Una niña británica parece haberse convertido en el primer paciente de Gran Bretaña, y posiblemente del mundo, al que le retiran el corazón que le había sido trasplantado y le vuelven a conectar el suyo, dijo el jueves un hospital londinense. Hannah Clark se sometió hace diez años a una operación de trasplante heterotópico, en la que el corazón del donante se coloca junto al órgano original. Sin embargo, su cuerpo empezó a reaccionar mal a las medicinas que tomaba para evitar un rechazo y los cirujanos decidieron retirar el órgano donado."Descubrimos que su viejo corazón funcionaba bastante bien -dijo un vocero del hospital Great Ormond Street-. Así que retiramos el corazón trasplantado, le pudimos quitar las medicinas para el rechazo y reconectamos su viejo corazón. Y funcionó." Sir Magdi Yacoub, el cirujano de origen egipcio que realizó el trasplante original, asesoró a los cirujanos durante la operación, que se realizó el 20 de febrero. "Su corazón se recuperó casi completamente -dijo a la BBC-. Es un final muy feliz." Los médicos dijeron que la operación supone un avance importante en el tratamiento de personas que sufren cardiomiopatía, una dolencia en la que el corazón se inflama y trabaja deficientemente. "Hace tiempo se piensa que si un corazón está fallando por una inflamación grave, podría recuperarse si descansa", dijo el profesor Peter Weissberg, director médico de la Fundación Británica del Corazón. "Eso es exactamente lo que pareció pasar en este caso. El corazón trasplantado permitió un descanso al corazón del paciente", agregó.
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Le quitan el corazón trasplantado hace 10 años y le conectan el suyo.
Médicos ingleses realizaron una operación coronaria que al parecer carece de antecedentes en el mundo: le quitaron a una nena de 12 años el corazón que le habían trasplantado una década atrás y le volvieron a conectar su propio corazón. La paciente había vivido los diez últimos años con los dos corazones, pero sólo uno —el trasplantado— funcionaba. Al otro se lo dejaron inactivo.
Hannah Clark debió ser operada de emergencia luego de que los médicos detectaran que su sistema inmunológico empezaba a rechazar el corazón implantado. La nena se recupera bien y está próxima a ser dada de alta. La cirugía se realizó el 20 de febrero pasado en el hospital londinense de Great Ormond Street, pero recién trascendió ayer.
Sir Magdi Yacoub, el cirujano a cargo del primer procedimiento quirúrgico que se le hizo a Hannah, aconsejó a los médicos que la atendieron ahora que volvieran a operarla debido al rechazo del corazón donado. "Existía la posibilidad remota de que su propio corazón funcionara y funcionó. Es realmente maravilloso", contó el especialista a la cadena BBC. Y agregó: "Es un cuento con un final muy feliz."
Cuando tenía apenas dos años, la nena debió ser trasplantada porque padecía una enfermedad llamada cardiomiopatía. Esa dolencia hizo que su corazón se agrandara y empezara a funcionar mal, amenazando así su vida. Se le trasplantó, entonces, un corazón y se le dejó el suyo.
Tras esta cirugía, su corazón, antes enfermo, parece estar funcionando con absoluta normalidad. Los médicos creen que esto obedece a que su órgano se habría recuperado tras haber descansado durante tanto tiempo.
La madre de la nena, Elizabeth Clark, contó que la operación iba a durar ocho horas, pero se completó en sólo cuatro. "Nos habían advertido también que nuestra hija podía quedar en terapia intensiva por semanas, tal vez meses, pero ella se recuperó muy rápido. En cinco días estaba de regreso en casa", recordó.
La nena también sufría de un cáncer linfático desde hacía algunos años, pero después de un tratamiento de quimioterapia, en enero pasado, su condición era favorable.
El profesor Peter Weissberg, director médico de la Fundación Coronaria Británica (BHF), calificó la operación de Hannah como "un evento importante y muy favorable. Este es un gran ejemplo de cómo una medida pionera y noble a un problema médico puede llevarnos a resultados sorprendentes, que nos informan sobre cómo progresar en ciertas enfermedades del corazón".