Asma

Sólo uno de cada tres pacientes asmáticos tiene un buen control de la enfermedad

El 70% de los pacientes con asma, que afecta al 5% de la población española, tiene un mal control de la enfermedad, según los resultados preliminares del Estudio ESCASE, presentados en el XXXVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), informó esta sociedad.

"La meta del tratamiento del asma debe ser controlar lo máximo sus síntomas, como son la sensación de falta de aire o disnea, que empeora a primera hora de la mañana o con el ejercicio, dificultad para respirar, ruidos torácicos, tos y opresión en el pecho. En definitiva, que su vida sea igual que la de las personas no asmáticas", indicó el Dr. Joaquín Sanchis, director del Departamento de Neumología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona.

Así, la Global Initiative for Asthma (GINA) establece que el paciente asmático está bien controlado cuando hay síntomas crónicos de asma ausentes o mínimos, nulas o mínimas exacerbaciones y crisis de asma, no visitas urgentes al médico ni a servicios de emergencias, necesidades mínimas de medicación de rescate, que no exista limitación de las actividades diarias ni del ejercicio, función pulmonar lo más próxima posible a la normalidad, variabilidad diaria del flujo espiratorio máximo menor al 20% y ausencia de efectos adversos del tratamiento antiasmático.

Los especialistas hacen hincapié en que el control total de la enfermedad es posible en un gran porcentaje de pacientes. "El control total del asma, que es posible un gran número de asmáticos, es un nuevo concepto por el que se pretende que los pacientes nunca tengan síntomas, no utilicen nunca medicación de rescate, tengan la función pulmonar normal todos los días, no se despierten por la noche a consecuencia de la enfermedad, no presenten exacerbaciones ni efectos adversos por el tratamiento y no realicen ninguna visita médica de urgencia", señaló el Dr. José Echave, del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Doce de Octubre en Madrid.

En cuanto a las causas que provocan la falta de control, factores como la falta de conocimiento por parte del asmático en cuanto a la enfermedad, su tratamiento y el uso de los dispositivos de inhalación de las terapias, la falta de cumplimiento de tratamiento, así como el hecho de que el médico no realice un buen seguimiento de la enfermedad con espirometrías para conocer la función pulmonar del paciente, son de los más frecuentes.

El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías aéreas caracterizada por una obstrucción generalizada y variable de las mismas. Esta inflamación ocasiona hinchazón e hipersecreción de moco, lo que provoca una disminución del espacio interior libre de los bronquios. Además, los bronquios de los asmáticos son hipersensibles y reaccionan con una obstrucción súbita cuando se exponen a agentes irritantes como los humos y el aire frío. Como consecuencia de estos procesos, los pacientes asmáticos sufren una obstrucción de los bronquios, que es oscilante y variable en su intensidad.

"Respecto a las causas de la enfermedad, aunque se desconocen, se sabe que tienen un origen inmunológico o alérgico, en el que, con frecuencia, los factores desencadenantes, sean alérgicos o irritantes, que precipitan la obstrucción bronquial, provocando crisis y agudizaciones, juegan un papel muy importante", incidió el Dr. Sanchís.

Por lo que respecta al tratamiento, el Dr. Echave, indicó los beneficios que puede aportar la terapia combinada de salmeterol y fluticasona al paciente asmático, así como el efecto negativo que tiene sobre la enfermedad el consumo de tabaco.

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