Los autores señalan que en la actualidad existen pocas dudas acerca del papel del VPH en el desarrollo del cáncer de cuello uterino, pues se ha demostrado la presencia de secuencias genéticas del virus en más del 99% de los carcinomas invasivos del cérvix uterino y en un porcentaje casi igual de lesiones precursoras de esta localización.
En el estudio se analiza la utilidad de la detección del VPH mediante la técnico molecular Hybrid Capture II como ayuda diagnóstica junto con las técnicas bien establecidas (citología, colposcopia y biopsia). En sus conclusiones, los autores afirman que la negatividad del VPH descarta casi por completo la existencia de lesión cervical uterina, mientras que la positividad permite identificar a pacientes con una alta probabilidad de lesión cervical, tanto de carcinoma como de lesiones precursoras con alto riesgo de progresar a carcinoma.
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