Curso virtual de Adolescencia HIBA

Entrevistar adolescentes : Mucho más que confeccionar una historia clínica

Claves a tener en cuenta en estas situaciones. Este texto forma parte del curso virtual de adolescencia del Hospital Italiano de Buenos Aires.

Para todos aquellos profesionales que trabajan con adolescentes y necesitan establecer un vínculo de confianza con ellos, ofrecemos las siguientes recomendaciones a la hora de la entrevista durante la consulta pediátrica:

¿De qué depende el éxito de la entrevista? Veamos algunos factores:

  • La actitud del profesional hacia el adolescente. Es fundamental mostrar empatía, estar dispuestos a escucharlos, ser objetivo y abierto en nuestras recomendaciones e intentar no emitir juicios

  • Los conocimientos acerca del proceso normal de crecimiento y desarrollo del adolescente, tanto físico como psicosocial y de las adaptaciones familiares frente a la crisis normal que este atraviesa

  • El enfoque de la patología en este grupo etario: biopsicosocial- interdisciplinario- transdiciplinario

  • El conocimiento de la patología prevalente, y de los límites de la normalidad

  • Un ambiente físico adecuado. Si bien no es tan importante como los primeros cuatro factores, un ambiente que garantice la privacidad, horarios amplios de atención y personal administrativo con actitudes acordes, es otro de los recursos que hará que el adolescente se sienta confortable

El manejo de la entrevista: el rol del profesional

El médico que atiende adolescentes debe adecuar su manera de comunicarse en función de las características propias de cada joven que se acerca a la consulta. No sólo se trata de intercambiar información sino de generar confianza y crear un espacio para la negociación y para las propuestas. Veamos algunas recomendaciones:

  • Evitar desempeñar el rol de figura paterna. El profesional debe funcionar como un adulto extraparental y el énfasis debe estar puesto en escuchar, aconsejar y guiar pero de una manera no crítica, sin emitir juicios. Estar atento a no establecer complicidades a través de guiños o señas con los padres.
     Se le puede decir “… entiendo que estés triste porque tu mamá no te dejó ir   a…”; evitar decir “…estoy de acuerdo con…”

  • Evitar desempeñar el rol de adolescente. Relacionarse bien con los adolescentes no significa identificarse con ellos (en la vestimenta o el lenguaje). Por el contrario, al adolescente le agrada ser tratado de una forma sensible pero madura y natural.  

Esta viñeta muestra claramente como No hay que entrevistar a un adolescente.

  • Centrar la entrevista en diversos temas, no sólo en temas médicos. Es recomendable comenzar por el tema que le preocupa al adolescente si ya lo conocemos, y,  en forma espiralada, ir recorriendo las otras áreas de interés vinculadas con la salud.

  • Ser objetivos. Muchos profesionales pueden encontrar difícil tratar con adolescentes, pero deberán hacer un esfuerzo por mantenerse objetivos. Esto implica no tratar de imponer nuestra propia escala de valores y creencias. Nuestras recomendaciones deben fundarse en conocimientos médicos actualizados, ajustados a la necesidad de cada paciente. Si existiera algún prejuicio o creencia personal de parte del médico en relación con algún tema de preocupación del adolescente - por ejemplo, desacuerdo en utilizar anticoncepción de emergencia- se lo debe derivar a otro profesional que les brinde todas las posibilidades del conocimiento médico.

  • Adaptar la manera de interrogar de acuerdo con las características de cada paciente. No todos los adolescentes son fáciles de interrogar y, en ocasiones, son poco comunicativos. Por lo tanto, sugerimos comenzar con preguntas informales acerca de la escuela, los amigos y las preferencias, lo cual no sólo disminuye la tensión sino que permite al profesional comenzar a formarse una idea acerca de la personalidad del paciente y su carácter.
     Asimismo, permite al adolescente conversar sobre lo que quiere decir. Saber escuchar puede ser la clave para establecer una buena relación. Puede ser difícil, sobre todo cuando el adolescente se dispersa, no obstante, escuchar lo que espontáneamente nos cuenta es un modo de conocer lo que piensa y siente.

Por ejemplo, si queremos indagar acerca del hábito de fumar, podríamos preguntar, “…muchos chicos fuman, ¿conocés a alguno que lo haga?, ¿algún amigo tuyo fuma?, ¿alguna vez te ofrecieron un cigarrillo?, ¿por qué pensás que aceptaste? o ¿por qué no aceptaste?”

  • Considerar  seriamente los comentarios del adolescente para que no se sienta tratado como un niño.

  • Explorar sobre temas que tienen que ver con ellos. Por ejemplo, sus gustos, opiniones, intereses, etc.

  • Dirigir el interrogatorio a través de preguntas abiertas. De este modo damos libertad al paciente para que se exprese de la manera en que se sienta más cómodo. Esta manera de preguntar es más efectiva y menos intimidatoria que cuando se utilizan las típicas preguntas cerradas con respuestas cortas.

  • Estar atentos a la comunicación no verbal. Si notamos que se pone triste al hablar de determinado tema, se puede realizar una pregunta abierta para favorecer la comunicación.




Curso El cuidado de la salud en la adolescencia

Cronograma

Inicia: Lunes 24 de Septiembre de 2007
Finaliza: Jueves 6 de Diciembre de 2007

Fundamentos del Programa

La explosión demográfica, los cambios en la urbanización, así como el adelanto en la edad de la menarca y otros cambios biológicos y socioculturales, hicieron que este grupo etario adquiera más representatividad al momento de considerar las preocupaciones en el área de la salud. Surge así el desarrollo de la Medicina del Adolescente.

Considerar la adolescencia como una etapa más del ciclo vital de la familia humana, implica centrar especialmente nuestra atención y compromiso en los que transitan por ella, esto es en los propios adolescentes. Pero sin dejar de pensar que los otros integrantes de esta crisis normativa son también la familia, los otros adultos y la sociedad toda.

La adolescencia es vista como una de las últimas oportunidades para intervenir en el desarrollo de la persona, a fin de garantizar el mejor estado de salud del hombre y la mujer adulta.

Para esto se requiere de un abordaje que trascienda distintas disciplinas y que también, como para las otras etapas de la vida, debería estar enfocado considerando al individuo en toda su integridad.

Este curso propone una oportunidad para adquirir herramientas en la comprensión y en el enfoque necesario para la atención de los adolescentes.
 
 
Propósitos generales

Ofrecer las herramientas necesarias para la atención de adolescentes
Promover la interacción de profesionales de distintas disciplinas
Proveer de herramientas conceptuales para una formación permanente y actualizada

Puede encontrar más información sobre este tema en el Curso El cuidado de la salud en la adolescencia, en la siguiente dirección: campus.hospitalitaliano.org.ar/course/explicativa.php