La osteoporosis (OP) es una amenaza para la salud pública y se espera que su prevalencia aumente dramáticamente. Los factores de riesgo son: ser mujer, ser flaca, tener amenorrea (por menopausia u otras causas) y abusar de alcohol. La terapia de reemplazo hormonal (TRH) beneficia el remodelado óseo, pero también aumenta el riesgo de cáncer de mama y endometrio. Los fitoestrógenos (FE) son una buena alternativa natural para la prevención de OP.
Estudios in vitro muestran que el equilibrio entre la síntesis de hueso y la reabsorción ósea, está regulada por los receptores de estrógenos a y ß. Los osteoblastos, son los responsables de la formación de hueso nuevo. Los osteoclastos se encargan de la reabsorción ósea. Muchas hormonas, factores de crecimiento y citoquinas tienen un rol regulador en la homeostasis ósea. Los estrógenos suprimen la actividad de los osteoclastos y protegen el hueso de la reabsorción. En la deficiencia de estrógenos, por menopausia y otras causas, el ritmo de reabsorción ósea supera la síntesis, hay depleción natural de calcio, colágeno y otras proteínas óseas, aumenta la porosidad y hay riesgo de fracturas. Los receptores de estrógenos a y ß están en los osteoblastos, y el grado de expresión de cada uno depende de algunos estímulos. Los FE, en especial la genisteína, son muy afines por el receptor ß a dosis fisiológicas. La daidzeína y genisteína estimulan la síntesis proteica y la liberación de fosfatasa alcalina en el hueso e inhiben la actividad de los osteoclastos. Los mecanismos son la inducción de la apoptosis, activación de la protein-tirosina fosfatasa, inhibición de las citoquinas, cambios intracelulares de calcio y despolarización de las membranas.
Los FE de la dieta influyen sobre la remodelación ósea. Estudios en animales muestran que los efectos de aislados de proteínas de soja, leche de soja, y FE aumentan la mineralización ósea, sin los efectos adversos sobre el útero que pueden tener los estrógenos. Las proteínas vegetales producen menos excreción urinaria de calcio, y los alimentos con soja fortificados con calcio no generan problemas en la biodisponibilidad de calcio.
Efectos Clínicos:
Existe una fuerte relación entre los FE y los marcadores de reabsorción ósea. Los marcadores del metabolismo óseo son el calcio, magnesio, fósforo y OHprolina urinarios, y la fosfatasa alcalina, la fosfatasa ácida tartarato-resistente, IL 6, IGF 1 y osteocalcina séricos.
Las poblaciones "protegidas" por los FE, ingieren 15 a 50 mg diarios de FE, mucho menos que las dosis usadas para los trabajos de investigación. No existen suficientes trabajos que investiguen la acción de los FE sobre los huesos en hombres, pero los marcadores óseos mejoran a corto plazo.
Aspectos Epidemiológicos:
Muchas de las investigaciones acerca de los FE, especialmente isoflavonas (IF) de la soja, como protectores del hueso, se apoyan en la ipriflavona. Es una IF sintética que inhibe la reabsorción ósea, retiene calcio en los huesos, y aumenta la acción de los estrógenos . Uno de sus metabolitos es la daidzeína. Esta droga fue aprobada en muchos países, pero 3 publicaciones recientes cuestionaron su efectividad y reportaron linfopenia como efecto adverso.
Un estudio en mujeres chinas relacionó la ingesta habitual de soja desde la adolescencia con menos riesgo de cáncer de mama. Estos efectos debidos a la exposición temprana a soja podrían extrapolarse al hueso, pero no hay estudios prospectivos sobre este punto. Aún no se ha dilucidado si es mejor el consumo de poca cantidad de soja por muchos años o la ingesta de mayor cantidad en las edades vulnerables (adultez), para mejorar la mineralización ósea y prevenir la OP.
Un punto clave en la efectividad de la soja es el metabolismo intestinal de las IF propio de cada persona. El EQUOL es un metabolito intestinal de la daidzeína, es una IF que no está presente en la soja, y la forman el 45% de las mujeres menopáusicas. Las "productoras de equol" tienen mayor densidad mineral en la columna lumbar (reportada como no significativa). El equol tiene más afinidad por el receptor de estrógenos, y es la IF con mayor capacidad antioxidante. La habilidad bacteriológica para producir equol es una variable que deberá ser medida en los trabajos de investigación, y podría explicar las variaciones en los resultados reportados por los diferentes investigadores. Estaríamos frente a 2 subpoblaciones, en las cuales las IF tendrían distinta eficacia.
Otros factores de la dieta deben ser considerados, por ejemplo el té contiene flavonoides similares a las IF de soja y es protector del hueso, mientras que la cafeína tiene el efecto opuesto en algunos genotipos.
Hay que seguir buscando respuestas acerca de la eficacia de los FE como alternativa a los tratamientos farmacológicos y evitar que la OP se transforme en una epidemia en el futuro.
Artículo comentado por la Dra. Débora Setton, editora responsable de IntraMed en la especialidad de Nutrición.