Cómo ocurre la risa es algo que no se ha comprendido del todo, pues involucra una relación compleja entre los procesos del pensamiento y aspectos emocionales del cerebro, así como una parte de control físico de los músculos pectorales. Lo que ahora se sabe es que el hipotálamo, una pequeña estructura en lo profundo del cerebro, juega un papel importante en cosas como la sed, el control de temperatura del cuerpo, el apetito y también en la generación de la risa, pero nada más.
El acto de reír ocurre de manera cotidiana y forma parte de las interacciones sociales. Puede ser motivado por comentarios banales y conversaciones carentes de todo humor o, por el contrario, por una causa que se podría considerar como "bien justificada". Un estudio realizado por Matthew Gervais Wilson, de la Universidad de Binghamton, Nueva York, explica en qué consisten las diferencias y su evolución.
A partir de evidencia recabada de distintas disciplinas, el investigador y su equipo de colaboradores consiguieron detallar la trayectoria evolutiva de la risa en los últimos 7 millones de años. Según el estudio, la risa evolucionó hace entre cuatro y dos millones de años, a partir de los jadeos que los primates emitían al jugar, y fue promovida por los juegos comunitarios efectuados en periodos de seguridad.
Sin embargo, estudios neurofisiológicos y de la conducta han mostrado que la risa puede ser algo más que una respuesta espontánea a un estímulo de humor. Hace alrededor de dos millones de años nuestros ancestros desarrollaron la capacidad de controlar a voluntad el sistema motor facial. Ello dio como resultado que la risa fuera una opción gestual asociada con distintos estímulos, incluido el de pausas y entonaciones estratégicas en una conversación.
Los humanos pueden ahora acceder a la risa de manera voluntaria y utilizarla para sus propios fines, tales como suavizar una conversación, interactuar con el interlocutor o con terceros, apaciguar a otros, o manifestar condescendencia con aquellos que no gozan de nuestros afectos, dijo Gervais.
Remedio cardiovascular
Los resultados de estudios dados a conocer en 2005 por Michael Miller, de la Universidad de Maryland, corroboran la creencia popular de que reír es bueno para la salud. Según sus investigaciones, la risa ayuda al mejor funcionamiento de los vasos sanguíneos, pues parece estar asociada con la dilatación del tejido interno (endotelio) de los mismos, permitiendo un mayor flujo de sangre.
Cuando a los voluntarios sometidos al estudio se les proyectó una película que producía estrés mental, sus vasos sanguíneos desarrollaron una respuesta llamada vasoconstricción, que reduce el flujo sanguíneo. El hallazgo, dicen los científicos, confirma investigaciones previas que sugieren la existencia de una relación entre el estrés mental y el estrechamiento de los vasos.
El endotelio tiene un poderoso efecto en el tono de los vasos sanguíneos y la regulación del flujo de sangre; ajusta la coagulación y la densidad de la sangre, al tiempo que secreta otras sustancias químicas en respuesta a heridas, infecciones o irritación. También juega un papel importante en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
"El endotelio es la primera línea en el desarrollo de la arterioesclerosis o endurecimiento de las arterias, así, dados los resultados de nuestro estudio, es concebible que la risa sea importante para mantener un endotelio sano y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Al menos la risa compensa el impacto del estrés mental, que también resulta dañino para el endotelio", dijo Miller.
"No sabemos si los beneficios a la salud provienen del movimiento de los músculos del diafragma o de la liberación de endorfinas, detonada por el acto de reír", comentó el investigador. Lo que se sabe es que un compuesto denominado óxido nítrico juega un papel capital en la dilatación del endotelio. De ahí el especialista infiere que "el estrés mental conduce a una baja de este compuesto o inhibe su producción, dando como resultado la vasoconstricción". (Universidades de Maryland y Binghamton)
Reír sin motivo, problema serio
Una pequeña masa tumoral conocida como hematoma hipotalámico puede ocasionar en quienes lo padecen el deseo de reír sin motivo, aun cuando dicha urgencia no venga seguida de la risa. Estudios recientes efectuados al respecto señalan que tres pacientes con ese problema sufrían de ataques epilépticos, mismos que pudieron ser controlados a base de medicamento, no así el impulso de reír.
Muchos pacientes encuentran esa sensación placentera, señala el especialista australiano y autor de la investigación, Samuel Berkovic. "Sin embargo, cuando se les ha advertido que en ocasiones dicha sensación anticipa la llegada de un ataque, su postura ha cambiado." En ese sentido, resulta importante reconocer este síntoma como una pista acerca de la posible presencia de este problema.
Otro estudio, dado a conocer hace menos de un año, indica que más de la mitad de las personas que padecen asma reportaron que entre los síntomas que producen los ataques se encuentra la risa. La investigación indica que 56% de los pacientes presentaron un ataque de asma detonado por el acto de reír.
Según Stuart Garay, autor del estudio, "los pacientes con asma controlada pueden reír sin temor de sufrir un ataque, lo cual indica que cuando el asma se detona por la risa, se trata de falta de control, pues los asmáticos deben poder reír sin problemas".
(Science Times y agencias)