¿De dónde venimos?

El mono que llevamos dentro

Un libro apasionante donde bonobos y chimpancés funcionan como espejo del hombre.

¿Qué hay de nosotros en las descripciones del comportamiento social de Bonobos y Chimpancés?

El primatólogo Frans de Waal lleva toda una vida profesional observando la conducta de los primates en cautivierio y en su hábitat natural. Resulta un ejercicio asombroso detenerso en las particularidades de los hábitos de relación, jerarquías, liderazgos, sexualidad y otros aspectos de estos animales. Pero también resulta muy inquietante encontrar muchos de nuestros rasgos más constitutivos que compartimos con ellos.

Un libro fascinante, escrito en un lenguaje atractivo, comprensible, plagado de anécdotas y sentido del humor. Resulta muy difícil abandonar una lectura tan atrapante y, a la vez, es muy movilizador tomar contacto con "el mono que llevamos dentro" a través de sus páginas.

¿Biología o cultura? ¿Qué hay del homínido que fuimos en los hombres que hoy somos? ¿Cuántos de nuestros comportamientos cotidianos provienen del fondo misterioso de la evolución humana?

Competitividad, disputas por el liderazgo, territorialidad, estrategias de reconciliación, sexo desenfrenado o sexualidad controlada; éstos y otros aspectos de la vida de los diversos tipos de simios le impedirán abandonar este libro imposible de dejar pasar.
 
Daniel Flichtentrei


Reseña:

¿Qué lugar ocupa nuestra especie en la naturaleza? Hace ya mucho tiempo que los científicos nos han explicado que tenemos un ancestro común con los grandes simios y que por tanto es normal que compartamos numerosos rasgos, no siempre halagüeños: el ansia de poder, la lucha por el sexo, una violenta territorialidad y una fuerte tendencia al engaño y la manipulación. Pero la fascinante –y esperanzadora– tesis del primatólogo Frans de Waal sostiene que, pese a todo, también nuestras más nobles características –la generosidad, la amabilidad, el altruismo y la solidaridad– forman parte de la naturaleza humana, pues también las hemos heredado de nuestros ancestros.

Además, hallazgos recientes en neurología han demostrado que, contrariamente a lo que se venía afirmando, la toma de decisiones morales activa centros emocionales muy antiguos en el cerebro. Así, mientras que es fácil establecer un paralelo entre la brutalidad de los chimpancés y la de los humanos, Frans de Waal sugiere que los bonobos –gentiles, amantes y dotados de un sentido innato para algo muy parecido al erotismo– son un modelo igualmente bueno para analizar nuestra herencia de primates. En definitiva, una atractiva y sorprendente exploración de la moralidad humana, contemplada a través del espejo de nuestros parientes más próximos.
 

 

Comentario de la periodista Nora Bar del diario La Nación

Sobre la naturaleza humana
Por Nora Bär

El espectáculo de las peleas entre vecinos y de la competencia sin ley por los puestos de poder con que nos desayunamos diariamente mientras leemos los diarios es francamente desolador... Pero para los etólogos evolucionistas expresa nada más y nada menos que nuestra herencia genética como miembros de la familia de los primates: estas conductas son, precisamente, rasgos predominantes entre nuestros "primos cercanos", los chimpancés.

De Hobbes en adelante, pasando por Konrad Lorenz, muchos defendieron la idea de que la agresión, el comportamiento jerárquico y violento, y la tendencia a ganar poder sojuzgando a otros y librando contiendas perpetuas forman parte de nuestro destino biológico. Según parece, llevamos la agresión en los genes...

Pero después de décadas de vigencia de la "teoría del barniz" (en lo más hondo, los seres humanos tenemos un impulso agresivo incontenible que encuentra una válvula de escape en la guerra, la violencia y el deporte, sólo encubierto por una "pátina" de civilización), el célebre primatólogo holandés Frans de Waal ofrece otra explicación: en El mono que llevamos dentro , que acaba de publicar en el país Editorial Tusquets, argumenta que en realidad el linaje humano combina tanto la agresividad de los chimpancés como la benevolencia de los bonobos, un animal tranquilo y más interesado en el sexo que en la pelea, descubierto en el siglo XX.

"La brutalidad y el afán de poder del chimpancé contrastan con la amabilidad y el erotismo del bonobo -escribe De Waal-. Una suerte de Dr. Jekill y Mr. Hyde, nuestra propia naturaleza es un tenso matrimonio entre ambos."

¿Nos parecemos más a los chimpancés o a los bonobos? Para el científico, que estudia los increíbles paralelismos que existen entre el comportamiento de los monos y de los humanos desde hace décadas, estas preguntas no tienen sentido para explicar nuestra personalidad bipolar. "Es como preguntarse si una superficie se mide mejor por su longitud o por su ancho", afirma. Y más adelante agrega: "Somos como una cabeza de Jano, con una cara cruel y otra compasiva mirando en sentidos opuestos".

De Waal aporta una visión que intenta ser más esperanzadora. Sostiene que si bien en la naturaleza no existen los estados puros, todo está regulado y bajo control. El mismo principio se aplica a la naturaleza humana y a la sociedad: "Ser egoísta es inevitable y necesario, pero sólo hasta cierto punto -dice-. (...) Somos el producto de fuerzas opuestas, como la doble necesidad de velar por los propios intereses y la de congeniar, ambos factores están estrechamente interconectados y contribuyen a la supervivencia".

Si es cierto, como escribe De Waal en la primera línea de su libro, que "se puede sacar al mono de la jungla, pero no a la jungla del mono", dada la destrucción generalizada que venimos produciendo, uno sólo espera que seamos capaces de recuperar al bonobo que llevamos adentro nuestro.

Por Nora Bär
ciencia@lanacion.com.ar 
 


 ¿Quién es Frans de Waal?

Frans de Waal nació en los Países Bajos en 1948. En 1973 se doctoró en la Universidad de Groninga y prosiguió sus estudios en la Universidad de Utrecht; es profesor en la Universidad de Emory en Atlanta, director del Yerkes Primate Center de Estados Unidos y miembro de la Academia Americana de las Ciencias, y está considerado uno de los más eminentes primatólogos y etólogos contemporáneos, especializado en la inteligencia social de primates como los chimpancés, bonobos y macacos. Es autor de otros cinco libros, entre los que destacan La política de los chimpancés (1993), Bien natural: los orígenes del bien y del mal en los humanos y otros animales (1997) o El simio y el aprendiz de sushi: reflexiones de un primatólogo sobre la cultura (2002).