Botulismo del lactante

Tratamiento con inmunoglobulina intravenosa para el botulismo humano

El tratamiento rápido del botulismo del lactante tipo A o tipo B con BIG-IV fue seguro y eficaz.

Autor/a: Dres. Arnon SS, Schechter R, Maslanka SE, Jewell NP, Hatheway CL.

Fuente: N Engl J Med. 2006 Feb 2;354(5):462-71.

El botulismo es una de las sustancias más tóxicas conocidas y existen siete variantes antigénicas (tipos A a G) que se distinguen por la imposibilidad que tiene una antitoxina de un tipo específico de neutralizar a otros tipos; los tipos de toxinas sirven a su vez como útiles marcadores clínicos y epidemiológicos.

Casi todos los casos de botulismo del lactante en los Estados Unidos han resultado ser de los tipos de toxina A y B. Históricamente, los pacientes no tratados por botulismo del lactante causado por la toxina tipo A tienen una media de tiempo de internación significativamente más prolongada que los pacientes no tratados con botulismo causado por la toxina B y el tratamiento se limita a un cuidado de mantenimiento.
La antitoxina botulínica equina utilizada en pacientes adultos no ha sido utilizada para el tratamiento del botulismo del lactante en los Estados Unidos, debido a sus serios efectos adversos (incluyendo anafilaxia y enfermedad  del suero), su corta vida media (5 a 7 días) y a su potencial sensibilización contra las proteínas equinas.

Por estas razones, creamos el medicamento huérfano (de origen humano) denominado inmunoglobulina intravenosa para el botulismo humano (BIG-IV), que neutraliza la toxina botulínica y evaluamos su seguridad y su eficacia en el tratamiento del botulismo del lactante, la forma de toxemia intestinal del botulismo humano.

Métodos:

Realizamos un ensayo de cinco años de duración, aleatorizado, a doble ciego y controlado con placebo en todo el estado de California sobre el uso de BIG-IV en 122 lactantes con sospecha de botulismo intestinal, posteriormente confirmado mediante pruebas de laboratorio (75 causadas por la toxina tipo A del Clostridium botulinum y 47 por la toxina tipo B). El tratamiento se administró en un plazo de tres días después del ingreso hospitalario. Posteriormente, realizamos un estudio nacional en régimen abierto de 6 años de duración en 382 casos de botulismo del lactante confirmados mediante pruebas de laboratorio tratados en un plazo de 18 días después del ingreso hospitalario.

Resultados:

En comparación con el grupo de control del ensayo aleatorizado, los lactantes tratados con BIG-IV presentaron una reducción de la duración media de la estancia hospitalaria (que era la variable de valoración primaria de los resultados en cuanto a eficacia) de 5,7 semanas a 2,6 semanas (p<0,001). El tratamiento con BIG-IV también redujo la duración media de los cuidados intensivos en 3,2 semanas (p<0,001), la duración media de la ventilación mecánica en 2,6 semanas (p=0,01), la duración media de alimentación intravenosa o por sonda en 6,4 semanas (p<0,001) y los costos hospitalarios medios por paciente en 88.600 dólares (en dólares estadounidenses del 2004, p<0,001). No se produjeron eventos adversos graves atribuibles al tratamiento con BIG-IV. En el estudio abierto, los lactantes tratados con BIG-IV en los siete días posteriores a su ingreso tuvieron una estadía hospitalaria media de 2,2 semanas y el tratamiento precoz con BIG-IV acortó la estadía media significativamente más que los tratamientos administrados en fases más tardías.

Conclusiones:

El tratamiento rápido del botulismo del lactante tipo A o tipo B con BIG-IV fue seguro y eficaz para reducir la duración y el costo de la estadía hospitalaria, así como la gravedad de la enfermedad. Redujo el tiempo medio de estadía para todos los pacientes en 3.1 semanas. La estadía media en la unidad de cuidados intensivos, la duración media de utilización de sonda o alimentación intravenosa y los costos medios hospitalarios por pacientes estuvieron también significativamente reducidos en los lactantes tratados con BIG-IV. El único efecto adverso quizás relacionado al tratamiento con BIG-IV fue un rush eritematoso transitorio. Se observaron eventos adversos no serios más comúnmente en los lactantes tratados con BIG-IV que aquellos tratados con placebo.

La BIG-IV tiene una vida media de aproximadamente 28 días en vivo y una gran capacidad para neutralizar la toxina botulínica. Una única infusión neutraliza por lo menos por 6 meses a todas las toxinas botulínicas que pueden ser absorbidas por el colon de un lactante.

Esta característica es particularmente importante porque torna discutible la preocupación de que los antibióticos utilizados para el tratamiento de las infecciones bacterianas secundarias pueden lisar las células vegetativas del C. Botulinum en el lumen intestinal y de este modo incrementar la cantidad de toxina botulínica disponible para la absorción. El tratamiento debe ser colocado lo más rápido posible luego de la admisión hospitalaria, no debiendo ser retrasado por estudios de confirmación en heces o enemas.