de recursos naturales sudamericanos, particularmente de origen vegetal. Forma parte de un equipo multidisciplinario conformado principalmente por investigadores de las Universidades de Buenos Aires y de Córdoba y está co-dirigiendo una tesis doctoral en Ciencias Químicas.
Ha presentado 62 comunicaciones en congresos científicos y pedagógicos, habiendo sido invitada, entre otros, al internacional de Ciencias Farmacéuticas aplicadas a la Industria, realizado en El Cairo, Egipto (2005).
Respecto de la extensión universitaria, ha realizado trabajos de difusión científica, tanto en ámbitos periodísticos como educativos. Los primeros se han publicado como artículos en revistas y diarios de divulgación general, así como de circulación periódica entre profesionales de la salud.
Los segundos han originado De la Universidad a la Escuela, una serie de propuestas docentes innovadoras para la enseñanza primaria, publicadas en distintos medios pedagógicos y compiladas en la página digital homónima. Estas iniciativas han sido distinguidas recientemente con el Premio Universidad y desarrollo del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología y una mención especial en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (capítulo argentino).
Es autora de 58 artículos publicados en revistas y libros científicos, pedagógicos y periodísticos.