Un equipo de la Oregon Health and Science University, presentó, en la reunión anual de la Society for Neuroscience, un estudio que llevaron a cabo sobre monas. De 47 de estos animales, a 19 se les extirparon los ovarios. En los dos primeros meses posteriores, los animales incrementaron un 67% su ingesta alimenticia y engordaron definitivamente.
Los investigadores observaron un aumento de leptina, hormona productora de lípidos que juega un importante papel en el consumo de comida. Por otra parte, el estrógeno al llegar al cerebro parecía afectar los mecanismos del apetito.
Los autores consideran que estos datos pueden aclarar los efectos del estrógeno sobre el metabolismo y el apetito. Además, indican que las mujeres menopáusicas que adviertan que están comiendo más que antes deberían aumentar sus prácticas de ejercicio físico para equilibrar tal circunstancia.
Webs Relacionadas
Oregon Health and Science University
http://www.ohsu.edu/
Society for Neuroscience
http://web.sfn.org/