Psiquiatría infantil

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad y trastorno bipolar asociado.

Uno de cada diez niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) presenta además alguna patología asociada, siendo las más frecuentes el trastorno negativista desafiante, el trastorno de conducta, las dificultades de aprendizaje, ansiedad, depresión y el síndrome de Gilles de LaTourette. El TDAH también puede presentarse en comorbilidad con un cuadro bipolar.

Así se puso de manifiesto durante la celebración del Primer Congreso Internacional Multidisciplinar sobre Trastorno por Déficit de Atención y Trastornos de la Conducta, que se ha celebrado estos días en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Aunque en España no existe ningún estudio epidemiológico al respecto, los datos que llegan de Estados Unidos hablan de que hasta un 1,2% de los niños presenta trastorno bipolar.

Si bien esta patología por sí sola cuenta con suficiente relevancia, puede aparecer, además, en comorbilidad con TDAH y la manía (estado de euforia), no siendo infrecuente el enmascaramiento del trastorno bipolar cuando aparece asociado a estas patologías. "En torno a un 15% de los niños diagnosticados de TDAH pueden padecer algún tipo de trastorno bipolar", explica el Dr. Joseph Biederman, profesor de Psiquiatría de la Universidad de Harvard (Estados Unidos). Esta cifra resulta aún más significativa si tenemos en cuenta que hasta un 10% de los niños en edad escolar pueden desarrollar TDAH.

La línea que separa los síntomas entre el trastorno bipolar, la manía y el TDAH es muy fina, y por eso en ocasiones se diagnostican menos casos de los reales debido a la asociación de ambos cuadros. "Por eso hay que hilar muy fino y saber distinguir algunos detalles que los diferencian", destaca el Dr. Javier Quintero, profesor asociado del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro del Comité Organizador y Científico de este encuentro.

Por ejemplo, el sueño puede convertirse en un elemento diferenciador. Mientras que los niños con TDAH ponen problemas para meterse en la cama pero duermen con normalidad, los que padecen trastorno bipolar tienen dificultades para ir a la cama y, además, duermen menos, ya que se acuestan más tarde y se levantan más temprano.

La irritabilidad es otro buen ejemplo. "A pesar de que los niños hiperactivos presentan episodios de irritabilidad intensos (rabietas), este síntoma es más típico y grave en un trastorno bipolar que cursa con manía", añade el Dr. Quintero.

También la falta de atención puede darse en ambos casos pero siempre será más común en el TDAH. En el caso de la hiperactividad hay que tener en cuenta no tanto la cantidad del movimiento como la calidad, que será la que ayude a diferenciar ambos casos. Aunque es difícil hacer un diagnóstico antes de los seis años de edad, en la mayoría de los casos se detectan evidencias de que ya existía uno o dos años antes.

Entre las conclusiones del I Congreso Internacional Multidisciplinar sobre el Trastorno por Déficit de Atención y Trastornos de la Conducta, expuestas por el Dr. Javier San Sebastián, presidente del Comité Científico y Organizador del mismo, destaca que a pesar de los datos de prevalencia del TDAH y de la gravedad del trastorno bipolar, hay un escenario "afortunadamente optimista", dado que ambas patologías responden con éxito al tratamiento farmacológico, aspecto este compartido por los diferentes ponentes que participaron en el encuentro.