El chaparro era usado por los nativos norteamericanos para tratar el cáncer, heridas, bronquitis, resfriados, verrugas y lunares. Fue utilizado ampliamente en ese país entre las décadas de 1950 y 1970 como opción alternativa en el tratamiento oncológico, pero la investigación no le encontró eficacia, ni en ésta ni en otras patologías, y la FDA alertó en contra de su uso debido a estudios que señalaban que podía producir lesiones hepáticas y renales.
Ahora, investigadores de la Universidad de Carolina del Sur han estudiado un extracto del chaparro, el ácido nordihidroguayarético, y en especial un derivado de éste denominado M4N. En un estudio de fase I lo han inyectado a ocho pacientes con cáncer de cabeza y cuello muy avanzado, observando evidencias de que conseguía eliminar el tumor, además de ser bien tolerado por los pacientes y no haber ocasionado toxicidad. Un estudio más amplio en fase II determinará la eficacia real de esta sustancia.
Webs Relacionadas
VI Conferencia Internacional de Cáncer de Cabeza y Cuello, Washington
http://www.sic2004.org/
University of South Carolina
http://www.sc.edu/