Diabetes

Otro laboratorio desiste de la insulina inhalada

Lilly frena su desarrollo tras una 'evaluación de su potencial clínico y económico' .

ELMUNDO.ES

MADRID.- Lo que está sucediendo con la insulina inhalada (un innovador tratamiento que prometía ingresos millonarios y facilitar la vida a los diabéticos) no tiene precedentes en la industria farmacéutica. El año pasado, el único laboratorio que comercializaba un dispositivo de este tipo decidió retirarlo por motivos económicos. Otras compañías que desarrollaban productos de este tipo también están desistiendo.

La última empresa en anunciar que abandona el mercado de la insulina inhalada ha sido Lilly. El laboratorio tenía en marcha varios ensayos clínicos en fase III (la última antes de la aprobación de un fármaco) con este producto. Al menos, así era hasta el viernes, cuando decidía abandonar el desarrollo de su insulina, como "resultado de las crecientes incertidumbres en el entorno regulador y de una minuciosa evaluación del cambiante potencial comercial y clínico del producto, en comparación con las terapias médicas existentes", señalaba en un comunicado.

Como ha sucedido con sus dos predecesores, no acababa de ver el futuro económico del producto, bastante caro de fabricar. Así le sucedió a Pfizer el pasado mes de noviembre, cuando anunció que retiraba del mercado Exubera, la primera insulina inhalada en el mercado. En España llevaba sólo cinco meses. El motivo de la retirada no fueron razones de seguridad, sino económicos: "Las ventas de este año fueron muy, muy modestas", explicó entonces Frank D'Amelio, director de finanzas de Pfizer.

Los diabéticos no habían acabado de dejarse seducir por esta vía de administración de la insulina: aunque prometía ahorrarles muchos pinchazos diarios, les exigía llevar consigo un gran inhalador (del tamaño de un bote de pelotas de tenis) y, además, algunos expertos tenían dudas sobre su seguridad pulmonar a largo plazo. Para más inri, se trata de un producto de costosa fabricación.

Cuando se anunció el adiós de Exubera, los laboratorios Lilly se apresuraron a mostrar su confianza en el producto que ellos desarrollaban, mucho más pequeño que el de Pfizer. "Creemos que existe espacio para una administración más cómoda de la insulina. No retrocedemos ni una pulgada ni del programa que actualmente se encuentra en fase III ni de nuestros planes de seguir adelante y solicitar la autorización, calculo que en 2009", dijo entonces John Lechleiter, presidente temporal de Lilly.

Cinco meses después, han cambiado de idea. El primer sorprendido, al igual que sucedió en su día con Exubera, ha sido la pequeña compañía biotecnológica aliada en el desarrollo del producto. "Lilly tiene el derecho de finalizar con su licencia de la insulina AIR, pero Alkermes [el nombre de la compañía asociada] cree que los ensayos deberían finalizarse", ha señalado la biotecnológica en un comunicado.

El pasado mes de enero, también la compañía Novo Nordisk decidía abandonar el desarrollo de su insulina, con argumentos semejantes a los de Lilly: "Basándose en un análisis detallado de las futuras posibilidades de la insulina inhalada y una revisión de su potencial médico y comercial, Novo Nordisk ha decidido abandonar el desarrollo de AERx".

Así las cosas, sólo queda una insulina inhalada en desarrollo. Tras las últimas nuevas, el fabricante (Mannkind Corporation) ha reafirmado su compromiso de seguir desarrollando su inhalador, actualmente en ensayos fase III. La compañía espera solicitar su autorización en EEUU a finales de este año.